Un ciudadano colombiano en busca de mejores perspectivas económicas cruza la zona desértica de la Guajira para internarse ilegalmente en Venezuela, allí es capturado por la policía venezolana, trasladado a un campamento y apresado sin juicio. Las autoridades lo visten con un traje a rayas igual al utilizado en los campos de concentración de Adolfo […]
Un ciudadano colombiano en busca de mejores perspectivas económicas cruza la zona desértica de la Guajira para internarse ilegalmente en Venezuela, allí es capturado por la policía venezolana, trasladado a un campamento y apresado sin juicio.
Las autoridades lo visten con un traje a rayas igual al utilizado en los campos de concentración de Adolfo Hitler y le obligan a vestirse con ropa interior rosa para asegurar su denigración como ser humano.
Adicionalmente las barracas en las que dormirá con otros ciudadanos de su misma condición lucen exactamente igual a las que estamos acostumbrados a ver en las películas sobre el nazismo.
¿Será esta una noticia escandalosa para los medios de prensa internacionales?
¿Merecerá algún párrafo en los famosos informes sobre las violaciones a los Derechos Humanos elaborados desde Washington por el Departamento de Estado?
¿Servirá como excusa para lanzar una batería de sanciones contra el gobierno de Hugo Chávez por la violación a los Derechos Humanos que implica?
¿Será uno de los temas de discusión de los principales analistas mediáticos de la prensa hegemónica durante meses?
¿Lo usarán los caricaturistas más conocidos para equiparar las figuras de Chávez y Hitler?
¿Evidenciará que Washington hace lo correcto al financiar con millones de dólares a los opositores de Chávez que buscan reinstalar la democracia en Venezuela?
Tal vez sí, o tal vez no -diría Atahualpa Yupanqui-; lo que sí es cierto es que esto es lo que ocurre en el estado de Arizona, en Estados Unidos, y que esto no es noticia para nadie, excepto para una enviada de la Televisión Española (aunque por supuesto el enfoque que le va a dar a la noticia no es el que le hemos dado aquí).
Véalo Ud. misma/o y luego me cuenta si le parece exagerado.