El delegado del Frente Polisario en España, Abdulah Arabi, aseguró este miércoles que la posición del Gobierno español con respecto al Sáhara Occidental es «insuficiente», ya que Marruecos «va a seguir intentando deshacerse de sus compromisos internacionales».
Abdulah Arabi respondía así a las palabras de la ministra española de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, quien en una intervención en el Congreso subrayó hoy que la posición de España sobre el Sáhara Occidental es «constante, no ha cambiado y no va a cambiar», y se basa en el multilateralismo, el respeto de las normas internacionales y las resoluciones de la ONU.
A juicio del Polisario, todo lo que no sea ayudar a encontrar una solución lo antes posible en el Sáhara Occidental es «insuficiente», porque Marruecos «va a seguir intentando deshacerse de sus compromisos internacionales. Todos los países, sobre todo España, deben exigirle en sus relaciones bilaterales y de cooperación el respeto a los derechos humanos y a los acuerdos internacionales», argumentó Arabi a EFE.
A pesar de considerar esta declaración «insuficiente», Arabi valoró positivamente el hecho de intentar centrar todo el esfuerzo en el marco de las Naciones Unidas, «un indicio de que ningún gobierno ha querido seguir los pasos de (Donald) Trump de reconocer ilegalmente y, sin respetar los acuerdos internacionales, una supuesta soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental».
El delegado del Frente Polisario reclamó que «se deje al pueblo saharaui pronunciarse sobre lo que quiere ser», en una clara alusión al referéndum del Sáhara Occidental establecido por Naciones Unidas, y que aún no se ha celebrado.
En ese sentido, instó al Gobierno español a que se involucre de manera más activa en este conflicto: «Hasta que no se produzca el referéndum, España tiene una responsabilidad como potencia administradora y tiene que actuar en consecuencia», dijo.
Arabi también dio su punto de vista sobre la última crisis entre España y Marruecos, de la que aseguró que «muestra de lo que es capaz Marruecos, que juega con vidas humanas para conseguir sus objetivos políticos».
También señaló que con la postura adoptada por Marruecos en la frontera de la ciudad española de Ceuta, en el norte de África, el pasado mayo, cuando la permisividad de la policía marroquí permitió la entrada a territorio español de más de 8.000 inmigrantes irregulares, la causa saharaui sale reforzada internacionalmente, pues «sufre diariamente» episodios similares.