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Entrevista con Aminattou Haidar, defensora de los derechos humanos saharaui

«El Gobierno español desprecia el sufrimiento del pueblo saharaui»

Fuentes: Noticias Obreras

Aminattou Haidar es uno de los símbolos de la lucha del pueblo saharaui por vivir en libertad en su patria: el Sáhara Occidental. El 8 de mayo recibió en Madrid, en un acto masivo celebrado en el auditorio de Comisiones Obreras, el V Premio Juan María Bandrés a la Defensa del Derecho de Asilo y […]

Aminattou Haidar es uno de los símbolos de la lucha del pueblo saharaui por vivir en libertad en su patria: el Sáhara Occidental. El 8 de mayo recibió en Madrid, en un acto masivo celebrado en el auditorio de Comisiones Obreras, el V Premio Juan María Bandrés a la Defensa del Derecho de Asilo y la Solidaridad con los Refugiados, que otorga la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). En su emocionante discurso Haidar agradeció la enorme solidaridad que la causa de su pueblo despierta en nuestra sociedad, pero censuró la posición del Ejecutivo español en las negociaciones internacionales para lograr una solución a un conflicto que en el otoño cumplirá ya 31 años, al no defender el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación.

«El Gobierno de Zapatero cierra los ojos ante el sufrimiento del pueblo saharaui», asegura Haidar, quien precisa que sólo la inmensa solidaridad de la sociedad española les hará perdonar algún día la complicidad de nuestros sucesivos gobernantes con Marruecos.

A mediados del pasado mes de enero Aminattou Haidar salió de la Cárcel Negra de El Aaiún, en los territorios ocupados del Sáhara Occidental, tras cumplir la pena de siete meses de prisión que le fue impuesta por un tribunal marroquí en una mascarada de juicio, tal y como denunciaron los observadores internacionales presentes, entre ellos los letrados comisionados por el Consejo General de la Abogacía Española.

– La población saharaui de los territorios ocupados protagoniza continuas movilizaciones pacíficas, mientras que Rabat se empecina en ofrecer un estatuto de autonomía. ¿Qué exigen ustedes?

– Desde el 21 de mayo de 2005 en los territorios ocupados por Marruecos en el Sáhara Occidental hay una gran sublevación popular. Sólo hemos pedido y pedimos que se acelere el proceso de referéndum y se haga efectivo el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui. Decidimos iniciar esta lucha de resistencia pacífica ante el desinterés de la comunidad internacional y después de constatar la complicidad de los gobiernos de España y Francia con Marruecos. Pero nuestras manifestaciones pacíficas han sido reprimidas con una violencia brutal por parte de las fuerzas de seguridad marroquíes, con el resultado de cientos de víctimas, decenas de prisioneros, numerosas casas destruidas y el asesinato de algunas personas.

– En el marco de estas movilizaciones, usted fue detenida el 17 de junio de 2005…

– Aquel día estaba manifestándome como activista de derechos humanos y fui golpeada violentamente en las calles. Después un compañero me llevó a un hospital para que me dieran atención médica pero, cuando sólo me habían puesto unas vendas en la cabeza como cura de urgencia, fui secuestrada allí mismo por las fuerzas marroquíes y conducida a una comisaría de policía, donde, sin tener en cuenta mi precario estado de salud, fui interrogada sin cesar durante tres días acerca de mi posición sobre el conflicto y mi relación con organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos. Después fui conducida a la Cárcel Negra de El Aaiún.

– Sólo el nombre de esta prisión construida por el colonialismo español ya estremece…

– Tuve la «fortuna» de ser recluida en la Cárcel Negra porque pude conocer de primera mano todo lo que allí sucede, ya que en mi trabajo como activista de derechos humanos había participado en una campaña para exigir la liberación de los prisioneros políticos saharauis allí recluidos. Mis compañeros de presidio y yo logramos revelar a la comunidad internacional las terribles condiciones de vida en esta cárcel, tomamos fotografías que están puestas en internet y que han aterrorizado al mundo porque muestran a personas inocentes que están sufriendo una muerte lenta.

También hicimos una huelga de hambre de 51 días para exigir una mejora de nuestras condiciones de vida y sólo la finalizamos cuando percibimos que el gobierno marroquí quería que muriésemos y por la demanda de varias organizaciones internacionales de derechos y de nuestras familias. Hoy en el Sáhara Occidental continúa la represión marroquí, la desaparición forzada de personas, las torturas, la destrucción de casas, el seguimiento de los activistas de derechos humanos…

– Usted ya sufrió la represión marroquí cuando tenía tan sólo 20 años y era estudiante…

– Fui víctima de la represión de Hassan II y ahora lo he sido de la de Mohamed VI. En noviembre de 1987, con motivo de la llegada al Sáhara Occidental de una Comisión de Naciones Unidas, las fuerzas de seguridad marroquí hicieron desaparecer a más de 400 personas sólo 24 horas antes de su llegada; a mí me sacaron de casa a las tres y media de la madrugada. Después de la partida de la Comisión, quedamos 74 personas como detenidas desaparecidas, entre ellas diez mujeres.

Fui torturada durante más de tres semanas e interrogada continuamente. Durante aquellos tres años y siete meses permanecí con los ojos vendados, atada de pies y manos, padecí amenazas de violación y de muerte… y todo ello en condiciones infrahumanas, con una alimentación horrible, sin unas condiciones mínimas de higiene y sin relación alguna con el mundo exterior. Durante aquel tiempo nuestras familias desconocían nuestra situación y, por la política del terror, ni siquiera podían preguntar dónde estábamos. Miles de saharauis de los territorios ocupados han sufrido estas experiencias, de hecho aún hoy tenemos más de 500 desaparecidos.

– Usted se niega a solicitar el estatuto de refugiada en España y regresará al Sáhara Occidental para continuar la lucha junto a su pueblo. ¿Teme ser detenida de nuevo?

– Estoy segura de que después de este viaje, propiciado por el Premio Juan María Bandrés que me ha otorgado CEAR, mi destino será el mismo que tuvo mi compañero Alí Salem Tamek: la cárcel. Hace dos años, después de su viaje por Europa y de informar en el Parlamento Europeo sobre la grave situación de los derechos humanos en el Sáhara Occidental, la policía marroquí le estaba esperando a su regreso en el aeropuerto y le detuvieron.

Nosotros nos sacrificamos por los niños, que también sufren la represión marroquí en las escuelas, por las familias, que están divididas, por los más de doscientos mil refugiados, que viven en condiciones muy precarias en los campamentos de Tinduf, para que pronto todos podamos vivir en libertad en nuestra patria.

– ¿Cómo valora la posición del Gobierno español ante un conflicto que está absolutamente empantanado?

– Uno de los objetivos de mi visita ha sido reforzar la enorme solidaridad de los pueblos de España con el pueblo saharaui para que presionen al Gobierno de Zapatero y le recuerden sus responsabilidades históricas y legales con el Sáhara Occidental, para que abandone su silencio ominoso y nos ayude a poder ejercer el derecho de autodeterminación. El Gobierno español con su silencio tolera las violaciones de los derechos humanos en el Sáhara Occidental y permite que nos masacren.

– ¿Y la posición de Francia?

– Francia se precia de ser la cuna de las libertades y de los derechos humanos, sin embargo apoya la ocupación militar del Sáhara Occidental por Marruecos, que contraviene la legalidad internacional. Incluso en los últimos meses, el gobierno francés ha buscado apoyos en los vestíbulos de Naciones Unidas para que no se hable de las violaciones de los derechos humanos en el Sáhara Occidental. Yo me pregunto: ¿El pueblo saharaui no tiene derecho a que se respeten sus derechos humanos? ¿No tenemos derecho a vivir en paz y armonía en nuestra patria?