Estados Unidos ha tenido más asesinatos masivos en el 2019 que en cualquier otro año desde que se tienen registros. Entre los más mortíferos se encuentran el asesinato de 12 personas en Virginia Beach en mayo y de 22 personas en El Paso en agosto. De acuerdo con la base datos compilada por Associated Press, […]
Estados Unidos ha tenido más asesinatos masivos en el 2019 que en cualquier otro año desde que se tienen registros. Entre los más mortíferos se encuentran el asesinato de 12 personas en Virginia Beach en mayo y de 22 personas en El Paso en agosto.
De acuerdo con la base datos compilada por Associated Press, USA Today y la Universidad del Nordeste, en el 2019 se registraron 41 incidentes y un total de 211 muertes.
La base de datos ha estado rastreando los asesinatos masivos en el país norteamericano desde el 2006, pero incluso al buscar desde la década de 1970 los investigadores no encontraron un año con más asesinatos masivos. El año con el segundo número más alto de asesinatos masivos fue el 2006, con 38.
Los asesinatos masivos suponen la muerte de cuatro o más personas, excluyendo al autor del crimen.
De los 41 casos en el 2019, 33 implicaban armas de fuego. California tuvo el mayor número de asesinatos masivos por estado: ocho.
No obstante, fue en el 2017 cuando se produjo el tiroteo masivo más mortífero de la historia de Estados Unidos, cuando 59 personas fueron asesinadas en un club en Las Vegas.
Muchos asesinatos de este tipo no son reportados por los medios porque involucran disputas familiares, tratos de drogas o violencia de pandillas.
El número de asesinatos masivos en EEUU ha aumentado a pesar de que el número total de homicidios ha disminuido, según James Densley, criminólogo y profesor de la Universidad Estatal Metropolitana de Minnesota.
De acuerdo con el investigador, esto es consecuencia, en parte, de un «momento de ira y frustración» en la sociedad estadounidense, pero añadió que los crímenes tendían a ocurrir en oleadas.
«Esta parece ser la época de los tiroteos masivos», destacó.
El derecho a poseer armas se garantiza en la segunda enmienda de la Constitución de EEUU y pese a un auge de ataques con armas de fuego nada se ha hecho aún para cambiar la legislación ni controlar la situación de forma alguna.