La Unidad de Alerta de la Escola de Cultura de Pau llama la atención sobre la extensión del conflicto armado que padece la región sudanesa de Darfur hacia las vecinas República Centroafricana y Chad que ya ha desencadenado una crisis humanitaria de desastrosas consecuencias. Asimismo, insta a la UE y al Consejo de Seguridad de […]
La Unidad de Alerta de la Escola de Cultura de Pau llama la atención sobre la extensión del conflicto armado que padece la región sudanesa de Darfur hacia las vecinas República Centroafricana y Chad que ya ha desencadenado una crisis humanitaria de desastrosas consecuencias. Asimismo, insta a la UE y al Consejo de Seguridad de la ONU a que renueven sus esfuerzos diplomáticos para establecer una operación de mantenimiento de la paz en Darfur, promuevan el diálogo entre los grupos rebeldes chadianos y centroafricanos con sus respectivos Gobiernos y apoyen la creación de una misión de mantenimiento de la paz en la frontera chadiano-centroafricano-sudanesa que ponga fin a las graves violaciones de los derechos humanos que se están cometiendo en la región.
La situación de enfrentamiento armado que padece la región sudanesa de Darfur desde febrero de 2003 sigue empeorando a pesar de la presencia de la misión de la Unión Africana en la zona. Esta misión se está viendo incapaz de controlar la escalada de la violencia y los ataques contra la población civil, el personal humanitario y la propia misión, que ya han causado alrededor de 300.000 víctimas mortales y el desplazamiento forzado de más de dos millones de personas en Darfur y otras 220.000 personas hacia la vecina Chad. Ante la gravedad de la situación y el fracaso de los esfuerzos de la mediación para alcanzar un acuerdo de paz sostenible y la violación reiterada de los compromisos alcanzados, Naciones Unidas propone desde hace unos meses la sustitución de la misión africana por una misión de mantenimiento de la paz de la ONU. Esta propuesta ha sido bloqueada por el Gobierno sudanés de Omar el-Bashir (respaldado en esta decisión por China) que se ha negado a permitir la presencia de una misión de mantenimiento de la paz en Darfur para intentar frenar la situación.
No obstante, Naciones Unidas se está planteando atajar en la medida de lo posible esta situación con la creación de una misión en las fronteras del Chad y de la República Centroafricana (RCA) con Sudán, lo que evitaría que el desastre en Darfur se extienda más allá de sus fronteras. Chad y RCA han manifestado su disposición a que se cree dicha misión, debido a la grave situación en que se encuentran ambos países. A este deterioro progresivo en el este del Chad desde hace más de dos años por las consecuencias del conflicto en Darfur (miles de refugiados e inseguridad por incursiones y saqueos de las milicias progubernamentales sudanesas) se le ha unido una contestación creciente contra el régimen chadiano de I. Déby que está siendo respaldada por el Gobierno sudanés, según Chad, aunque Sudán lo niega. En paralelo, la crisis desencadenada a partir de junio de 2005 en el noreste de RCA, que el Gobierno atribuía a actos de delincuencia, se ha agravado desde el pasado octubre con la formación de una coalición compuesta por tres grupos armados opuestos al Gobierno centroafricano de F. Bozizé, que ha tomado el control de diversas zonas en el noreste del país sin que el Gobierno pueda frenar el avance, provocando el desplazamiento forzado de miles de personas.