DIA es la única cadena de supermercados española que ha decidido dar el salto internacional. El negocio se desploma en España y busca oportunidades en África
Tras el fracaso del negocio en Francia, Turquía, Grecia y China, la cadena de supermercados DIA tiene un nuevo proyecto: entrar en África justo cuando el principal accionista, el polémico magnate ruso Mikhail Friedman, investigado y multado por sobornos, toma mayor control sobre la compañía.
La cadena de supermercados DIA no deja de recibir malas noticias en España. La acción se desploma a mínimos en los últimos cinco años, el beneficio cae de los 329 millones hasta los 109 millones de euros en tres años y su ritmo de cierre de tiendas se ha duplicado en los últimos dos años.
DIA, al mando de Ricardo Currás, salió a la conquista de los mercados internacionales en una rápida carrera por ganar nuevos mercados. En Grecia, Turquía y Francia decidió vender su negocio a Carrefour. Hoy, la compañía francesa atribuye parte de sus malos resultados a la notable cantidad de tiendas DIA que ha tenido que clausurar y a las que no ha podido cerrar e intenta vender.
De los 800 establecimientos que Carrefour adquirió a DIA en 2014, casi 300 continúan arrojando fuertes pérdidas (150 millones de pérdidas sólo en 2017), según ha reconocido el propio consejero delegado de Carrefour.
Pero DIA ha tenido mayor acierto con Brasil y Argentina, donde continúa creciendo en ventas y en tiendas, principalmente con la ayuda de los franquiciados locales. Ahora, piensa hacer lo mismo en África, según ha reconocido el consejero delegado Ricardo Currás, que presentó los resultados del ejercicio 2017 este jueves en Madrid.
Liquidación en China
La cadena de supermercados española lleva dos años intentando vender su negocio en China. Salió primero de las tiendas de Pekín, pero no ha tenido la misma suerte en deshacerse rápidamente del negocio de Shanghái.
El propio consejero delegado confirmó este jueves que DIA ultima un acuerdo con una empresa local no sólo para venderle su negocio en China sino también para recibir asesoría sobre el nuevo esquema de ventas electrónicas.
Y justo cuando espera finiquitar su salida de Asia, intenta poner un pie en África. «En África vemos oportunidades en desarrollo. Seguimos explorando para ver si podemos desarrollar ese asunto», explicó el consejero delegado de DIA.
La empresa baraja varios países africanos aunque no ha querido desvelar en cuáles de ellos podría iniciar operaciones. Su polémico accionista ruso tendrá la última palabra. Su voto ahora será decisivo. Quiere una profunda modernización de la compañía, mejorar la imagen y ampliar acuerdos como el de Amazon. Por ahora, ha podido colocar a dos consejeros, tal como avanzó este diario en octubre.
En 2003, en plena expansión internacional, el negocio de DIA fuera de España representaba el 55% de las ventas. Cinco años después, esa cifra se ha reducido hasta el 45%. Los directivos de DIA reconocen que 2017 ha sido un año «complicado». Han incumplido las expectativas de ventas. Tal vez en África encuentran su tabla de flotación.