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Cumbre Europa-África

Doscientos metros entre el poder y el pueblo

Fuentes: Esquerda.net

Traducido por Àlex Tarradellas

Dos eventos internacionales realizados recientemente en Lisboa han puesto en evidencia la creciente dualidad entre los universos de los políticos que deciden y los pueblos, con sus problemas, dinámicas y agendas propias, filtradas a la opinión pública global por las agendas de las principales agencias informativas mundiales.

El primer ejemplo fue el de la conferencia intergubernamental europea, donde los gobiernos de la UE llegaron a un acuerdo sobre el tratado constitucional que pretenden implementar sin referéndum. Dentro del Pavilhão Atlântico estuvieron los gobernadores europeos y la prensa. Del lado de fuera estuvieron doscientas mil personas para contestar el modelo social que Europa va destruyendo tras siglos de conquistas populares.

Hay pocas similitudes entre las prioridades de los gobernadores que se encontraron dentro del Pavilhão y los movimientos sociales que se manifestaron en la calle. Sin embargo, la tenue frontera de 200 metros que los separan fue suficiente para que los primeros ocuparan la agenda informativa y los segundos permanecieran en un rincón oscuro de los noticiarios internacionales.

Si en la prensa aún hubo algunas referencias a la grande manifestación convocada por la CGTP, a nivel internacional poco se supo de esa protesta: circularon algunas noticias entre los órganos de información más vinculados a organizaciones de activistas, pero el asunto pasó desapercibido en las agendas informativas de los órganos de información «de referencia».

La situación se repite con la cumbre UE-África, una vez más en el Parque das Nações. En los pabellones de la FIL [Feria Internacional de Lisboa] se instalaron los gobernadores europeos y africanos para discutir una agenda centrada en los problemas de Europa, en la abertura de los mercados africanos a las empresas europeas y en el control de la inmigración del continente africano hacia el europeo.

Al mismo tiempo, un poco por toda la ciudad de Lisboa, se multiplican iniciativas políticas y culturales que llaman la atención a otros problemas, otras prioridades y otras agendas para la intervención política.

Sobre eso, poco se sabe en la prensa global: una vez más la frontera de 200 metros entre los gobernadores reunidos y los actores sociales que se movilizaron para discutir alternativas es suficiente para reducir los acontecimientos a la agenda oficial de la cumbre. El protagonismo africano fue reducido a la polémica sobre la participación de Mugabe y la tienda donde se instaló la comitiva de al-Gaddafi.

Poco o nada sobra para las agendas, los debates y las propuestas discutidas en varios puntos de Lisboa por decenas de organizaciones portuguesas, africanas o internacionales. De esa agenda, la prensa registra, de forma casi folclórica, los colores y el ritmo de los espectáculos de calle inspirados en la cultura africana. Es el colorido que falta a la agenda gris y tecnocrática que marca la reunión de los gobernadores. De las ideas y propuestas para un desarrollo solidario y sostenible de los dos continentes poco o nada se transmite a la opinión pública internacional.

*Àlex Tarradellas es miembro de Rebelión, Cubadebate y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a su autor y la fuente.

Fuente: http://www.esquerda.net/index.php?option=com_content&task=view&id=4943&Itemid=130