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De sentido común

Fuentes: www.javierortiz.net

ETA no tiene derecho a tutelar el proceso político vasco. ¿Correcto? Correcto. ETA no está legitimada para dar lecciones de nada. ¿Verdad? Verdad. Lo que más está en crisis en la vida política de Euskadi es el terrorismo. ¿Cierto? Cierto. Lo mejor que podría hacer ETA es anunciar su disolución y dejarnos en paz. ¿Es […]

ETA no tiene derecho a tutelar el proceso político vasco. ¿Correcto? Correcto. ETA no está legitimada para dar lecciones de nada. ¿Verdad? Verdad. Lo que más está en crisis en la vida política de Euskadi es el terrorismo. ¿Cierto? Cierto. Lo mejor que podría hacer ETA es anunciar su disolución y dejarnos en paz. ¿Es así? Lo es.

Ahora bien: ¿hacía falta poner en marcha algún diálogo, encuentro, mesa o lo que sea para llegar a las conclusiones anteriores? No; en absoluto.

¿Entonces?

Los políticos del establishment español -incluido el vasco- no paran estos días de hacer afirmaciones retóricas como las que he incluido en el encabezamiento de este apunte. Cualquiera que los oiga podría sospechar que no tienen ni idea de su oficio. Porque nada hay tan sencillo (y tan inútil) como formular afirmaciones de ese estilo. Voy a demostrarlo: para resolver el problema de la inmigración ilegal lo que hace falta es que haya justicia social en el mundo; si la clase dirigente norteamericana se aviniera a no ser hegemónica en la política internacional se resolverían muchos conflictos; hace falta atemperar la ambición desmedida de los ricos para que haya menos hambre; los que emiten a la atmósfera gases contaminantes no deberían hacerlo; el modo más efectivo de acabar con el racismo es que los racistas dejen de serlo y entreguen las armas…

Y así hasta el aburrimiento.

Lo que sucede es que la mayor parte de las situaciones problemáticas no se resuelven con la mera invocación de buenos deseos. Los mismos que responden con afirmaciones de sentido común a los comunicados de ETA podrían verse afectados por otros razonamientos de sentido común. Por poner un ejemplo sencillo: si creen realmente que todas las personas son iguales, ¿por qué no rechazan la Monarquía? Otro: si tan enemigos son de toda violencia, venga de donde venga, y tan opuestos se sienten a que imponga su ley quien no ha pasado por las urnas, ¿por qué no exigen la reforma de la Constitución que concede al Ejército la tutela del régimen político? Un tercero que me está viniendo estos días cada dos por tres a la cabeza: si tan convencidos están de que el futuro de Navarra han de decidirlo los navarros, ¿cómo puede ser que no se escandalicen ante el hecho de que el régimen autonómico de Navarra jamás haya sido sometido al refrendo de la población navarra?

Cualquier político profesional sabe que muchas situaciones conflictivas son resultado de embarulladas tramas históricas que hay que negociar, por absurdas que a uno le parezcan, para que no creen problemas mayores.

Yo estoy de acuerdo en que lo de ETA no tiene sentido. Pero, si cojo carrerilla en esa línea, me comprometo a demostrar que tampoco la realidad del Estado español tiene sentido. Y que la existencia del capitalismo viola las normas más elementales de la decencia. Y…

Venga ya. ¿Salimos de este lodazal concreto, ahora que parece posible, o qué?