El gobierno de Estados Unidos identificó por primera vez a varios detenidos en la cárcel de Guantánamo en Cuba, a quienes considera demasiado peligrosos para liberarlos pero también demasiado difíciles de procesar o llevar a juicio alguna vez. Las identidades de estos hombres, que es improbable que algún día recobren la libertad, fueron dadas a […]
El gobierno de Estados Unidos identificó por primera vez a varios detenidos en la cárcel de Guantánamo en Cuba, a quienes considera demasiado peligrosos para liberarlos pero también demasiado difíciles de procesar o llevar a juicio alguna vez. Las identidades de estos hombres, que es improbable que algún día recobren la libertad, fueron dadas a conocer en respuesta al pedido de «Libertad de información» por el Miami Herald.
Originalmente había 46 detenidos que estaban en la categoría de no procesables por un panel de interagencia en 2010. Desde entonces, dos murieron, uno de un ataque al corazón y el otro por suicidio. Actualmente, todavía hay 166 prisioneros en la cárcel de Guantánamo, que estaba llena de sospechosos de terrorismo después de los ataques terroristas de septiembre de 2001. Doce años después no se sabe qué hacer con ellos y el hecho se ha convertido en un incómodo dilema para Washington.
Las cosas se han dificultado ahora aún más y son más engorrosas y urgentes debido a una huelga de hambre que es cada vez más virulenta dentro de las paredes de la prisión. Hoy 104 detenidos están participando en la manifestación y a 44 se los está alimentando a la fuerza con líquidos nutritivos a través de tubos nasales.
En los últimos días, el presidente Barack Obama volvió a sacar a la luz el compromiso que él había hecho al asumir por primera vez en 2009, de cerrar la prisión. El Departamento de Estado de Estados Unidos anunció esta semana que nombró un importante abogado de Washington, Cliff Sloan, para que aceptara la tarea de hacer que suceda.
El jefe de derechos humanos de la ONU, Navi Pillay, previamente dijo que el fracaso de Washington de cerrar Guantánamo y liberar a los detenidos es una clara violación a la ley internacional. En una declaración emitida anteriormente este año, dijo: «Debemos ser claros sobre esto, Estados Unidos está en una clara violación no sólo de sus propios compromisos, sino de las leyes internacionales y standards que está obligado a sostener».
Pero las opciones para el gobierno y para Sloan son pocas. Desde que Obama prometió por primera vez el cierre de Guantánamo, el Congreso de Estados Unidos prohibió llevar a cualquiera de los detenidos a Estados Unidos para ser enjuiciado en cortes civiles. Mientras, hubo poca disposición de ver a los detenidos enviados a sus países originarios para ser juzgados, particularmente a países con sistemas judiciales inciertos. Las listas dadas a conocer esta semana también identifican a los detenidos que Estados Unidos tiene la intención de procesar o ya está procesando.
Incluyen a Abu Zubaydah, que fue sometido al submarino y otras técnicas brutales al ser interrogados por personal de la CIA, así como Mohammed al Qahtani, un saudita que supuestamente fue el 20º secuestrador en los ataques terroristas del 11 de septiembre pero que, para su bien, fue detenido en la aduana de Estados Unidos. Mientras tanto, ayer Khalid Sheikh Mohammed, considerado el cerebro de la conspiración del 11 de septiembre, y cuatro que están acusados junto con él, no aparecieron en el lugar el segundo día de las audiencias prejuicio que durarán toda la semana.
Los funcionarios no pudieron explicar por qué habían elegido boicotear los procedimientos. El juez en un juicio militar puede permitir que los acusados no asistan a las audiencias pero estarán obligados a asistir a sus propios juicios. Todavía no se estableció la fecha para el comienzo del juicio. Los cinco hombres están acusados de cometer 3000 asesinatos por planear y ayudar a llevar a cabo los ataques contra las Torres Gemelas y el Pentágono.
* De The Independent, de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
Fuente: http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-222578-2013-06-19.html