«Marruecos ha desarrollado una compleja red de espionaje»
El Sáhara Occidental, una región en conflicto desde hace décadas, se encuentra actualmente bajo una intensa vigilancia y represión intensificada por parte del régimen marroquí.
Desde que estalló la guerra en la región hace tres años, las fuerzas marroquíes han intensificado su control sobre los saharauis, buscando eliminar cualquier resistencia tanto física como ideológicamente. Este artículo explora las tácticas de espionaje y represión empleadas por Marruecos, su evolución histórica y su impacto en la sociedad saharaui.
La guerra en el Sáhara Occidental y la represión inicial
La reanudación del conflicto armado en el Sáhara Occidental en 2020 marcó un punto de inflexión en la represión ejercida por Marruecos. Las primeras olas de represión se centraron especialmente en periodistas y activistas de derechos humanos, con un énfasis particular en mujeres y jóvenes. Las protestas que surgieron como respuesta a estas medidas fueron rápidamente desmanteladas por las fuerzas de ocupación.
La intensidad del cerco en los territorios ocupados es notable. La represión no solo se manifiesta en violencia física, sino también en discriminación laboral, escolar y profesional. La segregación basada en el pensamiento político y la identidad saharaui es una herramienta clave del régimen para mantener el control.
La red de espionaje marroquí: métodos y evolución
Marruecos ha desarrollado una compleja red de espionaje en el Sáhara Occidental, combinando métodos antiguos con tecnologías modernas. Desde la invasión inicial a mediados de los años 1970, Marruecos ha aprendido y adaptado tácticas de represión de otros contextos coloniales, como la Casbah argelina.
Los métodos de espionaje incluyen la militarización de las calles y la infiltración de informantes en la vida cotidiana de los saharauis. Estos informantes se presentan como mendigos, guardias de estacionamiento o empleados en mezquitas, tiendas y cafeterías. Además, la distribución de la población ha sido manipulada para equilibrar el número de saharauis y colonos, desestabilizando así los barrios tradicionalmente saharauis.
Restricciones y vigilancia tecnológica
La ocupación marroquí también impone restricciones severas a la libre circulación y utiliza tecnologías avanzadas para la vigilancia. Desde el verano de 2023, Marruecos ha implementado el reconocimiento por iris y el análisis de la estructura craneal, vinculando estos procedimientos a la obtención de documentos administrativos y la inscripción en el Fondo de Seguridad Social.
El uso de drones israelíes para la vigilancia aérea y el rastreo de movimientos es otra táctica moderna. Estos drones permiten a Marruecos controlar en tiempo real las actividades de los saharauis, desde sus compras hasta sus relaciones personales.
Represión en el desierto y zonas rurales
La represión no se limita a las áreas urbanas. En los últimos cinco años, el control se ha extendido al desierto y las zonas de pastoreo de los nómadas saharauis. Las autoridades prohíben la instalación de más de tres tiendas de campaña juntas y restringen las reuniones, incluso las visitas a tumbas y celebraciones en santuarios, que requieren autorización del Ministerio del Interior marroquí.
La represión marroquí ha convertido el Sáhara Occidental en una prisión al aire libre, utilizando la violencia y la intimidación para mantener su control. Las tácticas incluyen palizas, torturas, persecuciones, violaciones, juicios arbitrarios, arrestos domiciliarios y cortes de servicios esenciales como electricidad, agua y telefonía.
La ocupación del Sáhara Occidental por parte de Marruecos es un ejemplo claro de colonialismo moderno, donde las tácticas de espionaje y represión han evolucionado para mantener un control férreo sobre la población saharaui. A pesar de la intensa vigilancia y la represión, la resistencia saharaui persiste, recordándonos la continua lucha por la autodeterminación y los derechos humanos en una de las regiones más vigiladas y controladas del mundo.
Referencia:
1. ECSAHARAUI. «Marruecos intensifica su espionaje en el Sáhara Occidental ocupado por temor a un levantamiento popular». Publicado el 16 de julio de 2024.