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Una marcha recorrerá esta tarde la calle Triana de Las Palmas exigiendo la vuelta de Aminetu al Sáhara Occidental

Derechos Humanos: retrato en grises y sombras

Fuentes: Rebelión

«…No basta resistir; (hay) que resistir para seguir creando, forjando ese futuro que hay que acercar, con acciones, para romper todo conformismo y esa paralizante acechanza… Será también obligación ineludible fundar realidad nueva y pese a dificultades que no cesan, de ese esplendor que llega, adelantar siquiera un rayo…» Alfredo Guevara. Director del Festival de […]

«…No basta resistir; (hay) que resistir para seguir creando, forjando ese futuro que hay que acercar, con acciones, para romper todo conformismo y esa paralizante acechanza…

Será también obligación ineludible fundar realidad nueva y pese a dificultades que no cesan, de ese esplendor que llega, adelantar siquiera un rayo…»

Alfredo Guevara. Director del Festival de Cine Latinoamericano de La Habana.

La defensora de DDHH y militante por la autodeterminación del pueblo saharaui, Aminetu Haidar, cumple en esta jornada su día 28 en huelga de hambre en el aeropuerto de Lanzarote, lugar donde permanece contra su voluntad desde el pasado 13 de noviembre, reivindicando su regreso al El Aaiún, ciudad de la que fue ilegalmente expulsada por las autoridades de ocupación marroquíes.

Sabemos, porque ella misma nos lo ha demostrado, junto a insignes compañeros de lucha como Brahim Noumria, Ali Salem Tamek o Hmad Hamad, que su vida aún no está en el límite, aunque las consecuencias de su acción sean ya extremadamente graves.

Pero es que hoy, además, es el Día Internacional de los Derechos Humanos, aniversario de la Declaración Universal de la ONU (1948) que fuera suscrita por España en 1976 y que, a los ojos de todo el que quiera verlo, está siendo violada (en este como en otros casos) por el Gobierno español desde el mismo instante en que decidió colaborar en el confinamiento de Aminetu en la isla canaria.

Existe sin embargo una Resolución de Naciones Unidas que acierta más en la diana de este atropello, o más bien de esta barbarie, la que advierte del «peligro que corren los defensores de DDHH en los países y lugares donde la reivindicación de tales derechos constituye, en sí misma, una práctica de riesgo».

De esta forma se pronunció la Asamblea General en diciembre de 2001, cuando aprobó un texto en el que mostraba su preocupación porque «(en esos países y lugares) las personas y organizaciones dedicadas a promover y defender los derechos humanos y las libertades fundamentales hacen frente a amenazas, hostigamiento e inseguridad como resultado de sus actividades» (1).

Pudiera parecer que esos países son otros y que desconocemos tales hechos; nada más lejos de la realidad. Hoy, esos párrafos retratan con nitidez fotográfica la vileza con que policía, jueces y Gobierno de España han actuado con Aminetu Haidar y, por extensión, con el pueblo saharaui.

Sólo por descubrir, si cabe, un poco más los matices del encuadre, de ese «dejen hacer» con que el presidente Zapatero, el Ministro Moratinos y el resto de autoridades implicadas procuran distraer las conciencias, baste citar algunos de los puntos de dicha resolución (56/163):

1. (…) Todos los Estados han de promover y dar pleno efecto a la Declaración sobre el derecho y el deber de los individuos, los grupos y las instituciones de promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales universalmente reconocidos.

3. (…) Se ha combatir la impunidad y, a este respecto, (…) los Estados deben adoptar las medidas apropiadas para hacer frente a la cuestión de la impunidad respecto de las amenazas, los ataques y los actos de intimidación contra los defensores de los derechos humanos.

6. (…) Los Estados han de adoptar todas las medidas necesarias para proteger a los defensores de los derechos humanos.

España, como hiciera con la Declaración Universal de la ONU de 1948, aprobó este dictamen, comprometiéndose a proteger a los defensores de DDHH y a combatir la impunidad de quienes los atacaran o intimidaran. Hoy es el Gobierno español el que agrede impunemente a Aminetu Haidar y el que lejos de asumir su culpa, la hace recaer toda sobre su cómplice marroquí.

Triste retrato de grises y negros, sin luces y con sólo sombras; la única luz no sale en la foto porque la hace. La única luz en esta tiniebla de flashes cegadores es la de Aminetu, quien desde su firmeza insobornable mira a sus verdugos y conquista el futuro.

* La Marcha está convocada para las 18:00 h de hoy jueves, 10 de diciembre, y tendrá como punto de partida el Parque San Telmo de la capital grancanaria (después se tomará la calle Triana y parte del casco viejo de la ciudad).  

Notas:

(1) La Resolución 56/163 fue aprobada el 19 de diciembre de 2001 [sobre la base del informe de la Tercera Comisión (A/56/583/Add.2)] bajo el epígrafe: Declaración sobre el derecho y el deber de los individuos, los grupos y las instituciones de promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales universalmente reconocidos.

Rebelión ha publicado este artículo con autorización de la autora, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.