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El secuestro de Evo y el servilismo ante Washington

El 4 de julio, Europa y los «indios salvajes»

Fuentes: La pupila insomne

En vísperas de conmemorar 237 años de su célebre Declaración de Independencia, Estados Unidos -con la ayuda de Europa- ha dado al mundo una muestra de lo que entiende por tal cosa al ordenar a sus aliados del viejo continente impedir el vuelo del avión en que viajaba el presidente boliviano Evo Morales, de regreso […]

En vísperas de conmemorar 237 años de su célebre Declaración de Independencia, Estados Unidos -con la ayuda de Europa- ha dado al mundo una muestra de lo que entiende por tal cosa al ordenar a sus aliados del viejo continente impedir el vuelo del avión en que viajaba el presidente boliviano Evo Morales, de regreso a su país luego de participar en una reunión internacional efectuada en Moscú.

El motivo aducido fue la inexistente presencia en el avión presidencial del  informático y ex asesor de la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense, Edward Snowden, quien ha revelado un programa de espionaje de las comunicaciones de los ciudadanos norteamericanos y de cualquier otro país que utilice el teléfono o Internet. Snowden no viajaba en la aeronave boliviana pero bastó que EE.UU. lo sospechara para que los mismos gobiernos espiados por ellos obedecieran, tratando de humillar al líder latinoamericano, y dieran muestra de una extraña noción de patriotismo: aliarse a quien te espía para perseguir a quien lo denuncia.

Un bonito homenaje a lo que hace casi dos siglos y medio, John Adams, Benjamin Franklin, Thomas Jefferson, y los demás miembros del Congreso de Filadelfia, le echaban en cara a la metrópoli británica y hoy  encaja casi exactamente con el comportamiento de Washington ante buena parte del planeta.

Bloqueos unilaterales, bases militares extranjeras en contra de la voluntad de los países donde están asentadas, retención de ciudadanos sin juicio, imposición a otros de un sistema político y económico, el traslado ilegal de prisioneros a los que no se aplica la ley como ocurre con los reos de Guantánamo,  las intervenciones militares, los juicios arbitrarios, y la imposición extraterritorial de sus legislaciones parecieran descritos por los Padres Fundadores en  el comportamiento de un gobierno que:

«Ha atentado a la libertad civil de los ciudadanos, manteniendo en tiempo de paz entre nosotros tropas armadas, sin el consentimiento de nuestra legislatura: procurando hacer al militar independiente y superior al poder civil: combinando con nuestros vecinos, con plan despótico para sujetarnos a una jurisdicción extraña a nuestras leyes y no reconocida por nuestra constitución: destruyendo nuestro tráfico en todas las partes del mundo y poniendo contribuciones sin nuestro consentimiento: privándonos en muchos casos de las defensas que proporciona el juicio por jurados: transportándonos mas allá de los mares para ser juzgados por delitos supuestos: aboliendo el libre sistema de la ley inglesa en una provincia confinante: alterando fundamentalmente las formas de nuestros gobiernos y nuestras propias legislaturas y declarándose el mismo investido con el poder de dictar leyes para nosotros en todos los casos, cualesquiera que fuesen.»

Las ejecuciones extrajudiciales, el ejercicio de la tortura y el uso de nacionales en la guerra contra su propio país también estaban entre los motivos para la rebelión de las Trece Colonias que denunciaban a la Gran Bretaña por actuar:

«quitando la vida a nuestros conciudadanos y poniéndonos a merced de numerosos ejércitos extranjeros para completar la obra de muerte, desolación y tiranía comenzada y continuada con circunstancias de crueldad y perfidia totalmente indignas del jefe de una nación civilizada.

«Ha compelido a nuestros conciudadanos hechos prisioneros en alta mar a llevar armas contra su patria, constituyéndose en verdugos de sus amigos y hermanos o a caer ellos mismos por sus manos.»

Un accionar compartido por sus aliados en Europa que sólo han tomado al pie de la letra de la Declaración de 1776 su queja contra el imperio británico por haberse «esforzado en provocar a los habitantes de nuestras fronteras, los inmisericordes Indios Salvajes cuya conocida regla de guerra, es una destrucción sin distinción de edad, sexo y condición»; una práctica que los soldados estadounidenses han superado con creces en Vietnam, Iraq, Afganistán y donde quiera que han puesto un pie pero que, al parecer, enterados de que en el avión  boliviano viajaba un «Indio Salvaje» llamado Evo Morales los europeos quisieron honrar.

En 1906, el escritor Mark Twain,  al hacer una crónica del banquete anual de la organización «The Ends of the Earth Club»  ironizaba sobre cómo Estados Unidos extendía su influencia en el Viejo Continente:

«De la Europa monárquica importamos nuestro imperialismo y nuestras curiosas nociones de patriotismo, o sea, si es que tenemos algún principio de patriotismo que alguien pueda definir precisa e inteligiblemente. Entonces, sin duda resulta justo que instruyamos a Europa, a nuestra vez, en retorno por esta y otras clases de enseñanzas que de esa fuente hemos recibido.

«Hace algo más de un siglo dimos a Europa las primeras nociones de libertad que jamás había tenido, mediante ellas, felizmente y en buena medida contribuimos a la Revolución Francesa y reclamamos una parte de sus beneficiosos resultados.

«Desde entonces hemos impartido muchas lecciones a Europa. Si no hubiera sido por nosotros quizá Europa no hubiera conocido la figura del entrevistador sensacionalista. Si no hubiera sido por nosotros, algunos de los Estados europeos quizá nunca habrían experimentado la bendición de los impuestos extravagantes. Si no hubiera sido por nosotros, las compañías navieras de ultramar jamás habrían conseguido dominar el arte de envenenar al mundo en busca de dinero. Si no hubiera sido por nosotros, los trusts de seguros quizá nunca habrían dado con la mejor manera de explotar a huérfanos y viudas. Si no hubiera sido por nosotros, el resurgimiento largamente retrasado del periodismo nacionalista, irresponsable y encubridor de concupiscencias inconfesables, quizá se habría retrasado durante generaciones. Firme, continua y pertinazmente estamos americanizando a Europa, y a su debido tiempo completaremos la tarea.»

¿Quién puede dudar, después de ver lo sucedido con el avión de Evo Morales, de que ya han completado la tarea? (Publicado en CubAhora)

Fuente: http://lapupilainsomne.wordpress.com/2013/07/04/el-4-de-julio-europa-y-los-indios-salvajes/