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Crece el descontento social en USA ante la decisión gubernamental de salvar a los banqueros gángsteres

¡¡¡Detengamos el rescate del mercado de la vivienda!!!

Fuentes: www.stopthehousingbailout.com

Traducido por Manuel Talens

Este sitio web está dedicado a detener el rescate gubernamental del mercado de la vivienda. Un rescate así exige que los ciudadanos responsables de este país paguen por los actos de banqueros avariciosos, corredores hipotecarios, brokers y compradores de casas endeudados hasta las cejas. En otras palabras, el gobierno quiere que usted pague por las meteduras de pata de otros que sabían lo que estaban haciendo o deberían haberlo sabido.

No menos importante es que un rescate así pondría los precios del mercado de la vivienda fuera del alcance de todos los ciudadanos responsables que han estado ahorrando pacientemente para comprar una casa y que en estos momentos se la pueden permitir. La corrección a la baja de los precios que está teniendo lugar es necesaria para invertir el fenomenal aumento de éstos durante la pasada década. Si el mercado saca de apuros a este mercado impedirá que los precios regresen a niveles asequibles, con lo cual los arrendatarios no podrán comprar casa y los que tienen una no podrán comprar otra mejor.

Un rescate gubernamental del mercado de la vivienda es fiscal y moralmente irresponsable; es un injusto subsidio que se le pretende pagar a los ricos (los banqueros), a los avariciosos (los corredores hipotecarios, los brokers, los especuladores y, sí, algunos propietarios) y los incautos (algunos propietarios), con poco o ningún beneficio para quienes pagarán la factura (los contribuyentes).

 

¿Por qué deberían verse obligados los ciudadanos responsables de este país a pagar por los errores de otros?

Un rescate es moralmente irresponsable porque fomenta el comportamiento imprudente e irracional. He aquí una breve lista de los muchos «peligros morales» que permite un rescate:

* Un rescate envía un mensaje equivocado sobre la responsabilidad personal. Dice claramente a la ciudadanía que sus decisiones financieras no tienen consecuencia alguna: el gobierno pagará la factura.

* Un rescate dice a los ciudadanos responsables que son imbéciles. Si el ciudadano responsable hubiera sido listo, se habría endeudado por encima de sus posibilidades, habría comprado casas que no podía permitirse y habría obtenido líneas de crédito contra el valor nominal que su propiedad tenía sobre el papel. Luego, a la hora de pagar, le pasaría el muerto al gobierno.

* Un rescate permite que bancos, corredores hipotecarios, especuladores y refinanciadores se beneficien por haber abusado del sistema. Al hacerlo, los anima a seguir actuando de forma irresponsable en el futuro.

* Un rescate obligará a los ciudadanos que actuaron responsablemente a que paguen por los que no lo hicieron. El ciudadano medio -que economizó durante años para comprar una casa pero no pudo hacerlo porque los especuladores y los que se endeudaban por encima de su capacidad aumentaron los precios de la vivienda hasta volverlos inaccesibles- se verá forzado a pagar las casas de los que fueron menos escrupulosos.

* Un rescate tendrá un efecto desproporcionadamente negativo sobre las minorías y los jóvenes. Las minorías y los ciudadanos menores de 35 años están desproporcionadamente infrarrepresentados entre los propietarios de viviendas. Mientras que el 75 % de los blancos no hispanos poseen una, menos del 50% de los negros e hispanos son propietarios. De forma similar, sólo el 42% de los ciudadanos menores de 35 años poseen casas, en comparación con el 80% de los mayores de 55 años. Un rescate gubernamental perpetuará esta brecha racial y generacional al mantener hiperinflados los precios de la vivienda, dejando así a las minorías y a una generación de jóvenes fuera del mercado para siempre. Y por una ironía kafkiana, esa gente tendrá que pagar impuestos para impedirse a sí misma comprar casas.

Un rescate es también fiscalmente irresponsable:

* Un rescate aumenta los precios hiperinflados de la vivienda -poniendo la propiedad de una casa fuera del alcance de familias jóvenes y de ciudadanos responsables que reconocieron que se trataba de una burbuja inmobiliaria. El mercado de la vivienda necesita la corrección que el rescate trata de impedir, porque el ciudadano de a pie no puede permitirse comprar una casa. «¡Nadie puede estar al mismo tiempo a favor de una vivienda asequible y de aumentar los precios de la vivienda!»

* Un rescate crea incentivos perversos. En vez de castigar su comportamiento, apoya la irresponsabilidad fiscal de banqueros, corredores hipotecarios, especuladores y refinanciadores. Esa gente hizo dinero a manos llenas en los pasados nueve años (no olvidemos que quienes se endeudaron ofreciendo su vivienda como garantía recibieron dinero en efectivo para comprar Cadillacs de lujo, vacaciones y electrodomésticos de acero inoxidable… ¡y ahora quieren que usted los pague!). ¿Por qué modificarían su comportamiento si saben que los beneficia?

* Un rescate desvía los riesgos de la caída de los precios desde bancos económicamente seguros al contribuyente. Como consecuencia de ello o bien subirán los impuestos o bien el déficit del gobierno federal se disparará. Se trata de un regalo del gobierno que no podemos permitirnos y que, además, ¡es injusto!

* Un rescate es contrario a los principios de libre mercado sobre los que se basa nuestra economía. Introduce una enorme distorsión en la corrección del mercado, con unos efectos negativos que serán tan graves como prolongados.

Cuando nuestros políticos voten sacar a unos pocos de los apuros de su irresponsabilidad en perjuicio de los muchos que eran responsables será un día triste en USA.

Nosotros, el pueblo usamericano, merecemos algo mejor.

 

Decídete. ¡Actúa! 

Utiliza los enlaces de este sitio web para:

* Ponerte en contacto con tus representantes y senadores. Te animamos a que lo hagas; ¡Funciona!

He aquí otra manera de ponerte en contacto con los políticos.

* Vota en contra del rescate.

* Promete no contribuir con tu dinero a las campañas de políticos que respaldan el rescate.

* Muestra tu apoyo llevando nuestra sudadera o exhibiendo nuestras pegatinas en tu parachoques: Bailout Backlash!! o Stop the Mortgage Bailout

Fuente: http://www.stopthehousingbailout.com/index2.htm

Manuel Talens es miembro de Cubadebate, Rebelión y Tlaxcala.