El fiscal general de Kenia, Amos Wako, ha pedido una investigación independiente sobre los resultados de las votaciones que han llevado a la controvertida reelección del presidente Mwai Kibaki. Wako afirmó que «debería llevarse a cabo inmediatamente un recuento correcto de las actas válidas y confirmadas». El fiscal general declaró a la televisión nacional que […]
El fiscal general de Kenia, Amos Wako, ha pedido una investigación independiente sobre los resultados de las votaciones que han llevado a la controvertida reelección del presidente Mwai Kibaki. Wako afirmó que «debería llevarse a cabo inmediatamente un recuento correcto de las actas válidas y confirmadas».
El fiscal general declaró a la televisión nacional que el recuento de los votos presidenciales disputados para verificar el ganador se podía hacer sin la intervención de los tribunales, una iniciativa ya sugerida por los obispos católicos.
Se considera que un recuento correcto de los votos mitigaría las mortales turbulencias políticas y tribales a las que se enfrenta Kenia.
El Movimiento Democrático Naranja de Raila Odinga, que ha venido condenado los resultados como fraudulentos no ha reaccionado inmediatamente a las declaraciones de Wako, que suponen una auténtica divergencia con la posición del gobierno. El gobierno ha pedido repetidamente a Odinga que busque reparación en los tribunales.
Sin embargo, algunos keniatas han acogido la petición con reservas y se preguntan cómo se llevará a cabo un recuento correcto ante la desaparición de los formularios 16 y 16A rellenados por los presidentes de mesa de las cajas de seguridad de la Comisión Electoral en la capital, Nairobi.
Otros señalan que la iniciativa es un intento calculado para legitimar la disputada victoria de Kibaki.
La declaración del fiscal general se ha producido después de la dispersión de la concentración de esta mañana en la que el MDN planeaba reunir a un millón de personas en el Parque Uhuru en Nairobi.
Mientras tanto, el presidente de la Unión Africana, John Kufuor, ha cancelado su viaje a Kenia para mediar entre el gobierno y la oposición. La cancelación se ha producido después de la negativa del gobierno a aceptar una mediación internacional en una crisis que se ha cobrado las vidas de más de 300 personas y ha desplazado a decenas de miles.