Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos
El «hombre más rico del mundo», el dueño de Microsoft Bill Gates, anunció recientemente que iba a donar 10.000 millones de dólares para investigar vacunas que prevengan algunas de las peores enfermedades del mundo.
La malaria es el asesino número uno en África. Según he entendido, aproximadamente mil millones de dólares de la donación libre de impuestos de Bill Gates se dedicarán para investigar una vacuna contra la malaria.
En los últimos siete años Eritrea, el país africano donde vivo, ha reducido un 85% la mortalidad provocada por la malaria. ¿Cómo? Utilizando métodos básicos de sanidad pública, distribuyendo mosquiteras tratadas con pesticidas y volviendo a tratarlas con pesticidas cada siete meses, por medio de erradicación en el hábitat, y por medio de clínicas comunitarias para tratamiento inmediato.
La malaria es una enfermedad que se transmite por un parásito y es conocida por su variedad y rápido desarrollo de la resistencia a la medicación. Aun cuando miles de millones de dólares pudieran producirla, cualquier «vacuna» tendría una duración limitada y cada pocos años habría que llevar a los pobres de África nuevos medicamentos patentados.
Por lo tanto «donar» mil millones de dólares para desarrollar una «vacuna» contra la malaria puede convertirse en decenas de miles de millones de dólares en ventas de fármacos sólo en África y por medio de inversiones en compañías farmacéuticas, Bill Gates se embolsará tranquilamente más dinero africano ensangrentado.
Mientras tanto, en Eritrea está funcionando con mucho éxito un programa eficaz, seguro y asequible de reducción de la mortalidad.
¿Por qué no se le está dando publicidad internacionalmente? ¿Podría ser porque este programa no va a proporcionar miles de millones a los señores de los fármacos de las finanzas occidentales?
Por medio de su control de los medios de comunicación occidentales y de las organizaciones de «ayuda» Bill Gates y otros variados terroristas de las finanzas están suprimiendo la implementación de un programa contra la mortalidad de la malaria que funciona, mientras que invierten en la adicción a fármacos contra la malaria de los africanos.
Estos terroristas financieros están completamente deseosos de ver morir a millones de personas en África mientras investigan su próximo «fármaco milagroso» extremadamente beneficioso para curar la malaria, mientras que deliberadamente ignoran, o peor, traman una manera de ocultar lo que podría prevenir millones de muertes, por no hablar de un sufrimiento incalculable.
¿Y el sida, el asesino número dos en África? Se dice que Bill Gates va a proporcionar más de mil millones de dólares para investigar una vacuna contra el sida. Esta enfermedad basada en un virus ya ha demostrado tener variedades y haber desarrollado resistencia a medicamentos creados para tratarla. Como la vacuna de la gripe, lo más probable es que cada pocos años se tendría que desarrollar una nueva vacuna contra el sida para luchar contra las últimas cepas del virus del sida; una mina de oro para vender medicamentos nuevos y patentados a los enfermos de África.
Según Médicos por la Paz, Eritrea ha reducido en un 40% el índice de infección de sida y es el único país de África que ha reducido el sida. ¿Cómo? Utilizando en todas partes del país educación en salud pública que promociona el uso del condón. ¿Más de mil millones de dólares para una vacuna que puede que no funcione nunca mientras que un programa eficaz que se puede implementar inmediatamente de forma segura y asequible puede reducir en un 40% la infección del sida?
Recuerden que los multimillonarios occidentales no lograron amasar fortunas gracias al deseo genuino de ayudar. En África mueren millones de personas mientras los señores de los fármacos occidentales y sus accionistas terroristas financieros cosechan sus millones de dinero ensangrentado. Mientras tanto, los verdaderos héroes de la sanidad pública en Eritrea luchan para salvar las vidas de las personas.
No crean, pues, que Bill Gates está haciendo bien alguno cuando dona 10.000 millones de dólares en investigación de vacunas, sino todo lo contrario. Y no olviden que en lo que concierne a la implicación de Estados Unidos en África, ninguna buena intención queda impune y, de nuevo, Eritrea está sometida a sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU*.
Continúen atentos a Online Journal para más noticias sobre el Cuerno de África que la llamada prensa libre occidental se niega a cubrir.
* N. de la t.: Véase «¿Quién demoniza Eritrea y por qué?», Mohamed Hassan, http://www.rebelion.org/
Thomas C. Mountain era, en otra vida, educador, activista y profesional médico alternativo en Estados Unidos. Correo electrónico: [email protected].
Fuente: http://alethonews.wordpress.