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El gobierno ruandés rechaza la aprobación de un partido de la oposición

Fuentes: Le Potentie

El gobierno ruandés se ha negado a aceptar la una nueva formación política de oposición, el Partido Social Ideal, PSI, La decisión fue tomada el miércoles día 5 de marzo, en el consejo de ministros, según un comunicado oficial publicado al día siguiente en la página web del gobierno ruandés. «El Consejo de ministros ha […]

El gobierno ruandés se ha negado a aceptar la una nueva formación política de oposición, el Partido Social Ideal, PSI, La decisión fue tomada el miércoles día 5 de marzo, en el consejo de ministros, según un comunicado oficial publicado al día siguiente en la página web del gobierno ruandés. «El Consejo de ministros ha aprobado por acuerdo ministerial rechazar el registro del partido político, fundado por el señor Bernard Ntaganga, porque no cumple las condiciones previstas por la ley orgánica sobre los partidos y los actores políticos», indica el comunicado. Bernard Ntaganda, abogado ruandés, había presentado su partido en enero, como un partido de la oposición. Él era, antes de esta fecha, miembro del Partido Social Demócrata, PSD, donde era muy crítico con la dirección. Con respecto al AFP, el señor Ntanganda ha afirmado que va a poner una denuncia contra esta decisión. «Hay personalidades que se interponen a título individual para rechazar la aceptación de nuestro partido», acusa, «Si Ruanda es una país democrático que predica el pluralismo político, ¿por qué buscar estos motivos injustificados para rechazar la formación de nuestro partido?», se pregunta. Algunos analistas interpretan esto como un rechazo educado o inteligente de Paul Kagame que evita así la formación de una verdadera apertura democrática en Ruanda.

Kagame también ha interpelado a los países occidentales, que dan lecciones en democracia y que mantienen la dictadura y las aspiraciones expansionistas del presidente Paul Kagame en Ruanda y en los Grandes Lagos africanos. Esta ausencia de democracia explica y justifica el hecho de que los partidos de la oposición ruandesa se hayan instalado, después del final del genocidio de 1994, en el extranjero. gobierno de Ruanda no ha aprobado la formación del Partido Social Ideal, PSI, alegando que no cumple las condiciones de registro previstas por la ley, una decisión duramente criticada por el fundador del PSI, como otra muestra de la oclusión del espacio político en Ruanda, dirigido por el FPR de Paul Kagame.

El gobierno ruandés se ha negado a aceptar la una nueva formación política de oposición, el Partido Social Ideal, PSI, La decisión fue tomada el miércoles día 5 de marzo, en el consejo de ministros, según un comunicado oficial publicado al día siguiente en la página web del gobierno ruandés. «El Consejo de ministros ha aprobado por acuerdo ministerial rechazar el registro del partido político, fundado por el señor Bernard Ntaganga, porque no cumple las condiciones previstas por la ley orgánica sobre los partidos y los actores políticos», indica el comunicado.

Bernard Ntaganda, abogado ruandés, había presentado su partido en enero, como un partido de la oposición. Él era, antes de esta fecha, miembro del Partido Social Demócrata, PSD, donde era muy crítico con la dirección. Con respecto al AFP, el señor Ntanganda ha afirmado que va a poner una denuncia contra esta decisión. «Hay personalidades que se interponen a título individual para rechazar la aceptación de nuestro partido», acusa, «Si Ruanda es una país democrático que predica el pluralismo político, ¿por qué buscar estos motivos injustificados para rechazar la formación de nuestro partido?», se pregunta. Algunos analistas interpretan esto como un rechazo educado o inteligente de Paul Kagame que evita así la formación de una verdadera apertura democrática en Ruanda.

Kagame también ha interpelado a los países occidentales, que dan lecciones en democracia y que mantienen la dictadura y las aspiraciones expansionistas del presidente Paul Kagame en Ruanda y en los Grandes Lagos africanos. Esta ausencia de democracia explica y justifica el hecho de que los partidos de la oposición ruandesa se hayan instalado, después del final del genocidio de 1994, en el extranjero.

Traducido por Rosa Moro, de Fundación Sur.