El primer ministro de Mauritania, Zeine Ould Eidane, presentó la tarde del martes la dimisión de su gobierno en pleno al presidente Sidi Mohamed Uld Cheij Abdallahi, informaron fuentes oficiales, sin que se hayan dado a conocer los motivos de la dimisión. Uld El Waghev pasa ser el nuevo primer ministro.La Presidencia mauritana hizo público, […]
El primer ministro de Mauritania, Zeine Ould Eidane, presentó la tarde del martes la dimisión de su gobierno en pleno al presidente Sidi Mohamed Uld Cheij Abdallahi, informaron fuentes oficiales, sin que se hayan dado a conocer los motivos de la dimisión. Uld El Waghev pasa ser el nuevo primer ministro.La Presidencia mauritana hizo público, el martes por la noche, un escueto comunicado en el que explica que «el presidente de la República recibió este día al primer ministro Zeine Ould Eidane, quien le presentó la dimisión del Gobierno. El presidente de la República aceptó esta dimisión y dio las gracias al primer ministro y a los miembros del Gobierno por los esfuerzos y el trabajo que realizaron».
Las mismas fuentes indicaron que el nuevo primer ministro es Yahya Uld Ahmed El Waghev, presidente del partido ADIL, del que también forma parte el presidente Abdallahi.
Zeine Uld Zeidan, de 42 años de edad, pasó a ocupar el cargo en abril de 2007. Por su parte, Yahya Uld Ahmed Waghf, de 48 años, ha ejercido como profesor en la facultad de ciencias económicas y jurídicas de Nouakchott y ha sido ministro encargado de la secretaría general de Presidencia.
Aunque no se han dado a conocer los motivos de la dimisión en pleno del ejecutivo, el gobierno ha venido recibiendo durante las últimas semanas numerosas críticas por haber fracasado supuestamente en su labor. También durante los últimos meses el país ha pasado por un período de incertidumbre tras la perpetración de varios ataques terroristas atribuidos a supuestos seguidores de Al Qaeda.
El presidente Abdellahi fue el vencedor de las presidenciales del 25 de marzo de 2007, prometiendo entonces dedicarse a consagrar el proceso democrático iniciado por la anterior Junta Militar que derrocó al régimen de Taya. Su candidatura contó con el apoyo de una coalición de 18 partidos, los cuales incluyen a varios antiguos altos cargos del gobierno de Taya. Abdallahi, de este modo, era el candidato más considerado como el representante del «viejo régimen».
Más de 2.300 refugiados en Senegal han regresado a Mauritania desde enero.
La llegada esta semana a Mauritania de un nuevo grupo de refugiados mauritanos en Senegal, compuesto por 278 personas pertenecientes a 74 familias exiliadas desde hace más de 18 años, eleva a 2.374 el número de repatriados desde enero en la operación retorno al hogar.
El último contingente llegó el lunes a la localidad de Boghé, a unos 320 kilómetros al sur de la capital, tres días después de que otros 360 mauritanos expulsados en 1989 volvieran al país como parte del acuerdo firmado el pasado noviembre entre Senegal, Mauritania y la Alta Comisaría de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
El éxodo de unos 60.000 mauritanos a Senegal y Mali se remonta a un conflicto fronterizo que degeneró en violencia entre etnias en 1989 y desde entonces, alrededor de 35.000 pudieron regresar a su país por sus propios medios.
El ex presidente mauritano Muauiya Sidi Uld Ahmed Tayá, que estuvo en el poder desde diciembre de 1984 hasta agosto de 2005, rechazaba categóricamente el retorno organizado o dirigido por organizaciones internacionales y hubo que esperar a la elección de Sidi Uld Cheij Abdalá en marzo de 2007 para poner en marcha esos mecanismos.
Una vez llegados a territorio mauritano, a los refugiados se les entregan sus papeles de estado civil antes de quedar a cargo de la Agencia Nacional para la Acogida y la Inserción de los Refugiados (ANAIR), un organismo creado en enero de 2008 por el Gobierno para el desarrollo de esa labor.
Su programa de acogida y apoyo incluye la entrega a cada familia de dos vacas lecheras y el permiso de acceso a sus almacenes de cereales y medicamentos en las localidades en las que se instalen, la mayoría de ellas en las regiones meridionales de Brakna y Trarza.
ACNUR participa también en la gestión del regreso a través de la ONG local Asociación de Lucha contra la Pobreza y el Subdesarrollo (ALPD), que entrega a los retornados agua potable, utensilios de cocina, tiendas, conservas y mantas.
En tanto, otra ONG mauritana ofrece alimentos para que las familias puedan mantenerse durante noventa días, y las actividades generadoras de ingresos, como la costura, son financiadas en parte por cooperativas femeninas constituidas en el seno de las poblaciones repatriadas.
Actualmente se estima que quedan en Senegal unos 24.000 mauritanos, que podrían regresar a su país como parte del acuerdo tripartito de noviembre, pero son cerca de 12.600 los que han expresado su deseo de ser trasladados.
El pasado agosto la ACNUR pidió a la comunidad internacional ayuda para financiar esta operación de repatriación y con aportaciones de Francia, Italia y Estados Unidos estableció un centro de acogida en Kaédi y Rosso, donde el primer contingente se instaló a principios de año.