Aprovechando este periodo en que la atención de los norteamericanos es atraída por las celebraciones de fin de año, Felipe E. Sixto, el administrador del Center for a Free Cuba (CLC), quien paso luego a ser asesor de Bush, se declaró el viernes 19 de diciembre culpable de haber robado casi 600 000 dólares de […]
Aprovechando este periodo en que la atención de los norteamericanos es atraída por las celebraciones de fin de año, Felipe E. Sixto, el administrador del Center for a Free Cuba (CLC), quien paso luego a ser asesor de Bush, se declaró el viernes 19 de diciembre culpable de haber robado casi 600 000 dólares de ese grupo financiado por la USAID para promover la subversión en Cuba y fabricar a «opositores».
Sixto confesó su crimen ante la juez federal de distrito Reggie Walton. Según AP, el funcionario dijo poco durante la audiencia, excepto «Sí, señor» y «Culpable, su señoría», cuando se le preguntó el cargo.
Sixto ocupó hasta el 28 de marzo un puesto de asistente especial de Bush para asuntos intergubernamentales -con salario de 90 000 dólares- que le proporcionaron elementos de la mafia cubanoamericana cuando ya sabía que se había detectado el desfalco.
El Departamento de Justicia afirma que el ex jefe de personal del CFC obtuvo 579 274 dólares al cobrar a la institución en exceso por radios y linternas que pretendía distribuir en Cuba a mercenarios. A pesar de la importancia del delito, el delincuente está libre bajo fianza. Será sentenciado en marzo.
El robo de Sixto representa la cuarta parte del subsidio total otorgado este año al CFC del agente CIA Frank Calzón por su amigo, el cubanoamericano Adolfo Franco, el ex director para América Latina de la USAID. Este otro socio de los cabecillas de la mafia de Miami manejó hasta principios del año todas las operaciones injerencistas de la mal llamada Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos en el continente.
Franco, que encubrió el desfalco, y el agente de la CIA que protegió al ladrón, no enfrentan acusación alguna.
Increíblemente, la USAID ha retomado desde septiembre sus pagos al Center for a Free Cuba, congelados en julio por el Congreso.
El CFC, bajo la cobertura de dedicarse a la promoción de los derechos humanos y a la «transición a la democracia» en Cuba, participa activamente en operaciones montadas por la CIA para el reclutamiento y el financiamiento de supuestos «disidentes» o «opositores» en territorio cubano que luego se usan de agentes de inteligencia.
Sixto trabajó para el «Center» de Frank Calzón del 2005 al 2007 y luego pasó a la Oficina de Asuntos Intergubernamentales de Bush en julio del 2007 para atender «a legisladores estatales, grupos autóctonos americanos y funcionarios hispanos en asuntos como Cuba, Puerto Rico, salud, empleo, transporte, medio ambiente y energía», según AP.
El CFC tiene su sede en Arlington, Virginia, junto a la CIA.
La USAID sigue otorgando subsidios a toda una serie de grupúsculos no identificados, en su mayoría ligados a grupos extremistas de Miami, así como a organizaciones internacionales vinculadas a la CIA, tales como la francesa Reporteros Sin Fronteras y la checa People in Need.
La USAID, una dependencia del Departamento de Estado asociada a los servicios de inteligencia, es constantemente objeto de denuncias en América Latina, por sus actividades de subversión, desestabilización y de espionaje.