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El caso Palau, las maniobras de Convergència-Generalitat y la significativa ausencia de los dos representantes del Estado en la reunión del Consorcio

Fuentes: Rebelión

Para una información más completa del tema pueden ver estas referencias [1]. El punto que quiero destacar en esta breve nota refiere a una ausencia, a una significativa ausencia. Les recuerdo brevemente el tema: los Mossos registraron el Palau en julio de 2009, hace ya 8 años. La fiscalía, la tan criticada y denostada fiscalía, […]

Para una información más completa del tema pueden ver estas referencias [1]. El punto que quiero destacar en esta breve nota refiere a una ausencia, a una significativa ausencia.

Les recuerdo brevemente el tema: los Mossos registraron el Palau en julio de 2009, hace ya 8 años. La fiscalía, la tan criticada y denostada fiscalía, destapó el expolio de la institución (unos 24 millones o más) a manos de sus dos máximos responsables, Fèlix Millet y Jordi Montull. Ambos confesaron desde el inicio que se embolsaron dinero: en efectivo, obras en viviendas, viajes privados,… Callaron, en cambio, sobre el pago de comisiones a CDC a cambio de la adjudicación de obra pública (Ciudad de la Justicia, línea 9 del metro de Barcelona) en el último Gobierno de molt ex honorable, el marido de la Madre Superiora de la Congregación, que es el gran tema político-económico de fondo (las corruptelas de los miembros de las clases dominantes catalanas son parte del paisaje desde hace décadas sin que apenas nadie alce la mano). Empero, el silencio de ambos se rompió el día de su declaración en el juicio el pasado marzo de 2017: Millet y Montull confesaron entonces el pago de mordidas al partido nacionalista, ahora secesionista y con otro nombre. Ellos se llevaban un pellizco nada despreciable como intermediarios; la vida seguía igual, feliz y sin mucho esfuerzo para ellos. Su estatus «natural» desde hace un porrón de años.

Cambiemos ahora de coordenadas. La Fundación del Palau, una entidad privada, gestiona la institución. El Consorcio del Palau forma parte de la fundación y aporta los fondos públicos. Está integrado por representantes del Estado (dos votos), la Generalitat (tres) y el Ayuntamiento (dos). Cuando salieron a la luz los primeros indicios de financiación irregular de Convergència, el Consorcio señaló al partido de Pujol, Ferrusola, Mas, Oriol Pujol y Boi Ruiz. La estrategia cambió en 2013. CiU mandaba entonces en el Consistorio y la Generalitat. La exclusión del tesorero y del partido fue aprobada por las tres Administraciones; por las tres, incluyendo al Estado y al ayuntamiento convergente de Barcelona.

Pues bien, la antigua Convergència, a través de sus representantes en el Govern, impidió de nuevo el pasado viernes 12 de mayo que el Palau de la Música la acuse de cobrar comisiones de Ferrovial. Evitó así que los abogados cambiaran el criterio -la actual posición del Ayuntamiento de Barcelona- y le acusaran directamente de haber cobrado 6,6 millones de euros comisiones de Ferrovial a cambio de adjudicaciones de obra pública.

¿Cómo consiguió PDCat esa mayoría? Los tres votos en contra del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, del conseller de Cultura, Santi Vila, y del secretario general de Cultura, Pau Villòria, pesaron más que los dos votos con los que cuenta el consistorio de Ada Colau [3]. El PDECat se aseguró así que al menos una de las acusaciones no hable en sus conclusiones finales «del asunto que más factura puede pasarle al partido»]

Pero fue necesario algo más en la reunión del Consorcio el viernes: la ausencia, sin representación delegada, de los dos representantes del Ministerio de Cultura del gobierno español. ¿Cómo se explica esa ausencia? ¿No pudieron? ¿Se estropeó el AVE? ¿Alguna enfermedad con contagio?

Nada de eso. Tiempo al tiempo. Sigamos la posición del PDCat en las próximas votaciones parlamentarias en el Congreso de Diputados.

¿Quién dijo enemigos o adversarios? Cuanto es necesario, amigos de toda la vida, que se apoyan en ciénagas, cloacas y sistemas afines. El género humano, su género humano, es la Internacional de la corrupción y el dominio de clase.

El miércoles 17 las partes (acusaciones y defensas) dirán si mantienen o modifican sus conclusiones (penas de prisión, multas, responsabilidad civil) respecto a los acusados. Esperemos que no haya sorpresas de última hora.

Me olvidaba: existe un hombre bueno y honesto en todo este lodazal: Joan Llinares. Gestionó el Palau tras el escándalo y halló los papeles clave que enfangaron a la enfangada CDC.

Notas

1) http://www.eldiario.es/catalunya/politica/PDECat-recursos-Govern-minimizar-Palau_0_643585905.html

http://ccaa.elpais.com/ccaa/2017/05/14/catalunya/1494782027_936319.html

2) Las maniobras de la Generalitat no evitarán, desde luego, que la Fiscalía anticorrupción y la acusación de la FAVB señalen el -digamos «presunto»- cobro de comisiones de Convergència. No lo harán, en cambio, ni el Consorcio -el órgano público- ni la Fundación -el privado- del Palaua. La Fundación argumentó que no es posible acusar de un delito a alguien a quien no se ha señalado en el escrito de acusación provisional; el consistorio encargó un informe al penalista Juan Córdoba. El informe echa por tierra ese argumento.

3) La operación se repitió poco después en el seno de la Fundación Orfeó Català-Palau de la Música. En la reunión de su patronato, formado por 22 personas, se aceptó el criterio del Govern de al Generalitat para que tampoco la acusación que representa a la Fundación en calidad de perjudica acuse directamente a Convergència ni a Ferrovial (la petición del representante municipal tampoco encontró apoyos, más allá de uno de los patronos.) Fue precisamente David Madí, mano derecha en la sombra de Mas, quien más defendió ante los patronos no cambiar la orientación judicial de la acusación que ejerce la Fundación. El peso del poder convergente es muy fuerte aún.