«El ébola es un asunto de bioseguridad, la investigación corre a cargo de los ministerios de Defensa de países como Estados Unidos o Japón». Son palabras de Carlos Lopes (Guinea Bissau, 1955), secretario ejecutivo de la Comisión Económica para África de Naciones Unidas y reconocida voz del continente africano. Lo dijo hace unos días a […]
«El ébola es un asunto de bioseguridad, la investigación corre a cargo de los ministerios de Defensa de países como Estados Unidos o Japón». Son palabras de Carlos Lopes (Guinea Bissau, 1955), secretario ejecutivo de la Comisión Económica para África de Naciones Unidas y reconocida voz del continente africano. Lo dijo hace unos días a su paso por Canarias en un foro convocado por Casa África.
«El ébola es un asunto militar, de bioseguridad, la investigación corre a cargo de los ministerios de defensa de países como Estados Unidos o Japón», ha dicho Carlos Lopes (Guinea Bissau, 1955), secretario ejecutivo de la Comisión Económica para África de Naciones Unidas y reconocido como «el hombre de África para Naciones Unidas» por Miguel Ángel Palacios Fernández, embajador de España en Etiopía, la capital diplomática africana en la que comparte residencia con Lopes. «El ébola es una de las cinco enfermedades calificadas como posibles armas biológicas», concluyó.
«No es realista pensar que los países africanos podrán invertir una cantidad ingente de millones en avanzar en la investigación del fármaco que logre frenar el ébola», dijo Lopes, además de sostener que en términos económicos se notará en inversiones, importaciones y exportaciones la presencia del ébola, sobre todo, en los tres países más afectados, Sierra Leona, Liberia y Guinea, aunque también en el resto del continente por el efecto mediático de simplificar África a tres países, cinco o a una región. En la conferencia entre presidentes africanos y Estados Unidos mantenida en agosto, un periodista, encargado de dinamizar una mesa redonda en torno al futuro del continente, preguntó al presidente de Tanzania por la expansión del virus. Kikwete no contestó. Volvió a preguntar y respondió así:
A su paso por Canarias, Lopes ha hecho una radiografía de la situación económica y social del continente africano en la que estableció como clave para el desarrollo del continente «innovar en el campo de la transformación», alterando «los patrones de producción». Citó como ejemplo los casos de Pratto, en Italia, o Ganajuato, en México, en los que la inversión china alteraron el ecosistema local, en base a producción, y aseguró que África «no debe seguir ese camino, debe buscar su propia receta de desarrollo», que vinculó a establecer procesos de producción en el continente y mejorar «su capacidad de negociación».
«Se debe enfrentar la encrucijada. África está en el proceso de tomar decisiones propias y correctas aunque en algunos casos pueda parecer que no son estratégicas», añadió Lopes que recordó el discurso que pronunció en 2003 Koffi Anan en la Asamblea General de Naciones Unidas en la que dijo: «Excelencias, hemos llegado a una encrucijada». Lopes cree que ahora África se encuentra ante el mismo destino y es el momento de tomar decisiones relevantes para el futuro de los países que conforman el continente.
Rehúye, en su teoría, de imitar los modelos de desarrollo que han aplicado América Latina o los países del sudeste asiático. En su opinión, África debe crear en base a sus recursos y en la generación de empleos que conduzcan hacia la igualdad de oportunidades.
Fuente: http://www.guinguinbali.com/index.php?lang=es&mod=news&task=view_news&cat=2&id=4137