Las proyecciones indican que el partido aumentó su mayoría al sumar al menos 20 puestos adicionales. En el Senado los demócratas le arrebataron cinco escaños a los republicanos según indican las primeras proyecciones, con lo que amplían aún más una muy estrecha mayoría. Los escaños obtenidos por los demócratas en esa cámara son de los […]
Las proyecciones indican que el partido aumentó su mayoría al sumar al menos 20 puestos adicionales.
En el Senado los demócratas le arrebataron cinco escaños a los republicanos según indican las primeras proyecciones, con lo que amplían aún más una muy estrecha mayoría.
Los escaños obtenidos por los demócratas en esa cámara son de los estados de Carolina del Norte, Nuevo México, Virginia, Nueva Hampshire y Colorado.
Los demócratas cuentan en estos momentos con el apoyo de dos independientes en el Senado, lo que les da una mayoría de 51-49.
Ahora dominan con al menos 56 de los 100 escaños.
Un tercio del Senado, toda la Cámara Baja
En estas elecciones sólo 35 escaños de los 100 del Senado estuvieron en juego, mientras que todos los de la Cámara de Representantes, 435, fueron elegidos.
Hasta este martes los demócratas controlaban la Cámara de Representantes por un margen de 235-199.
Todo indica que el Partido Demócrata no podrá asegurar 60 puestos en el Senado con lo que tendrían una mayoría necesaria para evitar que los republicanos bloqueen proyectos de ley. Esa relación de fuerzas no se da desde hace 60 años.
Los electores en Virginia reemplazaron al veterano republicano John Warner por el demócrata y ex gobernador de ese estado, Mark Warner.
Nuevo México siguió el mismo patrón, el demócrata Tom Udall fue electo para reemplazar al republciano Pete Domenici.
En Carolina del Norte, donde las encuestas daban una lucha cerrada, las proyecciones muestran que la republicana Elizabeth Dole están siendo derrotada por su rival Kay Hagan.
En Nueva Hampshire, estado tradicionalmente demócrata, las proyecciones sugieren que la ex gobernadora Jeanne Shaheen derrotará al actual senador republicano John Sununu.
En ese mismo estado el otro escaño de la Cámara Alta que está en juego es el del líder de la minoría republicana Mitch McConnell, quien mantiene una dura batalla con el demócrata Bruce Lunsford.
Controversia en Alaska
Sin embargo, los demócratas aún tienen que lograr otros escaños en algunos estados difíciles si desean adueñarse de los 60 puestos en la Cámara Alta.
Una de las sorpresas sería Alaska, donde los republicanos han dominado desde 1981.
El actual senador republicano Ted Stevens ha sido la figura dominante en la política alaskeña desde 1968 cuando ganó por primera vez.
Pero fue declarado culpable el pasado mes de octubre por mentir al no declarar regalos que recibió. Esto podría comprometer su escaño frente al demócrata Marck Begich, actual alcalde de Anchorage.
Por otro lado en Luisiana la demócrata Mary Landrieu lucha para no perder su puesto frente al republicano John Kennedy.
Gobernadores
Los estadounidenses también eligieron a 11 gobernadores y las batallas más cerradas se concentraron este martes en los estados de Washington, Carolina del Norte e Indiana.
Se estima que siete gobernaciones serán mantenidas o recuperadas por los demócratas.
Destaca la de Carolina del Norte, donde por primera vez una mujer es electa.
Se trata de Beverly Perdue, quien reemplazará a su compañero de partido Mike Easly quien debe abandonar el cargo por haber llegado al límite de su término.
En Indiana se impuso el republicano Mitch Daniels sobre su contrincante demócrata Jill Long Thompson.
En Washington los resultados no se conocerán sino hasta finales de esta semana debido a los votos por correo que aún deben ser contados.
Los demócratas retuvieron las gobernaciones de Montana, Virginia Occidental y Nueva Hampshire. En Delaware la vacante fue ganada facilmente por el también demócrata Jack Markell.
Los republicanos por su parte mantuvieron las de Dakota del Norte, Vermont y Utah.
Esto deja el balance de gobernaciones 29 a 21 a favor de los demócratas, un desbalance que los republicanos sólo podrán retar en 2010, cuando se celebren comicios en 36 estados.
Se estima que unos 130 millones de estadounidenses votaron según estimaciones preliminares, lo que sería la mayor participación desde 1960.