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El genocidio saharaui no es una metáfora, es una realidad jurídica constatada por un tribunal europeo

Fuentes: No te olvides del Sáhara Occidental

Cuando la justicia habla: el genocidio saharaui reconocido por la Audiencia Nacional

En abril de 2015, un auto de la Audiencia Nacional española reconocía algo que durante décadas el pueblo saharaui había denunciado: Marruecos cometió crímenes que encajan en la definición de genocidio. El magistrado Pablo Ruz, en el sumario 1/2015, describía con claridad los hechos: “ataque sistemático contra la población civil saharaui por parte de las fuerzas militares y policiales marroquíes: bombardeos contra campamentos de población civil, desplazamientos forzados de población civil, asesinatos, detenciones y desapariciones de personas; todas ellas de etnia saharaui y debidamente individualizadas a dicho origen con la finalidad de destruir total o parcialmente dicho grupo de población y para apoderarse del territorio del Sáhara Occidental”.

Este auto, lejos de ser una declaración simbólica, fue la constatación jurídica de un crimen que sigue sin respuesta ni reparación. La inscripción de aquel documento, grabada en los muros de los campamentos de refugiados, es un recordatorio imborrable: el genocidio saharaui no es una metáfora, es una realidad jurídica constatada por un tribunal europeo.

Gaza: un veredicto histórico de Naciones Unidas

Diez años más tarde, en septiembre de 2025, la Comisión Internacional Independiente de Investigación de Naciones Unidas ha emitido un informe demoledor: Israel ha cometido genocidio contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza. Según el documento, “Israel ha cometido genocidio contra los palestinos en la Franja de Gaza al causar graves daños físicos y mentales, infligir condiciones de vida calculadas para provocar su destrucción física y cometer asesinatos masivos contra miembros del grupo”.

La Comisión no se limita a describir los crímenes: advierte de la responsabilidad de todos los Estados de actuar. En palabras textuales: “Todos los Estados tienen la obligación de poner fin al genocidio, de no ser cómplices en su comisión y de enjuiciar a los responsables. La inacción constituye en sí misma una forma de complicidad”.

Un mismo patrón de impunidad

Lo que une al genocidio saharaui con el genocidio palestino es un patrón compartido: la ocupación colonial, el despojo de la tierra, la violencia sistemática contra una población considerada “prescindible” y la protección política de potencias que bloquean la justicia. Marruecos y su ejército, con apoyo de Francia y Estados Unidos, bombardearon a civiles saharauis en Um Draiga, Amgala o Tifariti con fósforo blanco y napalm, dejando cientos de muertos y heridos. Israel, con el respaldo incondicional de Washington y las armas de Occidente, ha arrasado Gaza con bombardeos indiscriminados y hambre planificada.

Ambos Estados se sostienen sobre una misma lógica: la aniquilación del pueblo colonizado para perpetuar la ocupación del territorio. Y ambos disfrutan de la impunidad que les brindan sus alianzas internacionales. No es casual que Marruecos e Israel hayan estrechado lazos militares, de inteligencia y diplomáticos en los últimos años. Son aliados en la ocupación y socios en la impunidad.

La complicidad internacional

Tanto en el caso saharaui como en el palestino, el mayor obstáculo para la justicia no ha sido la falta de pruebas, sino la complicidad internacional. España, antigua potencia colonizadora, firmó en 1975 los ilegales Acuerdos de Madrid que entregaron el Sáhara Occidental a Marruecos. Desde entonces ha mantenido una política de abandono, incumpliendo sus obligaciones como potencia administradora reconocida por la ONU.

En Gaza, la comunidad internacional ha sido testigo de la devastación en directo, retransmitida por periodistas y organizaciones de derechos humanos. Sin embargo, la reacción mayoritaria ha sido mirar hacia otro lado, enviar armas a Israel y vaciar de contenido el derecho internacional. En ambos casos, los pueblos ocupados se han convertido en víctimas sacrificables de una geopolítica dominada por intereses económicos, energéticos y estratégicos.

Memoria y justicia

El genocidio saharaui y el genocidio palestino demuestran que el derecho internacional, por sí solo, no detiene los crímenes. Necesita de pueblos movilizados, de solidaridad activa y de voluntad política. La inscripción del auto de la Audiencia Nacional en los muros de los campamentos saharauis no es un gesto de memoria, sino un acto de resistencia: recordar a las víctimas, denunciar a los culpables y mantener viva la exigencia de justicia.

El informe de la ONU sobre Gaza tiene que servir del mismo modo: como herramienta de denuncia, como arma jurídica y moral frente a la impunidad. No basta con reconocer el genocidio, hay que detenerlo y sancionar a sus responsables.

Sáhara y Palestina: una misma lucha

Decir que el Sáhara Occidental y Palestina son luchas hermanas no es un eslogan, es una constatación histórica y jurídica. Ambos pueblos sufren ocupación militar, despojo de recursos naturales, represión sistemática y campañas de exterminio que constituyen genocidio. Ambos cuentan con resoluciones internacionales que reconocen sus derechos, y ambos chocan contra la hipocresía de un sistema internacional dominado por quienes protegen al ocupante.

Por eso, cada vez más voces llaman a unir las luchas, a denunciar en bloque a Israel y Marruecos, y a boicotear sus eventos deportivos, culturales y comerciales mientras sigan practicando el colonialismo armado y el genocidio. No hay neutralidad posible: o se está con las víctimas o con los verdugos.

Conclusión

El genocidio saharaui y el genocidio palestino son heridas abiertas que atraviesan el presente. Son también pruebas de que el sistema internacional actual protege más al ocupante que al ocupado. Ante esa realidad, la única salida es la denuncia, la solidaridad y la resistencia activa.

Porque del Sáhara a Palestina, el mensaje es el mismo: no habrá paz sin justicia, no habrá justicia sin memoria, y no habrá memoria sin la verdad del genocidio reconocido.

Victoria G. Corera. Plataforma “No te olvides del Sáhara Occidental”

Fuente: https://noteolvidesdelsaharaoccidental.org/el-genocidio-saharaui-no-es-una-metafora-es-una-realidad-juridica-constatada-por-un-tribunal-europeo-victoria-g-corera/