Traducido para Rebelión por Carmen García Flores
En el caos libio, los bereberes, o mejor dicho los imazighen como ellos prefieren que los llamen, están luchando para hacer oír su voz. Su portavoz, Fathi N’khalifa, presidente electo del consejo amazigh mundial, considera la creación de un partido político. A sus 48 años posee un lenguaje preciso; militante desde hace más de veinte años aboga por una Libia sin distinción de etnias ni de religiones. Él lo explica durante su paso por París.
Fathi N’khalifa es libio. Pero desde que fue elegido presidente mundial del congreso amazigh (CMA)(1), el pasado 2 de octubre de 2011, no pude vivir en Libia.
Al igual que bajo el mandato de Gadafi no se siente seguro en su país. En el período de la «Guía de la Revolución» tuvo que refugiarse en los países bajos. Presidente electo de CMA volvió a Libia con la esperanza de hacer avanzar la causa amazigh, pero ha tenido que volver a Holanda, amenazado, esta vez, por un grupo armado. «Durante el verano de 2012 las brigadas revolucionarias libias(2) me acusaron de traición en internet, de separatista, de ser un agente israelí. Me han condenado a la horca, por lo que he tenido que tomar precauciones» dice. Desde entonces él no pasa más que breves estancias en su país. Para él los Imazighen no están siendo más favorecidos que durante el régimen anterior.
«Lo que nosotros queremos es la igualdad de todos dentro de la Constitución» asegura. Una igualdad que no está garantizada, según él, en el proyecto de ley fundamental actualmente en discusión. Es por lo que, dice, las minorías amazigh y tubu(3) han decidido no presentarse a la elección prevista a finales de octubre por el comité encargado de redactar el texto.
ESTUDIOS EN LA URSS DURANTE LA DISIDENCIA
No es la primera vez que Fathi N’Khalifa se declara disidente. Una actitud peligrosa en la Libia de Gadafi, donde, sin embargo se le había ofrecido un futuro. Nacido en una familia modesta, hijo de un conductor de mercancías pesadas de Zouara, en la costa oeste, N’Khalifa es distinguido por sus buenos resultados escolares. Se le envía a estudiar a la URSS de donde vuelve con un diploma en ingeniería química y nuclear, una especialidad que contaba con los favores del régimen. Pero el joven ingeniero se plantea cuestiones sobre los derechos humanos y sobre la marginalidad de su pueblo que representa al menos el 10% de los libios (4). El tamazigh, su lengua, no tiene ningún derecho en un país centrado en la identidad árabe. Pero en aquella época era casi imposible militar en un Estado sin partidos y sin sociedad civil.
Bajo el mandato de Gadafi, este tipo de actividades no pasan mucho tiempo desapercibidas. «nos reuníamos en pequeños grupos informales«reconoce. Al sentirse en peligro, el hombre se expatria a Marruecos donde se casa y funda una sociedad de importación-exportación. Participa en la Conferencia Internacional de Londres de 2005, con la intención de unificar a al oposición, pero aún en observación. «Jamás he sido miembro de ningún partido» precisa. Un perfil interesante a los ojos de Seif al-Islam Gadafi quien a finales de la primera década del siglo XXI el hijo mayor de la segunda mujer del Guía, sin título oficial, se encarga de captar a los opositores en el extranjero. «Muchos de ellos vuelven a Libia atraídos por las promesas de puestos bien remunerados. Yo no» afirma N’Khalifa. El régimen tiene todo ensayado, añade. Recibió en Marruecos la visita de intermediarios que le propusieron un gran mercado para su empresa a condición de mostrar su lealtad. El lo rechaza, es entonces cuando «la presión aumenta» . Un día de 2008, un adjunto de un responsable importante de los servicios secretos, Abu Zeid Dorda anuncia la visita para dos días después de su patrón con un mensaje personal del hijo de Gadafi: desea hablarle de los Derechos Humanos. N’ K halifa aún responde no «le dije que Seif no tenía ningún título oficial y que la cuestión de los derechos humanos debía discutirse a plena luz del día en una conferencia.
EL ASILO POLÍTICO EN LOS PAÍSES BAJOS
En una última tentativa, le ofrecen dinero. » un hombre de negocios marroquí viene a transmitirme una oferta; yo debería fijar mi propio precio » Aun así, lo rechaza. El régimen de Gadafi cambia de método. » Me entero en ese momento de que el régimen libio ha pedido mi extradición al gobierno de Marruecos, con lo cual sé que la seguridad de mi familia y la mía ya no están garantizadas «.
A partir de este momento Fathi entra en contacto con el alto comisionado de los refugiados (HCR) de la ONU. En julio de 2010 obtiene el asilo político en los Países Bajos. Cuando estalla la revolución en Libia, es cooptado para el Consejo Nacional de Transición (CNT) en el que se convierte en una especie de embajador itinerante y multiplica los contactos internaciones y sus entrevistas. Pero una vez más no acepta ocupar un puesto tan notable » Dimito tras la caída de Trípoli. Estimo que la CNT no podía dirigir un país sin haber sido elegida «. Además desea retomar la lucha por la causa amazigh. Se hace elegir presidente del Congreso Mundial lo que le supone tener que defender públicamente, por ejemplo a los Touaregs del Movimiento Nacional para la Liberación del Azawuad (MNLA) en Mali. Hoy en día en África los combates de los pueblos se llevan a cabo dentro de los ámbitos nacionales.
UN PARTIDO PARA TODOS LOS LIBIOS
N’Khalifa considera lanzar próximamente un partido libio «abierto a todos los libios» que no contará con referencias étnicas. En principió se reclutará gente entre los bereberes, incluídos los Tuaregs y los tubúes, otra minoría aliada. No se trata, sin embargo de reivindicar un federalismo que daría origen a una región amazigh en aquellas zonas en las que los imazighen fueran numerosos en el oeste de Libia y a tora región tuareg en el sur. El presidente del CMA sabe que en Libia, una lucha puramente identitaria no tendría futuro. Muchos imazighen no comparten esta visión. Él mismo reconoce que las ideologías salafistas reclutan a personas tanto entre imazighen como entre los árabes. De origen amazigh el presidente del parlamento, Nouri Bousahmein se mantiene alejado de la revuelta.
El futuro partido tendrá como primera misión explicar las reivindicaciones, que por el momento se manifiestan en el rechazo de las instituciones por incurrir a veces en la violencia. El 17 de julio N’Khalifa anunció boicotear la elección de la comisión constituyente. «No designa a las minorías más que seis escaños de sesenta, a los Imazighen, tuaregs y tubus. Exigimos como mínimo que estos representantes tenga el derecho a veto en todas las decisiones que les conciernan: la elección de lenguas nacionales, símbolos, religión, entre otras».
Dos veces, el 25 de julio y el 30 de septiembre de 2013 grupos de jóvenes imazighen de Nalout, han cerrado los o leoductos en señal de protesta. El pasado 13 de agosto, algunos manifestantes han saqueado el parlamento. N’Khalifa ha abandonado brevemente su exilio holandés para participar en la manifestación. Las demandas de los imazighen y de los tubúes siguen constantes, ha explicado: » queremos que sean inscritas tres lenguas oficiales en la futura Constitución: el árabe el tamazigh y la lengua tubú; rechazamos que Libia sea designada como un país árabe y que la charia se inscriba como fuente de derecho «.
No obstante el presidente del CAM asegura no querer encerrarse en una reivindicación identitaria. » por el contrario, nosotros queremos refundar una Libia. Hay muchos libios que no se aceptan como tales, cuando profundizan un poco, dicen que sus ancestros vienen de los árabes, aunque esto no sea verdad y yo les digo: ¡despertad! ¡sois libios!».
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El Congreso mundial amazigh es una ONG compuesta por asociaciones culturales amazigh -los bereberes del tiempo de la colonización y los tuaregs de diez países: Argelia, Burkina-faso, Islas canarias, Egipto, L ibia, Mali, Marruecos, Mauritania, Níger y Túnez. Los tuaregs pertenecen al pueblo amazigh y conservaron el alfabeto.
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Reagrupación de varios grupos de excombatientes de la revolución con un fuerte componente de ancianos de la B rigada del 17 de febrero, una de las punta de lanza de la caída de Gadafi.
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Grupo étnico presente en el norte de Tchad, en el sur de Libia y en el noreste de Níger.
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Estimación, porque no existe estadísticas oficiales.
Fuente original: http://orientxxi.info/magazine/le-combat-du-president-libyen-du,0387
Traducido por Carmen García Flores