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¿Conocerá la paz la República Centroafricana?

Fuentes: Rebelión

Traducido del francés para Rebelión por Susana Merino

El pasado noviembre el papa Francisco visitó la República Centroafricana, un país desgarrado por rivalidades políticas en el que se enfrentan cristianos y musulmanes. Hizo entonces un llamado «a no confundir la religión con un conflicto en el que la religión sirve de pretexto a intereses privados».  

Enclavada en el corazón del continente, la República Centroafricana es un poco más extensa que Francia. Su clima tropical y sus innumerables cursos de agua le permiten desarrollar en casi toda su extensión actividades agrícolas que representan el 55% de su PIB. En el sur las grandes selvas ecuatoriales atraen la codicia de las compañías europeas que exportan sus maderas. Su subsuelo es rico en oro, uranio, petróleo y especialmente diamantes.

En el año 2012 algunos grupos de habitantes del norte del país, una región que el Gobierno nunca llegó a controlar, conformaron una alianza (Seleka, en lengua local) contra el presidente Francisco Bozizé y en marzo de 2013 ocuparon la capital Bangui. Asumió entonces la presidencia Michel Djotodia por un período transitorio de tres años, pero no logró imponerse a esos grupos formados por bandidos, mercenarios extranjeros y ladrones de caminos que se dedican a masacrar, a incendiar aldeas y a matar campesinos. Se organizaron entonces grupos de autodefensa, partidarios de Bozizé bajo el nombre de «antibalaka» para vengar las masacres de Seleka. Viró entonces el conflicto hacia un enfrentamiento confesional, siendo en su mayoría musulmanes los rebeldes del norte mientras el 80 % de la población del país profesa el cristianismo. Según la ONU la mitad de los 4,6 millones de habitantes del país necesita asistencia humanitaria. En enero de 2014 el país naufragaba, el presidente Djotodia renunció y es transitoriamente y fue reemplazado transitoriamente por Catherine Samba-Panza. Las fronteras de este país sin acceso al mar escapan al control del gobierno de Bangui. La frontera norte sirve de refugio a los rebeldes del Chad, al este se instalan los insurgentes de Darfur y al sur las milicias armadas del Congo. Al sureste opera además el Ejército de Liberación del Señor de Uganda.

Los intereses externos no son ajenos a este conflicto. Francia en su condición de potencia colonial ha visto reducidos allí sus intereses comerciales en lo referente a petróleo, minería, obras de infraestructura, telecomunicaciones, diamantes, etc. a causa de la apertura mercantil con China, India, Suráfrica, Brasil, etc. Razones todas por las que la «madre patria» dejó caer a Bozizé.

La ONG Global Witness ha pedido a la Unión Europea terminar con las subvenciones y los apoyos a las compañías madereras extranjeras, que constituyen una fuente de inestabilidad y un obstáculo para la pacificación del país, Según dicha ONG las empresas europeas pagaron en 2013 entre 3 y 4 millones de euros a los rebeldes de Seleka para poder seguir explotando ilegalmente los bosques.

Actualmente las elecciones presidenciales están en curso y la primera vuelta se ha realizado en calma y sin violencia. Con oportunidad de la visita papal los medios mostraron a una población que exasperada por las luchas políticas y la corrupción de las élites, quiere volver a controlar sus riquezas. Es de esperar que un gobierno democráticamente elegido pueda devolverle la paz, la unidad y la soberanía económica.

Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y a Rebelión como fuente de la traducción.