Debora Kayembe está hecha de la materia de todas las mujeres congoleñas que, independientemente de su extracción social, de que vivan en Kinshasa o en zonas rurales, las hace avanzar en territorios que siempre fueren de hombres, sobrevivir a las diferentes violencias sexuales o sacar adelante a sus familias lavando a mano minerales o en los abarrotados campos de desplazados.
Formada en la República Democrática del Congo (RDC) como abogada y lingüista, sus actividades en favor de los derechos humanos la obligaron a huir por su propia seguridad. En el Reino Unido superó muchos obstáculos y enfrentó también el maltrato de su propio marido. Libre de él, sola junto a sus hijos, siguió su lucha y su trabajo por los derechos humanos, incluso en la Corte Penal Internacional, y el vivir en un país extraño y con otro idioma -si bien ella habla cinco- no le impidió ser la primera africana de la historia de la Universidad de Edimburgo en ocupar el puesto de rectora o ser la primera africana cuya imagen aparece en la Royal Society of Edinburgh, como premio a sus logros.
Con esa misma determinación que ha enfrentado la vida, y acabado su período como Rectora de la Universidad de Edimburgo, Debora Kayembe inicia un ambicioso proyecto, la campaña Congo profundo, para que su país recupere la paz y la dignidad que merece. Hemos hablado con ella sobre todo ello, prometiendo mantener el contacto en esta iniciativa diferente a otras que sirven a intereses distintos.
Esta Campaña pretende servir para concienciar y hacernos cargo de nuestro país por nosotros mismos
Nos dice Debora para empezar.
Es, sobre todo, la labor de descolonización del sistema colonial que continúa en nuestra vida cotidiana en África (…) La erradicación de la identidad de nuestras naciones fue el primer objetivo de la colonización; su objetivo era exterminar nuestros valores ancestrales. Nuestras culturas, nuestra diversidad y sobre todo el saqueo de nuestras riquezas.
Con sus respuestas nos deja claro el qué, pero ¿y el cómo?
Esto lo lograremos por los medios que existen desde la época de nuestros antepasados; charlar, discutir e intercambiar sobre las cuestiones socioculturales que corroen nuestras sociedades africanas.
Esta difusión implicará cambiar la narrativa (de las realidades actuales) sobre el bienestar del pueblo congoleño; nuestra ambición es que las diferentes campañas puedan abarcar el mundo entero; como fue el caso de la campaña “Marcha por la Libertad” que organizamos en su día.
Por tanto, se está dando a la nación congoleña la oportunidad de reagruparse; examinarse y mostrar al mundo lo que realmente tiene y hacer comprender a mi mundo que los congoleños ya no se dejarán engañar, dividir ni manipular.
Ingente labor la que se le presenta a Debora Kayembe y su equipo de voluntarios para los próximos dos años visitando, en primer lugar, las grandes urbes congoleñas (Lubumbashi, Kamina, Kalemie, Kolwezi en mayo; Goma, Bukavu y Kindu en septiembre… y así hasta recorrer todo el inmenso país).
Trabajaremos con representantes legislativos (diputados provinciales y nacionales, senadores y gobernadores) los desafiaremos cada vez que enfrentemos anomalías y créanme que será despiadado, promete, sin dar tregua a nadie.
Esta campaña sociocultural apoya a las autoridades en sus roles y cuestiona sus obligaciones hacia nuestras poblaciones.
Nos dice. Le preguntamos por las dificultades que encontrarán acudiendo a zonas de guerra y violencia generalizada e, incluso, fuera del control del propio gobierno y el Ejército.
¿Cree usted que las poblaciones que viven en zonas bajo control gubernamental viven con dignidad? En mi opinión, la situación social de nuestras poblaciones es precaria y ni siquiera puede definirse.
Soy consciente de la guerra; tal vez con esta conciencia por parte de nuestra población estaremos más alerta y prestaremos atención al desastre humanitario en el este de la República Democrática del Congo. Tengo la impresión de que una parte del país está bajo influencia o incluso presta más atención a quienes sufren en el este del país.
Sus grupos rechazan la paz por falta de educación; si tenemos la oportunidad de discutir con ellos cómo es vivir en un país pacífico, creo que elegirán vivir en paz. Ésta es la verdadera razón de esta campaña. Nos acercaremos a estos grupos y les haremos comprender el bienestar de vivir en paz y armonía. Este ejercicio no será fácil; somos conscientes de ello pero nada es imposible cuando se tiene fe en lo que se hace.
Es absolutamente necesario que la paz regrese a estas partes del país.
Tan vasta labor requiere mucha ayuda, por mucho empeño que se ponga en ello. Debora Kayembe, que volverá a la RDC, llevará también apoyos tanto de la diáspora congoleña como de simpatizantes de otros países, que se unirán a quienes la esperan dentro del propio Congo.
Actualmente estamos asombrados de ver cómo nuestra diáspora congoleña participa activamente y muchos de esos europeos que nacieron y crecieron en la RDC han contribuido económicamente a esta campaña.
En cuanto a la campaña online, fueron los estudiantes de la Universidad de Edimburgo, en su mayoría europeos, quienes tomaron la iniciativa. En cada etapa, quienes viven dentro de la República Democrática del Congo nos han prometido su apoyo una vez que estemos en el terreno.
(…) Pero el Congo es vasto y sus necesidades son enormes, por lo que es importante que sigan apoyándonos y lancemos este llamamiento a todos para que nos apoyen. Agradecemos a todos nuestros voluntarios, hoy son alrededor de 2.000 y esperamos que en cada etapa de la campaña obtengamos el apoyo necesario que necesitamos.
Desde aquí damos este pequeño impulso para dar a conocer a quienes honestamente buscan sacar a todo un pueblo de una vida que no merecen. No queremos que sea el último ni que seamos los únicos.
@CongoActual
Fuente: https://elcongoenespanol.blogspot.com/2024/04/debora-kayembe-un-impulso-desde-fuera.html