Mucho ha cambiado en estos cuatro meses. Cuando el coronavirus se expandía en silencio por Estados Unidos a inicios del año, el país estaba en un constante crecimiento económico y con un nivel mínimo de desempleo. Estas eran dos cartas clave en la campaña de reelección del presidente Donald Trump, que firmaba un ansiado acuerdo comercial con China. Una reelección que ahora no ve tan clara.
Cuatro meses después del primer contagio registrado oficialmente, Estados Unidos ha rebasado la cifra de 102.000 muertos y un millón 750 mil contagiados a causa del coronavirus, con la mayoría de decesos resultado del manejo político tardío y caótico de la pandemia, superando por decenas de miles los pronosticados por la Casa Blanca.
Mucho ha cambiado en estos cuatro meses. Cuando el coronavirus se expandía en silencio por Estados Unidos a inicios del año, el país estaba en un constante crecimiento económico y con un nivel mínimo de desempleo. Estas eran dos cartas clave en la campaña de reelección del presidente Donald Trump, que firmaba un ansiado acuerdo comercial con China. Una reelección que ahora no ve tan clara.
En tanto, se siguen manifestando los múltiples efectos de la crisis, cuando ya se suman 40 millones de personas cesanteadas de su trabajo en lo que va de la pandemia, quienes se acogieron a los subsidios de desempleo. Millones de inquilinos en el país enfrentarán la pérdida de sus hogares al concluir las moratorias temporales en varios estados sobre el pago de alquileres.
Sobre todo personas de bajos ingresos y las más afectadas por la ola de desempleo, cuyos beneficios de emergencia están por agotarse, enfrentarán la amenaza de ser desalojados en por lo menos la mitad de los estados del país, reportó The New York Times.
La pandemia y las medidas de aislamiento y distanciamiento social dictadas para enfrentarla han modificado, al menos temporalmente, el ritmo de grandes ciudades estadounidenses como Nueva York, epicentro de las infecciones en el país y donde siguen cerrados restaurantes, bares, teatros, cines y otros comercios no esenciales.
Geofrey Sachs, experto en desarrollo sostenible de la Universidad de Columbia y de Naciones Unidas, , fustigó la respuesta de Donald Trump a la crisis de covid-19 y la ve como un intento de crear una Guerra Fría con China.
Sachs, uno de los economistas más influyentes en Occidente, señaló que “esta pandemia es extraordinariamente grave y va a empujar a cientos de millones de personas a la pobreza» y agregó que probablemente «está perdido» el objetivo de eliminar la pobreza extrema global hacia 2030, fijada en los Objetivos de desarrollo sostenible de la ONU que él mismo ha impulsado.
Ajeno a la realidad, Trump continuó insistiendo en realizar la convención nacional del Partido Republicano en agosto, sin restricciones de asistencia y actividades. La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, respondió que se deberían evitar convenciones de gran escala y que la decisión final deberá estar sujeta a expertos y autoridades locales.
“No creo que haya nadie que diga a estas alturas que decenas de miles de personas deberían reunirse para una convención política, sin importar qué tan grande le infla el ego a alguien (en referencia a Trump). Es demasiado peligroso para tantos”, dijo.
Tristes marcas
Es el país del mundo con más fallecimientos registrados por la pandemia y acumula el 28% del total de las víctimas mortales en todo el mundo, que ascienden a más de 351.000. Hace dos meses el presidente de EEUU, Donald Trump, afirmó que «Si nos quedamos en los 100.000 muertos habremos hecho un gran trabajo».
El ritmo de crecimiento de los nuevos casos registrados ha empezado a decaer, pero las políticas de desconfinamiento retroalimentadas por un discurso negacionista y casi despreocupado desde la Casa Blanca hacen temer lo peor a los expertos. Estados Unidos superó ayer 100 mil muertes por Covid-19, por mucho, el saldo más alto del mundo,
Con ello, Donald Trump, quien declaró la guerra contra un enemigo invisible, se convirtió en el comandante en jefe que ha presidido el país sobre más muertes de estadounidenses que el total combinado de las bajas nacionales en las guerras en Corea, Vietnam y todas las demás acciones militares (invasiones, injerencia, guerras), incluidas las que continúan en la actualidad.
Expertos sostienen que el total de víctimas seguramente es aún más alto, ya que no se cuenta con datos precisos a escala nacional. Investigadores de la Universidad de Columbia señalaron que el 83 por ciento de esas muertes podría haberse evitado si el gobierno de Trump hubiera implementado medidas de cuarentena parcial y distanciamiento social dos semanas antes del día en que se ordenaron, el 16 de marzo.
Trump reiteró por medio de un tuit en lo que ha insistido en días recientes: que sólo fue por su gran liderazgo que se ha logrado que sólo 100 mil hayan muerto. Acusó a los medios de comunicación y a los demócratas de “propagar una nueva narrativa de que el presidente Trump fue lento en reaccionar al Covid 19. ¡Equivocados! Fue muy rápido…”, se autoelogió.
Joe Biden, probable candidato presidencial demócrata, comentó que mucho de esto se podría haber prevenido “si tuviéramos un presidente que escuchara a alguien más que a sí mismo”.
El martes por la noche, Trump había acusado que “Twitter está intefiriendo ahora en la elección presidencial de 2020… ¡Twitter está sofocando completamente la libertad de expresión, y yo, como presidente, no permitiré que suceda!”. La empresa osó calificar como noticias falsas algunas incluidas en sus tuits. Trump amenazó con clausurarla.
El día comenzó con Trump defendiendo su derecho de engañar e intensificó la disputa insertando en el tuit avisos con vínculos que decían: “Verifica los hechos en un par de tuits presidenciales”. Los republicanos sienten que las plataformas de medios sociales silencian totalmente a voces conservadoras. “Regularemos firmemente, o las clausuraremos, antes de que permitamos jamás que eso suceda”, dijo.
Mientras, la cifra de muertos crece y la crisis se manifiesta con una grave recesión, millones de desempleados, centenares de miles de desalojos en carpeta, mientras Donald Trump está más interesado en su reelección que en la salud y sobrevida de los estadounidenses.
*Economista del Observatorio de Estudios Macroeconómicos (Nueva York), Analista de temas de EEUU y Europa, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)