Estado de sitio en la capital apor la celebración de la mayor manifestación en muchos años. La protesta ha sido convocada para pedir cambios en el régimen del presidente argelino, Abdelaziz Buteflika . 30.000 agentes de la ley tratan de contener a los manifestantes. La mecha de Túnez y Egipto intenta prender en Argelia, en […]
Estado de sitio en la capital apor la celebración de la mayor manifestación en muchos años. La protesta ha sido convocada para pedir cambios en el régimen del presidente argelino, Abdelaziz Buteflika . 30.000 agentes de la ley tratan de contener a los manifestantes.
La mecha de Túnez y Egipto intenta prender en Argelia, en cuya capital, según varios testigos, se están registrando enfrentamientos y hay decenas de detenidos y algunos detenidos. A juzgar por el despliegue policial, en Argel se vive hoy la mayor manifestación de la historia del país. Nada menos que 30.000 agentes, el 16% de los policías del país están movilizados para impedir la protesta, según el partido Reagrupamiento Constitucional Democrático (RCD), uno de los convocantes. Para organizar semejante despliegue policial, Abdelghani Hamel, director de la policía, trajo refuerzos y suspendió las libranzas de sus agentes en Argel y en otras ciudades como Orán, donde también la oposición promueve marchas o concentraciones.
Los manifestantes piden pedir cambios en el régimen del presidente argelino, Abdelaziz Buteflika. Unos 3.000 manifestantes siguen concentrados en las inmediaciones de la céntrica plaza del Primero de Mayo, donde un fuerte cordón policial ha impedido el desarrollo previsto de la marcha, informa EFE. Entre los detenidos hay varios dirigentes de la Coordinadora Nacional por la Democracia y el Cambio (CNDC), convocante de la protesta, así como sindicalistas y militantes de la LADDH y de otras organizaciones de la sociedad civil. También han sido detenidos periodistas de algunos medios argelinos, como del diario árabe El Khabar.
El presidente de la LADDH, Mustafá Buchachi, se ha dirigido a los manifestantes instándoles a abandonar la manifestación para evitar los enfrentamientos, pero la mayoría persiste en su intento de protestar de forma pacífica para pedir cambios en el régimen. Con gritos de «Buteflika lárgate» o «Estamos hartos de este poder», los manifestantes, muchos de ellos jóvenes de toda condición social, portan pancartas con lemas como «abajo el sistema» o «queremos un país gestionado por los jóvenes y no por los viejos». También se grita insistentemente el cántico de «poder asesino», especilmente cuando la policía ha hecho varios conatos de intervenir con la fuerza.
Ciudad blindada
El diario Al Watan, próximo a la oposición, ha asegurado en su edición de este sábado que la capital se encuentra en «estado de sitio». «Es un verdadero despliegue de terror, la ciudad está desierta», prosigue. En las calles solo se aprecian los autobuses y los camiones de la Policía. así como a numerosos agentes repartidos por la ciudad y «armados con kalachnikov».
Al caer ayer la noche, las furgonetas repletas de antidisturbios ya habían tomado posiciones en la capital, Argel, cerca de la plaza del 1 de Mayo, donde la Coordinadora Nacional para el Cambio y la Democracia (CNCD) ha dado cita a las once de la mañana a los manifestantes.
La policía ha establecido controles en las estaciones de autobús, según revela la prensa argelina, para impedir que los habitantes de la capital recibieran refuerzos de Cabilia, la región más revoltosa del país. Pero también se le había ordenado que evite enfrentamientos con los manifestantes y se le ha prohibido disparar con armas de fuego.
La Liga Argelina de Derechos Humanos (LADDH), que forma parte de la coordinadora, denunció la detención durante unas horas en Orán de cinco de sus militantes para «amedrentarles».
El Gobierno Civil de Argel prohibió el lunes la movilización que hoy pretende exigir nada menos «que se vaya el sistema». El estado de emergencia, que prohíbe las manifestantes, está vigente desde hace 19 años. El presidente Abdelaziz Buteflika prometió la semana pasada que lo levantará rápidamente, pero no en la capital, donde, «por razones de orden público», seguirán vetadas las protestas.
La coordinadora agrupa a un partido político laico, a varios sindicatos independientes, a organizaciones juveniles y a ONG de derechos humanos, pero no cuenta con el apoyo de los movimientos moderados de inspiración islamista ni con el socialdemócrata Frente de Fuerzas Socialistas.
Los barbudos (islamistas) se han agrupado, bajo la batuta del ex primer ministro Ahmed Benbitur, en su Alianza Nacional para el Cambio, mientras que los socialdemócratas van por libre, pero ninguno respalda la convocatoria de hoy. Esa división de la oposición hace presagiar que la manifestación no tendrá mucho éxito.
Ali Yahia Abdennur, expresidente de la LADDH, que a sus 90 años sí se manifestará, cree, sin embargo, que «habrá mucha gente». «Aunque sus partidos y sindicatos no convoquen, muchos de los militantes participarán a título individual», afirma por teléfono. «Los jóvenes no fallarán», prevé.
La efervescencia social es crónica en Argelia con su cúmulo de huelgas -la sanidad ha estado paralizada- y de protestas. Ahora se añaden las inmolaciones públicas. Ayer murió un parado, el cuarto desde hace un mes de la veintena que lo han intentado.