La política no solo se encuentra en las instituciones sino también en la cultura, en el cine. Por eso la importancia de la noticia de la celebración del segundo festival de Nollywood en la ciudad de la luz que comienza hoy hasta el domingo 8. Para los no iniciados en sermones sobre el séptimo arte, […]
La política no solo se encuentra en las instituciones sino también en la cultura, en el cine. Por eso la importancia de la noticia de la celebración del segundo festival de Nollywood en la ciudad de la luz que comienza hoy hasta el domingo 8. Para los no iniciados en sermones sobre el séptimo arte, el término Nollywood hace referencia a la industria cinematográfica nigeriana, la segunda del mundo en volumen de producción, por detrás de la India (Bollywood). Pero antes, un vistazo al contexto francés en materia política para entender el espaldarazo que supone esta Nollywood Week Paris al mundo africano, y por extensión, a todos los inmigrantes que residen en el país galo.
A golpe de mordisco en las almas cansadas del proletariado francés, las elecciones europeas del 25 de mayo escribieron sin pasamontañas ni censura previa, una alerta terrible: el partido Frente Nacional (FN), de Marine Le Pen, se convertía hace dos semanas en la primera fuerza política de Francia por primera vez en la historia. Y un gran porcentaje procedía de las bases obreras. Básicamente la santa trinidad del FN, y no precisamente con pilares católicos, reza sobre un renovado discurso patriota, xenófobo y populista. Tanto es así que en plena campaña europea Jean-Marie Le Pen, padre de Marine y reelegido como eurodiputado afirmó: «El señor Ébola podría arreglar el problema demográfico de África». Y la puntilla: la Comisión Nacional Consultiva de Derechos Humanos (CNCDH) publicaba el pasado abril un documento referente al 2013 en el que se subrayaba el aumento preocupante del sentimiento anti-inmigración en la sociedad francesa. «El 9% de los franceses se declararía más bien racista y, el 26%, un poco racista. En total un 35%, que supone un 6% más que en el 2012.
Con este estribillo sociopolítico, hay que agradecer el empeño de Serge Noukoue, director ejecutivo de la Nollywood Week Paris, de continuar con esta ventana a Nigeria, a la actual potencia económica de África, y a otra forma de interpretar los cánones del entretenimiento desde lo digital. No son pocos los debates que se sucederán en los pasillos del Cine Arlequín con críticos, promotores, distribuidores, directores y actores sobre el papel de este cine que surgió como respuesta a la escasa producción nacional de películas durante la década de finales de los ochenta y los noventa. De ser un país prácticamente huérfano de imágenes y colonizado por cine de acción (made in EE.UU. y China) y musical (made in India), la respuesta ha sido la implantación de un modelo que crea escuela en países vecinos y en la diáspora.
En unos minutos subirá el telón esta aduana sin fronteras hacia la otra África que camuflan y vilipendian sectores radicales como los del partido Frente Nacional. Para la ocasión, la película elegida para el pistoletazo de salida será la comedia romántica Being Mrs Elliott, el primer largometraje de Omoni Oboli, que como ocurriera el año pasado con Phone Swap, de Kunle Afolayan, asegurará la risa y la ironía desde las calles de Lago.
Mañana viernes por la mañana, el cine se transformará en una improvisada aula de expertos en el que se debatirán entre otras cuestiones el estado del sector cinematográfico en Nigeria. Por la tarde varias citas con la gran pantalla: la laureada comedia de tintes ácidos y seleccionada en festivales internacionales, como el African Film de Nueva York, Confusion Na Wa, de Kenneth Gyang; Flower Girl de Michelle Bello; The meeting, de Mildred Okwo, y Misfit, de Daniel Emeke Oriahi. El sábado, será sin duda el gran día. A mediodía Journey to Self de Tope Oshin-Ogun y por la tarde, la gran esperada: Half of a Yellow Sun, basada en la novela del mismo nombre escrita por Chimamanda Ngozi Adichie, y dirigida por Biyi Bandele. El domingo será día de intercambio de tarjetas, opiniones, balances y de esperar al premio del público. Y también de reclamar un paisaje mejor en la Francia que fue adalid de la Igualdad. El cine, de la mano de Nollywood, cual primavera que surge de un resquicio…