Los políticos incompetentes, sean demócratas, sean republicanos, quieren buscar culpables para justificar su incompetencia y su inoperancia para dar soluciones a los trabajadores. Quién mejor que una minoría, quién mejor que el indocumentado, quién mejor que agarrarse a un grupo debilitado para debilitarlo aún más, para condenarlo, para criminalizarlo, para justificarse o para usarlo de […]
Los políticos incompetentes, sean demócratas, sean republicanos, quieren buscar culpables para justificar su incompetencia y su inoperancia para dar soluciones a los trabajadores. Quién mejor que una minoría, quién mejor que el indocumentado, quién mejor que agarrarse a un grupo debilitado para debilitarlo aún más, para condenarlo, para criminalizarlo, para justificarse o para usarlo de trampolín político.
En Estados Unidos sabes que hay descomposición política y social cuando se elige como presidente a un individuo cuya retórica engaña bobos, lo ha catapultado y convertido en una especie de última esperanza de los «supremacistas» blancos.
En EE.UU. hay una gran descomposición política de un sistema bipartidista que en su competencia por ver a qué fuerza política le toca el turno de tener la mayoría en los congresos, no solo no dan soluciones sino que, en su jaloneo por control político, empeoran la situación para los inmigrantes y para los ciudadanos más pobres.
Sabes que hay descomposición política y social: cuando al criminalizar el libre tránsito de humanos se fortalece el tráfico de humanos; cuando literalmente se arrebata a bebés del pecho de su madre; cuando niños llegan de la escuela a una casa vacía, una casa donde ya no está ni su padre ni su madre; cuando hay niños en los llamados «centros de detención», niños encerrados como si le debieran algo a alguien; cuando hay algo conocido como «family units», o sea padres e hijos en detención; cuando encierran a gente inocente por meses (algunos casos hasta más de un año); cuando en el centro de detención el prisionero no tiene idea (porque nadie le dirá) de cuánto tiempo estará encerrado; cuando después de una redada de la migra el público se entera de que en tal fábrica persistía la explotación, el acoso sexual, el abuso físico y psicológico (véase caso Postville, Iowa, 2008); cuando en algunos centros de detención del país (como para burlarse, como para torturarlos) obligan a bañarse a los prisioneros con agua demasiado caliente; cuando al inmigrante no se le respeta su derecho a un juicio justo ni se le da derecho a audiencia; cuando se deporta a inmigrantes que tienen uno o más hijos que son ciudadanos estadounidenses; cuando deportan a madres solteras y dan en adopción a su hijo o hija; cuando no les importa si la mujer está embarazada y la ponen en el centro de detención…
Si de buscar culpables se trata debemos entonces decir, que tanto demócratas como republicanos son los principales operadores de la pesadilla estadounidense que tienen que vivir los indocumentados y los ciudadanos más pobres de EE.UU.
En EE.UU., como que hace falta un partido político libre, independiente, verdaderamente progresista, que esté desligado de los dos partidos tradicionales.
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