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El colapso de la clase media estadounidense

Fuentes: Rebelión

 El senador estadounidense Bernie Sanders ha emprendido recientemente una campaña bajo el título de «El colapso de la clase media», que busca llamar la atención acerca de la crisis económica que sacude el país y sus efectos sobre la población intermedia. Los relatos de más de 600 personas recogen el efecto de las políticas internas […]

 El senador estadounidense Bernie Sanders ha emprendido recientemente una campaña bajo el título de «El colapso de la clase media», que busca llamar la atención acerca de la crisis económica que sacude el país y sus efectos sobre la población intermedia. Los relatos de más de 600 personas recogen el efecto de las políticas internas del gobierno de George W. Bush, que han determinado en los últimos años un crecimiento histórico de las cifras de pobreza, y que en el marco de la actual crisis económica, comienzan a resquebrajar la seguridad económica de sectores de clase media.

Un congresista atípico

El senador estadounidense Bernie Sanders es el único congresista de la historia imperial que se ha declarado como «socialista demócrata», y no sólo no ha muerto en el intento, sino que ha sido reelecto por el estado Vermont tres veces como diputado, mientras que en 2006 arrasó en su nominación al senado. Todo eso, después de haber sido electo cuatro veces consecutivas alcalde de la ciudad de Burlington, donde desarrolló el primer proyecto de financiamiento público de cooperativas de vivienda de la historia del país.

Aunque su trayectoria no está exenta de contradicciones, y sin duda mantiene relaciones con el capital para poder sobrevivir en ese escenario, Sanders es una voz discordante en el congreso imperial. Senador independiente, está inscrito en la tendencia Progresista del partido demócrata, pero vota con frecuencia en contra de las decisiones del partido. Es un activo denunciador de los abusos de George W. Bush, y ha votado en contra de todas sus aventuras guerreristas.

Califica al actual periodo gubernamental como una «presidencia imperial», y ha denunciado de manera sistemática los abusos en Irak y Afganistán, en Guantánamo, en las prisiones secretas; así como los brutales recortes de derechos humanos bajo la Ley Patriota y las políticas de escuchas indiscriminadas contra toda persona señalada por el gobierno.

Contra el «libre mercado»

En el campo social, denuncia activamente las condiciones de servidumbre en la que trabajan miles de jornaleros en el sur de EEUU, sobre todo en la Florida, y ha señalado con crudeza los efectos de empobrecimiento de las políticas neoliberales de Bush. Es también opositor de los Tratados de Libre Comercio, tanto en base a argumentos de protección de los derechos de los trabajadores y trabajadoras estadounidenses, como por los nefastos efectos que tienen sobre las economías y vida social del tercer mundo.

Ha retratado en los siguientes términos los efectos del TLCAN, que la oligarquía mexicana firmó en 1993 con Canadá y EEUU: «En México, el sector agrícola se ha visto devastado por las exportaciones baratas de la agroindustria de EEUU. La pobreza ha aumentado, la clase media ha declinado y el pueblo está literalmente muriendo en el desierto, intentando huir de México para venir a los EEUU. Las familias de trabajadores y trabajadoras sufren, mientras los ricos se han vuelto más ricos, y ahora tenemos la obscenidad de que la persona más rica del mundo, el mexicano Carlos Slim Helu, viene de un país en el que millones de familias luchan para alimentar a sus hijos»

Las inclemencias del frío y el calor

En 2006, Sanders abrió la puerta para que el programa de diesel barato que la empresa venezolana Citgo adelanta en EEUU también se extendiera a Vermont, un estado fronterizo con Canadá, que enfrenta temperaturas de menos de -20º todos los inviernos. De acuerdo a las estadísticas disponibles, más de 1000 estadounidenses murieron congeladas en sus casas entre 1992 y 2002, mientras que el calor del verano se cobró más de 3400 víctimas entre 1999 y 2003.

Hace apenas dos semanas, Sanders introdujo un proyecto de ley para asegurar el financiamiento federal para los programas de diesel económico para familias pobres y lugares de beneficencia, tanto para el invierno como para el verano. Al presentar la llamada «Ley Caliente en Invierno y Frío en Verano», Sanders denunció que en contraste con el alza dramática de los precios de diesel, el programa federal de financiamiento a estos sectores se ha reducido en más del 20% en los dos últimos años, y alertó que si no se tomaba una acción determinante, en invierno sobrevendría una emergencia mayor a la de las inundaciones.

El colapso de la clase media estadounidense

Sanders ha emprendido recientemente una campaña bajo el título de «El colapso de la clase media», que busca llamar la atención acerca de la crisis económica que sacude el país y sus efectos sobre la población intermedia. «A medida que los precios de la gasolina aumentaron y la nación se adentró en la recesión», señala Sanders en el folleto de la campaña, su oficina realizó un llamado por internet a las capas medias de la población para conocer los efectos de la situación económica sobre su vida familiar. Como resultado, recopiló más de 600 relatos de personas que viven en estados a lo largo de todo el país .

Las respuestas que recibió «describen el declive de la clase media de EEUU», afirma Sanders, «hablan de familias que hace poco pensaban que estaban económicamente seguras, pero que ahora se encuentran hundiéndose en la desesperación y la desesperanza». Las cartas refieren la experiencia de familias que no pueden calentar sus hogares en el invierno, que no saben si podrán llenar el tanque de gasolina, que no saben cómo podrán soportar la vejez, que no tienen como ahorrar para la educación de sus hijos, o que viven sin seguro de salud – en un país donde la salud pública es virtualmente inexistente.

Un contribuyente señaló que lucha «todos los días para poner comida en el plato…», mientras que otro afirmó que «sólo comemos dos veces al día para ahorrar…». Una madre soltera del noroeste del país a la que ya no le alcanza para comprar diesel de calefacción, describió así su lucha contra los rigores del invierno: «Por suerte, alguien me regaló una estufa de madera… en febrero nos quedamos sin leña y quemamos los muebles del salón…». Otro se queja amargamente: «Este es el año más duro de toda mi vida. Tengo lo que se consideraba un trabajo decente, trabajo duro, pero el dinero ya no alcanza… Estoy triste, arruinado y muy asustado».

La crisis en carne y hueso

La campaña denuncia la creciente demanda de servicios de alimentación de beneficiencia: «En nuestro país, por primera vez desde la Gran Depresión, hay un ratio de ahorro personal de cero y, a lo largo del país, los establecimientos de alimentación de socorro están siendo invadidos por familias obreras cuyos salarios insuficientes no les permiten alimentar a sus familias».

«Desde que George W. Bush ha estado en el gobierno», denuncia el senador de Vermont, «5 millones de estadounidenses han entrado en la pobreza, 8 millones han perdido su seguro de salud y 3 millones han perdido sus pensiones. En los últimos 7 años, el ingreso promedio de un hogar en los EEUU ha descendido $2,500». No obstante, señala, «una cosa es leer los fríos datos de las estadísticas económicas que describen el colapso de la clase media de EEUU, y otra es entender, en términos de carne y hueso, lo que eso quiere decir para la vida de estadounidenses ordinarios».

Fuentes:
http://sanders.senate.gov/
http://www.sanders.senate.gov/qa/meetingqs.cfm