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Migración

Con la #CaravanaMigrante desde Tijuana

Fuentes: Público

La respuesta por parte de Estados Unidos, Trump y su séquito de aprendices a salvapatrias racistas es la militarización de las fronteras y las devoluciones masivas que no están permitidas por el Derecho Internacional.

«Esto no es una caravana, es una invasión» es uno de los lemas más coreados en los discursos y ataques racistas y xenófobos que se están produciendo en los últimos días en Tijuana. Caos, invasión, primero los nuestros… son algunas de las consignas repetidas por el Movimiento Ciudadano Contra el caos de la Caravana Migrante que, junto a el alcalde de Tijuana Juan Manuel Gastélum del conservador Partido Acción Nacional, están fomentando en esta ciudad fronteriza de Mexico y EEUU la lucha del último contra el penúltimo. Un aspirante más a mini-Trump, salvapatrias, racista capaz de señalar con el dedo a los más vulnerables pero con poca valía para alzar la voz contra el poder corporativo, las élites económicas y la oligarquía financiera que están asolando a su tierra.

Hoy nos desplazamos a Tijuana (Mexico) en un momento en que varios grupos de la Caravana Migrante atraviesan el país. Anteanoche llegó un grupo a Tijuana según nos informaron algunas de las personas y colectivos que componen esa la red de solidaridad que está intentando acompañar a las personas en tránsito y combatir los brotes de odio.

El origen de la Caravana Migrante responde a un contexto de violencia y pobreza generalizada en donde las condiciones mínimas de vida digna y respeto a los derechos humanos no han sido garantizadas, lo que obliga a miles de personas a desplazamientos forzados. En el caso de Honduras la situación de desesperación que está viviendo gran parte del pueblo es producto de la extrema pobreza, la corrupción, la violencia del Estado, el crimen organizado, el narcotráfico y, en general, de un gobierno ilegítimo. La Unión Europea y la Comunidad Internacional miraron hacia otro lado ante las graves irregularidades del proceso electoral encontradas por la Misión de Observación Electoral de la Organización de Estados Americanos. Hoy, un año después de aquel golpe de Estado, los líderes internacionales se miran como desconcertados, sin parecer querer encontrar o responsabilidad ante este movimiento migrante colectivo.

Por eso miles de personas atraviesan México, porque huyen de la violencia estructural en sus países de origen, de la represión o la trata. Como decía el maestro Galeano, los invisibles son ahora visibles porque se han organizado en una caravana migrante. Se trata, precisamente, del primer movimiento migrante auto-organizado y colectivo. Es la primera vez que la migración deja de ser algo individual para activar durante el tránsito un movimientos de protesta contra la injusticia.

Por ello es fundamental que tanto el Gobierno mexicano como la comunidad internacional velen por el respeto por los derechos humanos, la protección de las personas más vulnerables (mujeres embarazadas, niñas y niños o colectivo LGTBI) y que se respete el derecho al asilo de todas las personas que caminan con la Caravana Migrante, sin que existan devoluciones individuales y colectivas, puesto que contraviene el derecho internacional al asilo.

La respuesta por parte de Estados Unidos, Trump y su séquito de aprendices a salvapatrias racistas es la militarización de las fronteras y las devoluciones masivas que no están permitidas por el Derecho Internacional. Tan lamentable como esperable, sí, pero recordemos que no es una práctica tan diferente a la de la Unión Europea, con sus vallas, concertinas, guardacostas matones y externalización de fronteras. La falta de solidaridad europea combinada con las políticas de austeridad, ha sido precisamente un caldo de cultivo perfecto en toda Europa para la proliferación de los Salvinis, los Lepens, los Kurz o los Orban. Extrema derecha y neoliberalismo se dan la mano, se necesitan y retroalimentan. Son dos caras de la misma moneda.

La violencia estructural de los países de los que huyen los caminantes no es tampoco un fenómeno atmosférico. La responsabilidad de estos movimientos migratorios, al igual que los que llegan a Europa, son las exportaciones de armas, el expolio de los recursos naturales, la impunidad de las multinacionales operando en esos países, acaparando tierras y violando derechos fundamentales de sus pueblos bajo el paraguas de los tratados de libre comercio.

Hoy empezamos una misión de observación de la Caravana Migrante, desplazándonos a Tijuana y México DF, para poder conocer en terreno la situación de miles de personas. nos reuniéremos con autoridades y organismos oficiales para recordarles que estamos vigilantes y para acompañar al movimiento y a las organizaciones de la sociedad civil en esta lucha colectiva por una vida digna.

Miguel Urbán, eurodiputado y portavoz de Podemos en el Parlamento Europeo

Amelia Martínez Lobo, asesora en el Parlamento europeo y responsable del grupo de Migraciones en la Secretaría de Europa de Podemos

Fuente: http://blogs.publico.es/tomar-partido/2018/11/22/esto-no-es-una-caravana-es-una-invasion-con-la-caravanamigrante-en-tijuana/