[A poco más de una semana de la celebración de las elecciones presidenciales el próximo 12 de diciembre, el movimiento popular argelino, el hirak, ha vuelto a demostrar su fuerza. Centenares de miles de personas salieron a la calle en el 41º viernes de movilización desde el 22 de febrero. Han seguido demandando una nueva […]
[A poco más de una semana de la celebración de las elecciones presidenciales el próximo 12 de diciembre, el movimiento popular argelino, el hirak, ha vuelto a demostrar su fuerza. Centenares de miles de personas salieron a la calle en el 41º viernes de movilización desde el 22 de febrero. Han seguido demandando una nueva Argelia y que se vaya la banda. En particular, como desde que se convocaron, han dirigido sus dardos contra las próximas elecciones presidenciales en las que son candidatos dos ex primeros ministros (Ali Benflis y Abdelmadjid Tebboun), dos exministros de Buteflika (Azzedine Mihoubi y Abdelkader Bengrina) y un quinto candidato, Abdelaziz Belaïd, que siempre apoyó al expresidente. Como decía una pancarta, «estas elecciones no son para salvar nuestra querida Argelia, sino para salvar al resto de la banda«.
El régimen ha optado por aumentar la represión y, por otra parte, intentar movilizar a su gente. Ha sido capaz de lo primero, aunque sin lograr -ni de lejos- frenar al movimiento. Pero no de lo segundo. Los mítines de los candidatos, que reúnen a un escaso público protegido por abundante policía, han sido boicoteados sistemáticamente por el hirak, con acciones de protesta, concentraciones nocturnas e iniciativas de apoyo a la gente detenida. Son incontables las movilizaciones de todo tipo que se vienen produciendo en Argelia para denunciar la celebración de unas elecciones que ya se califican como de la vergüenza. La convocatoria de la central sindical UGTA de una manifestación para, supuestamente, protestar por la resolución del Parlamento de la UE sobre Argelia, fue transformada en una manifestación de apoyo a las elecciones presidenciales y, sobre todo, en la manifestación de los satélites tradicionales del régimen argelino que han tenido que interrumpir su forzosa retirada anticipada , acompañados por apenas unos centenares de trabajadores y trabajadoras . El régimen tiene la piel muy fina cuando alguien es crítico, sin pasarse, con él pero no le parecen injerencias los apoyos de China o… del Ministro del Interior español Fernando Grande-Marlaska , o de las multinacionales a las que quiere vender el país.
Lo que se discute en los medios progresistas argelinos no es sobre el 12/12 sino sobre el día siguiente, el 13 de diciembre. Si las elecciones se llegan a celebrar, quien resulte elegido tendrá una legitimidad política cercana a cero. Y tendrá enfrente a un hirak que no se va a detener. ndt]
La evolución de la campaña actual para las presidenciales argelinas del 12 de diciembre que comenzó oficialmente el domingo pasado suscita inquietud entre las amplias masas populares en cuanto a la intención del poder de imponer estas elecciones rechazadas recurriendo a la fuerza y a detenciones a gran escala, inéditas desde febrero. Solo en los cinco primeros días del comienzo de la campaña electoral, hemos contabilizado 288 detenciones, de ellas la gran mayoría entre la gente joven, lo que plantea a las y los blogueros y líderes de las redes sociales la siguiente pregunta: ¿se trata de una campaña electoral o de una campaña de detenciones?.
Entre las condenas dictadas tras la controversia que ha acompañado a las sentencias de la semana pasada por el tribunal de Sidi Mohamed en Argel contra la gente presa del Hirak acusada de «atacar a la unidad nacional» por haber enarbolado una bandera diferente a la bandera nacional, hubo: condena de cárcel a un año (con seis meses de condicional) contra 22 de las personas acusadas, y una condena de cárcel de seis meses para otras 6. Es contradictorio con las sentencias de otros tribunales e incluso con el tribunal de Bab El Oued situado en la provincia de Argel.
La insistencia del régimen galvaniza aún más la determinación de las masas populares
El tribunal de primera instancia de Tlemcen, dictó sentencia el lunes [25 nov.] en el proceso de los jóvenes detenidos el domingo en una manifestación pacífica contra las presidenciales del 12 de diciembre, condenándoles por tumulto y poner trabas a la campaña electoral. Cuatro de las personas acusadas, lo han sido condenados a 18 meses de prisión, las otras 14 a dos meses con condicional. Según M. Taher Rig, han sido juzgados por «concentración y obstrucción a la campaña electoral». Entre las personas condenadas, de entre 25 y 31 años, figura un estudiante de doctorado de la facultad de ciencias de la Universidad de Tlemcen que prepara su tesis de fin de carrera en ciencias físicas. También han conocido detenciones masivas de gente que se opone a las elecciones otras wilayas (provincias), en particular en la ciudad de Tichy, en Bejaia, después de que las fuerzas de seguridad reprimieran la concentración popular contra las elecciones utilizando pelotas de oma resultando tres personas heridas entre las manifestantes. M. Larbi Slimani en Oued Souf también fue condenado a dos años de prisión por haberse manifestado contra la campaña de Benflis (candidato presidencial) en Oued Souf. Brahim Lalami, de Bordj Bou Arreridj, ha sido puesto en detención provisional acusado de haber insultado a una institución. Otras seis personas están bajo control judicial, es decir, en libertad pendientes de la investigación, con la acusación de haber perturbado las elecciones presidenciales.
La policía reacciona violentamente contra las manifestaciones nocturnas en Argel
Las manifestaciones nocturnas convocadas por numerosos blogueros, militantes y artistas de las redes sociales tuvieron lugar el miércoles por la noche en al menos seis provincias, entre ellas Bejaia, Argel y Orán, con el objetivo de intensificar y responder a la intención del poder actual de imponer las elecciones a cualquier precio, tal y como muestra la brutal intervención policial en Argel, haciendo uso de la fuerza contra las y los manifestantes, para detener la marcha.
Se trata del primer acontecimiento nocturno organizado en Argelia para expresar el rechazo a las elecciones en el marco del movimiento del Hirak que ha conocido una represión brutal. La policía utilizó gases lacrimógenos y pistolas paralizantes, una herramienta represiva prohibida en muchos países. Y ha impuesto un estrecho cordón de seguridad en Bab el Oued a fin de impedir que las y los manifestantes acudan a la Plaza de Correos en la que hubo varias detenciones. La reanudación de detenciones arbitrarias y masivas de grupos de militantes y de actores de la sociedad civil muestra claramente que los derechos y las libertades democráticas en Argelia están hoy más amenazadas que nunca.
Es la razón por la que me gustaría insistir en el hecho de que a pesar de lo que ha ocurrido, a pesar del clima de intimidación y de detenciones en las filas y símbolos del movimiento popular, el pueblo argelino no es un pueblo violento, sino que la ola de detenciones empuja al movimiento popular al radicalismo y al extremismo.
A la luz de los temores a una extensión de las detenciones políticas entre las y los manifestantes y de la insistencia del ejército en organizar elecciones presidenciales el 12 de diciembre, debemos intensificar la movilización.
Más que nunca debemos organizar una huelga general para poner fin a las elecciones y hacerlas retroceder. Debemos sumarnos al movimiento por la autoorganización en los barrios, los lugares de trabajo y las universidades a fin de hacer de esta revolución un éxito y de crear una ruptura con los vestigios del régimen de Buteflika y construir la Argelia reivindicada por las masas populares en las calles. Una Argelia libre y democrática, con justicia social. Todo esto solo se hará con la participación de todos y todas en el movimiento.
Texto original en francés: https://www.pst-algerie.org/une-campagne-darrestations-de-manifestants-dans-le-cadre-de-la-campagne-electorale/
Traducción: Faustino Eguberri para viento sur
Fuente: https://www.vientosur.info/spip.php?article15370