El régimen de Estados Unidos no para de agredir a Venezuela, y sin escrúpulo alguno viola las normas que rigen las relaciones internacionales, postura que se evidenció nuevamente con la detención ilegal en la isla caribeña de Aruba del Cónsul de la nación sudamericana Hugo Armando Carvajal. Con pasaporte diplomático vigente, Carvajal fue apresado en […]
El régimen de Estados Unidos no para de agredir a Venezuela, y sin escrúpulo alguno viola las normas que rigen las relaciones internacionales, postura que se evidenció nuevamente con la detención ilegal en la isla caribeña de Aruba del Cónsul de la nación sudamericana Hugo Armando Carvajal.
Con pasaporte diplomático vigente, Carvajal fue apresado en las últimas horas por las autoridades de esa pequeña nación antillana, bajo dominio del Reino de los Países Bajos (Holanda), por indicación de Washington, que pretende trasladarlo a territorio norteamericano, acorde con reportes periodísticos.
La administración estadounidense justifica ese virtual secuestro, alegando que el diplomático está acusado de narcotráfico y de ayudar a la guerrilla colombiana, lo que ha sido desmentido por fuentes de la Cancillería del gobierno del Presidente Nicolás Maduro.
Por su parte, una nota del Ministerio de Asuntos Exteriores de Venezuela denunció la arbitrariedad de la detención de su funcionario, que viola las leyes internacionales, en particular la Convención de Viena Sobre Relaciones Diplomáticas, de 1961.
En el comunicado oficial, Caracas llama a Holanda a que rectifique el injusto e improcedente hecho, y alerta que tal actuación pone en peligro los nexos diplomáticos y económicos con Aruba, además de demandar la inmediata liberación de su Cónsul.
En esa cercana isla a Venezuela, Estados Unidos mantiene una base aérea militar, y llegan submarinos nucleares luego que el Pentágono activó allí, en 2004, su Cuarta Flota, coincidiendo con el fortalecimiento de la Revolución Bolivariana liderada por Hugo Chávez, y el advenimiento entonces de varios gobiernos progresistas en América Latina.
Washington no sabe ya de qué manera seguir agrediendo al pueblo y a las autoridades venezolanas, tras el fracaso de todos sus planes para dar al traste con la Revolución iniciada por Chávez, y conducida hoy por el presidente Maduro.