La carestía de la vida y la exigencia del respeto por los derechos humanos movilizan a cientos de personas en Kampala a dos días de la toma de posesión del presidente Moseveni. Mientras, el Congreso ugandés debate el proyecto de ley que prevé castigar la homosexualidad hasta con la pena de muerte. Ante el llamamiento […]
La carestía de la vida y la exigencia del respeto por los derechos humanos movilizan a cientos de personas en Kampala a dos días de la toma de posesión del presidente Moseveni. Mientras, el Congreso ugandés debate el proyecto de ley que prevé castigar la homosexualidad hasta con la pena de muerte.
Ante el llamamiento de la Red de Mujeres de Uganda, cientos de mujeres se han sumado hoy con cacerolas y sartenes a las manifestaciones de la oposición para denunciar la subida en la carestía de la vida y exigir el respeto de los derechos humanos, a sólo dos días de la investidura prevista para este jueves del presidente Yoveri Moseveni.
Aunque la marcha tenía carácter pacífico, ha estado custodiado en todo momento por un gran despligue policial que, finalmente, han reprimido la protesta empleando para ello chorros de agua tintada.
Todo ello, además, ha coincidido con el debate que se está produciendo en el Congreso de Uganda sobre el controvertido proyecto de ley de la llamada ley «Mata al gay», que prevé castigar la homosexualidad hasta con la pena de muerte. Una ley sobre el que vienen alertando desde instancias internacionales y exigiendo a Yoveri Moseveni, presidente de Uganda, que no se apruebe.
«El Gobierno no puede actuar con tanta brutalidad e insensibilidad cuando el pueblo está sufriendo», ha declarado Ruth Ojambo, de la organización de mujeres Isis-Wicce, en referencia a los nueve muertos provocados por las fuerzas policiales durante las protestas de finales de abril contra el alza de precios.
Demanda de Human Rights Watch
Al respecto, la organización pro derechos humanos Human Rights Watch ha reclamda al Gobierno ugandés una investigación independiente sobre la muerte, a manos de la Policía, de al menos nueve personas a finales de abril.
A su entender, «el Gobierno de Uganda ha fomentado un ambiente de impunidad en la Policía y el Ejército que genera estos serios abusos».
En su nota, Human Rights Watch informa de abusos en las localidades de Kampala, donde murieron seis personas el 29 de abril; Gulu, donde fallecieron otros dos el 14 de abril, y Masaka, donde la Policía abatió a una persona el 21 de abril.