En el momento en que el nuevo presidente norteamericano, Barack Obama, coge el timón para dirigir la primera potencia mundial, Christopher Ross se prepara para hacer una gira en la región como preámbulo para su tan esperada mediación en el conflicto del Sáhara Occidental. Sobra decir lo difícil que será esta misión que ya se […]
En el momento en que el nuevo presidente norteamericano, Barack Obama, coge el timón para dirigir la primera potencia mundial, Christopher Ross se prepara para hacer una gira en la región como preámbulo para su tan esperada mediación en el conflicto del Sáhara Occidental. Sobra decir lo difícil que será esta misión que ya se ha cobrado numerosas cabezas de prestigiosos diplomáticos de diferentes nacionalidades. Sin embargo, tiene un importante punto a su favor : la comunidad internacional está cansada del conflicto más viejo de la agenda de las Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad insiste en la necesidad de una solución basada en el respeto del principio de autodeterminación del pueblo saharaui.
Marruecos no pudo dejar pasar esta occasión para renovar su lealtad al lobby judío y obligar los Estados Unidos a preservar su plan de autonomía, plan que tuvo muchos reveses en los ultimos meses a pesar del empadronamiento de EE.UU., Francia y España. Esta aflicción sólo podía producir como último recurso una metedura de pata significativa, como el restablecimiento de relaciones diplomáticas con Israel, hecho inimaginable en estos momentos a causa del estado moral de los pueblos árabes a raíz de la agresión israelita contra el pueblo palestino. Pero a falta de pan, la congelación de las relaciones diplomáticas con Venezuela, es una » torta » fácil a vender para atraer la simpatía del lobby judío, ya que para Rabat todos los medios son buenos a la hora de hablar del Sáhara Occidental, incluyendo el apoyo judío para asegurar la ocupación definitiva de la antigua colonia africana de España. Estas acciones fueron puestas al descubierto por el propio periódico isareli Maaref en mayo de 2007.
Los israelíes nunca decepcionaron al rey marroqui ya que aportaron su apoyo en 2007 para que el Consejo de Seguridad aprobara la resolución 1495 consiguiendo que EE.UU. afirmen que no van a imponer ninguna solución contra el consentimiento de las partes. Instructores israelíes formaron las élites del ejército marroqui y los miembros de los servicios de inteligencia al igual que participaron en la construcción del muro de defensa marroqui sin olvidar los tanques y radares que fueron utilizados en la guerra contra el Frente Polisario.
¿Qué es lo que hace que Marruecos e Israel se respalden mutuamente?
Primero : la naturaleza colonial de los dos conflictos. Si Marruecos ocupa ilegalmente el Sáhara, Israel lo hace con los territorios «conquistados» durante le Guerra de 1967, anexionó la parte este de Jerusalén y quiere proclamarla capital «eterna e indivisible» del estado judío.
Segundo : Israel se niega a aplicar la resolución 242 que reclama la retirada de los territorios ocupados en 1967 y el retorno de los refugiados saharauis. Marruecos niega aplicar las múltiples resoluciones que reclaman la autodeterminación y sólo acepta el retorno de un saharaui si éste se resigna a humillarse ante de los medios de comunicación marroquíes despojándose de sus ideales y convicciones.
Tercero : Israel continua implantando sus colonias desafiando la Convención de Ginebra y Marruecos, a los ojos y oidos de la comunidad internacional se implanta en la parte del territorio admnistrada por Mauritania a raíz del Acuerdo Tripartito de Madrid.
Cuarto : La comunidad internacional se negó hasta ahora a reconocer la soberanía tanto de Marruecos como de Israel sobre los respectivos territorios anexionados.
Quinto : Los dos paises tienen tendecia a maquillar sus crímenes de guerra en un combate de valores del mundo libre contra el «eje del mal». Israel se erige como defensora contra la amenaza irani, Marruecos contra la » amenaza integrista», dos amenazas tan imaginarias como la posesión de armas nucleares por parte del régimen de Sadam Husein. Los dos paises velan por mantener la unidad de la coalición occidental en la lucha contra el terrorismo islámico
Sexto : Tanto Israel como Marruecos hacen de la alianza con EE.UU su arma para desafiar la legalidad internacional e imponer el hecho consumado.
La decisión del Presidente Chavez muestra claramente que el conflicto israelo-palestino es un conflicto que opone un colonizador a un colonizado aunque sus actores pretenden darle un matiz religioso e ideológico con el fin de asentar una forma de legitimidad a sus objetivos.
Evidentemente, aunque la política de la administración americana también siempre ha sido dictada por los intereses geoestratégicos, cabe preguntarse si el rey de Marruecos, con la decisión de romper con Venezuela, conseguirá el apoyo americano para seguir desafiando la comunidad internacional.