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Desobediencia civil contra el tren de alta velocidad en Euskalherria

Fuentes: eutsi.org/Gara

La lucha contra el TAV avanza en Euskalherria. En numerosos pueblos que se verían afectados se han realizado consultas populares que han mostrado su rechazo a esta infraestructura, a pesar de la prohibición gubernativa a realizarlas. Centenares de acciones de denuncia, charlas, debates, manifestaciones, marchas montañeras… han creado un ambiente de oposición cada vez más extendido. Ahora, desde la Asamblea contra el Tav se pone en marcha una campaña de desobediencia civil que puede suponer un paso más en esta ya larga lucha. Incluimos también una interesante carta de reconocidos académicos que rechazan los argumentos gubernamentales de un supuesto tren ecológico. Frente al consenso de los partidos políticos mayoritarios (PNV, PSE, PP) y las vacilaciones de otros grupos como EA o IU se está formando un cada vez mayor consenso popular en contra del TAV, sobre todo en las zonas afectadas por esta agresión sin precedentes a estas tierras, ya muy castigadas por el desarrollismo destructor y especulativo.

Argumentos contra alabanzas al TAV

(Gara) Iñaki Barcena, Rosa Lago y Jose Allende profesores de la UPV-EHU

En este artículo, firmado por académicos de disciplinas tan dispares como las Ciencias Políticas, la Electrónica y las Telecomunicaciones y la Economía, se denuncian los parámetros sobre los que las instituciones y otros organismos argumentan su posición en favor del TAV. Con datos y argumentos de peso, se cuestiona la premisa básica de este proyecto: la idea de que el TAV responde a las necesidades de nuestra sociedad.

En mayo un grupo de profesores e investigadores de la Universidad del País Vasco, 124 concretamente, firmamos un manifiesto en el que nos oponíamos al proyecto de «Y» ferroviaria vasca y solicitábamos a las instituciones competentes mayor información y transparencia.

Este manifiesto no tuvo relevancia informativa ni para la radiotelevisión pública vasca ni para importantes medios de comunicación escrita. Sí la ha tenido, no obstante, que la Asociación para la Promoción del Transporte Público (PTP) catalana alabara posteriormente las virtudes de este proyecto y llegara a afirmar que la «Y» vasca «es el único proyecto de alta velocidad en España concebido con la cabeza en vez de con los pies».

Así, la información que llegó a la ciudadanía fue que la «Y» vasca era un gran proyecto según una «organización ambiental catalana» pero no que un nutrido grupo de docentes universitarios se oponía a este proyecto. La «alabanza» que la PTP hace del proyecto de «Y» vasca es condescendiente con el Gobierno vasco (al que atribuye incluso la titularidad de un proyecto cuyo diseño, financiación y titularidad corresponde al Ministerio de Fomento). Además, resulta sorprendente que la PTP se limite a criticar algunos argumentos en los que se justificaba la oposición a este proyecto y no se posicione abiertamente a favor de lo que constituía el argumento central y fundamental del manifiesto: la información, transparencia y participación social en el diseño y ejecución de grandes proyectos de infraestructuras.

A nuestro juicio, la movilidad sostenible es un concepto que busca reinventar la movilidad en términos de cercanía, accesibilidad, ahorro energético… Es decir, la movilidad sostenible es entendida como un proceso que tiende a reducir la degradación ambiental derivada de las pautas actuales de movilidad, satisfaciendo para ello la necesidad social de accesibilidad (de acceder a bienes y servicios públicos), que no de moverse a donde se quiera y cuando se quiera sin tener en cuenta las consecuencias ambientales de esos desplazamientos. Es decir, el diagnóstico de la movilidad actual no es otro que el de un sistema de transporte hipertrófico que tiene que ser puesto a dieta, que tiene que reducir la necesidad de moverse al mínimo y que, en caso de ser necesario, esta movilidad se haga en los modos de transporte menos agresivos para el medio ambiente: la marcha andando, la bicicleta y el ferrocarril convencional.

El diagnóstico de la movilidad en Euskadi -que tampoco es muy diferente de lo que sucede en otras regiones del Estado español-, nos dice que el 97% de los desplazamientos son intracomarcales y que la mayoría de ellos se hacen en automóvil (Departamento de Transportes y Obras Públicas del Gobierno vasco -2003-, «Estudio de la movilidad en la CAV»). Sólo un 0,7% de estos desplazamientos se hacen actualmente entre las tres capitales (4% si lo medimos en vehículos/km), y los desplazamientos a Madrid o a Europa representan un porcentaje prácticamente nulo. El proyecto de «Y» vasca apenas absorberá un 0,32% de estos desplazamientos (Bermejo, R. -2004-, «Análisis de rentabilidad del proyecto de la Y vasca y bases para una estrategia ferroviaria alternativa», Bilbo: Bakeaz). Resulta especialmente llamativo en este informe el reparto modal anterior y posterior a la «Y» vasca: su cuota en viajeros-km de 2003 (6%) llegaría incluso a reducirse en 2010 (5%) debido al incremento relativo del resto de modos. Prueba de ello es que las diputaciones forales no han abandonado sus planes de construcción de nuevas grandes carreteras (variante sur metropolitana en Bilbo, autopista Eibar-Gasteiz o segundo cinturón de Donostia). Dicho de otro modo, los desplazamientos entre las capitales o desde las capitales vascas a Madrid o a Europa en alta velocidad ni constituyen una necesidad social ni contribuyen a avanzar hacia pautas más sostenibles de movilidad.

Esto nos lleva al segundo punto, las tarifas. Dice la PTP que las tarifas no tienen por qué ser elitistas, a pesar de que la política tarifaria actual de RENFE en la red de alta velocidad ha castigado a los usuarios más cautivos del transporte público (estudiantes, pensionistas, mujeres, etcétera). Paradójicamente, estas tarifas más elevadas han empujado a muchos de estos usuarios a la carretera, al transporte en autobús.

La construcción de líneas de alta velocidad resulta extremadamente costosa para el erario público, lo que ineludiblemente conlleva unas tarifas, bajo el punto de vista de la economía del bienestar, acordes al coste del servicio y a su utilidad social. El coste social por viajero-km de una línea de alta velocidad es elevado, incluso cuando se excluye el coste de construcción de la misma. De hecho (De Rus -2005- «Inversiones en infraestructuras de alta velocidad: esperar es rentable», «Economistas», 108), los precios del corredor Madrid-Sevilla están lejos de conseguir un equilibrio financiero, ya que sólo cubren los costes variables (costes de explotación) que representan un 25% de los costes totales. El resto es financiado por el conjunto de la sociedad y, en caso de que hubiera precios más bajos, el déficit sería aún mayor y volvería a ser la sociedad en su conjunto la que pagara no sólo la inversión, sino una parte del billete de los viajeros de este corredor.

Yesto nos lleva al último punto: el carácter ecológico de la «Y» vasca. Una cosa es decir que un tren emite menos CO2 por viajero transportado y otra es que la construcción de la «Y» vasca vaya a «contribuir a la preservación del medio ambiente y a la lucha contra el cambio climático». Las emisiones -disparadas tanto en Euskadi como en el Estado español- van a seguir creciendo gracias a las nuevas carreteras y autopistas y a los pocos automóviles que va a restar de las carreteras la «Y» ferroviaria.

Así, las emisiones de la nueva red de alta velocidad van a sumar, no a restar. Confunde la PTP en este punto los valores relativos y los absolutos. Es más, si tuviéramos en cuenta las emisiones derivadas de la construcción de esta infraestructura (excavaciones, cemento, etcétera) veríamos cómo el saldo total de emisiones a la atmósfera será más desfavorable que si no se hubiera construido nada.

Las cifras que aportaba el citado manifiesto tampoco estaban sacadas de la chistera. Un reciente estudio analizaba el consumo energético de un tren a 225 Km/h, un vehículo privado de reciente fabricación y un avión moderno para concluir que eran similares (Kemp -2004- «Environmental impact of high-speed train», Discussion paper, Lancaster University).

Y, además, 180 kilómetros de túneles y viaductos, 30 millones de metros cúbicos de escombros y la explotación de nuevas canteras no es lo que, al menos en Euskadi, entendemos por preservar el medio ambiente. Y más en un país pequeño y abrupto, cuyos paisajes más característicos se verán fuertemente impactados por esta infraestructura, siendo especialmente afectadas numerosas explotaciones agrarias que, además de producir alimentos, contribuyen a proteger el paisaje y la biodiversidad que tanto apreciamos los urbanitas.

Declaración de objeción de conciencia a EuskoTren y Renfe, colaboradoras con el TAV

Yo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . con domicilio en . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . y DNI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . DECLARO QUE Como persona usuaria de EuskoTren y Renfe que prefiere viajar en transporte colectivo en lugar de en coche individual, denuncio que ambas empresas colaboran con el proyecto del Tren de Alta Velocidad. Por ello he decidido seguir viajando en este transporte colectivo pero solicitar que se me considere objetora de conciencia y negarme al pago del billete para evitar que mi dinero ayude a financiar el TAV.

Mis convicciones me llevan a considerar que la destrucción del planeta es un crimen contra la humanidad, y por ello he decidido no colaborar con ninguna destrucción, y a luchar por la erradicación de todas sus causas. El Tren de Alta Velocidad es una imposición antisocial, antiecológica y derrochadora de recursos. Por ello considero incompatible colaborar en la financiación del TAV con las convicciones antes referidas y solicito se me considere a todos los efectos persona objetora de conciencia.

Denuncio que EuskoTren y Renfe, con las que viajo habitualmente, son utilizadas por el Gobierno Vasco y el Gobierno Español respectivamente, para impulsar el proyecto del TAV:

– Renfe es la operadora principal del TAV, destinando miles de millones de euros al AVE.
– EuskoTren pretende ser empresa operadora del TAV y prevé dentro de su Plan estratégico XXI derrochar 150 millones de euros para el TAV, a la vez que Euskal Trenbide Sarea, encargada de las infraestructuras de EuskoTren, está gestionando la construcción del ramal de Gipuzkoa de la Y vasca.

Por ello, he decidido objetar y negarme a pagar el billete para evitar que mi dinero ayude a financiar esta barbaridad, sabiendo que el daño que ocasiono por mi postura insumisa es muchísimo menor a los daños sociales, ecológicos y económicos que ocasionaría la construcción y puesta en marcha del TAV.

Considero mi postura de desobediencia civil como una actitud solidaria en defensa del planeta, una opción que en conciencia debo tomar para evitar males mayores, negando al poder administrativo, policial y judicial el poder de decidir sobre mi CONCIENCIA.

En . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ., a . . . . . . . . . de . . . . . . . . . . . . . . . . . . de . . . . . . . . .

Firmado:

Objeta al TAV en 3 pasos 1/Rellena la declaración 2/Dásela al pica para que la entregue a la empresa 3/ Si te llega multa mete un recurso:

fuente: www.blogak.com/ahtezordaindu AHTri Desobeditzen

Desobediencia al Tren de Alta Velocidad

Objetamos a pagar el TAV mediante EuskoTren y Renfe

Consideramos que el Tren de Alta Velocidad es una infraestructura destructiva, antisocial, antiecológica y derrochadora de recursos que se pretende llevar a cabo desoyendo todas las voces en su contra. Como personas que usamos habitualmente EuskoTren y Renfe y que preferimos viajar en transporte colectivo en lugar de utilizar el coche, denunciamos que ambas empresas impulsan el indeseable proyecto del TAV. Por ello, para no colaborar con el TAV lanzamos esta campaña de desobediencia que consiste en seguir viajando en EuskoTren y Renfe pero solicitando que se nos considere personas objetoras de conciencia y negándonos a pagar el billete para evitar que nuestro dinero ayude a financiar el Tren de alta Velocidad.

Desobedeceremos abiertamente, entregando ante los interventores del tren una Declaración de objeción de conciencia.

Comenzamos la campaña viajando en grupo.

Renfe y EuskoTren impulsan el destructor Tren de Alta Velocidad

Ya es ampliamente conocido que el TAV es una infraestructura destructiva, antisocial, antiecológica y antieconómica. Supone un derroche de recursos, una imposición, una subvención a las constructoras,…

Por ello hay que denunciar que pretende ser empresa operadora del TAV y que Euskal Trenbide Sarea, encargada de las infraestructuras de EuskoTren, está gestionando la construcción del ramal de Gizpuzkoa de la Y vasca .

Así mismo, denunciamos que el Gobierno Vasco utiliza a EuskoTren para disimular el dineral que se derrocha con el TAV, mezclando el presupuesto y haciendo creer que se dedicarán 161.860 millones de pesetas al tren cuando en realidad 25.000 de ellos son para el TAV. Botón de muestra de este desvío de dinero es la reciente campaña publicitaria a favor del TAV firmada y pagada por EuskoTren, intentando al mismo tiempo prestar al denostado TAV la buena imagen del tren de cercanías.

En cuanto a RENFE, es la operadora principal del TAV y destina miles de millones de euros al AVE. Además, ADIF, que se encarga de sus infraestructuras, está construyendo la Y vasca .