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El legado de «cosas estúpidas» de Obama

Fuentes: Asia Times Online

Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens

Pero si la gente ve lo que pasa en Ucrania y la agresión de Rusia a sus vecinos financiando y armando a los separatistas; lo que ha sucedido en Siria, la devastación que el presidente Bashar al Assad ha causado a su propio pueblo; que los suníes, chiíes y kurdos en Irak no han logrado llegar a un compromiso, aunque estamos tratando de ver si podemos organizar un gobierno que realmente pueda funcionar; las continuas amenazas terroristas y lo que sucede en Israel y Gaza, parte de la preocupación de la gente es precisamente el sentido de que en todo el mundo el antiguo orden no aguanta y todavía no estamos donde tenemos que estar en términos de un nuevo orden fundado en un conjunto de principios diferentes, que se base en un sentido de humanidad común, que se base en economías que funcionen para todos (presidente Barack Obama).

Parece que el presidente de EE.UU. Barack Obama convirtió en un soberano lío lo que su mentor, el doctor Zbigniew Brzezinski (autor de El gran tablero mundial),  le enseñó.

El doctor Zbig siempre cita los tres grandes imperativos de geoestrategia imperial de Sir Halford John Mackinder: impedir la colusión y mantener dependencia de la seguridad entre los vasallos; mantener a los Estados tributarios dóciles y protegidos e impedir que los bárbaros se unan.

Después de un breve interés superficial «dirigiendo por detrás» -un fracaso- Obama finalmente se volvió «mackinderesco» con su estelar doctrina de política exterior «no hagas cosas estúpidas».

A pesar de todo, una siempre alerta secretaria de Estado Hillary Clinton dijo que «no hagas cosas estúpidas» no es un «principio de organización de política exterior». Sin embargo «cosas estúpidas» es todo lo que el equipo de política exterior de Obama sabe hacer.

Comenzando por el trato a Rusia bajo el presidente Vladimir Putin, tal como el esposo de Hillary trató a Rusia bajo el contenedor de vodka Yeltsin. Después vino la decisión -sin ningún debate público- de volver a bombardear Irak. Y pronto Siria. ¡A bombardear «Sirak»!

Por lo tanto «proteger» a los yazidíes, sí. Proteger a los gazatíes, no. «Proteger» al montón de neonazis de Kiev, a fascistas y tenebrosos oligarcas, sí. Proteger a rusohablantes en Ucrania oriental, no.

Todo comenzó por la protección de Irbil -ya protegida por la diosa sumeria Ishtar durante milenios-. Luego proteger Irbil y Bagdad. Después proteger todos los sitios «estratégicos» de Irak.

El general retirado Carter Ham famoso por el AFRICOM, «vinimos, vimos, murió», insistió en que sería «muy difícil» lograr tanta protección con solo unos pocos cazabombarderos. Por lo tanto se necesitarán drones. Y soldados en el terreno.

De la protección de ExxonMobil y Chevron al doble bombardeo de «Sirak». No es sorprendente que los neoconservadores del Retorno de los muertos vientes estén tan excitados. Es el Gran Medio Oriente de nuevo. ¿Y adivináis quiénes formarán parte de la coalición de los dispuestos para combatir al Califa? Gran Bretaña, Australia, Turquía, Jordania y los incondicionales del Consejo de Cooperación del Golfo, Catar, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos.

Siempre los mismos (cinco de siete) que posibilitaron el ascenso del Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS) para comenzar, de «Assad debe irse» a «buenos» y «malos» yihadistas, y finalmente que ISIS (ahora el Estado Islámico) configurado como residencia dispersa -completa con su bien provisto ejército privado- del Califa Ibrahim.

Y no, no hay estrategia . ¡Eeaaa!

Adiós petrodólar

Ahora veamos los dividendos de «no hagas cosas estúpidas» aplicado a Ucrania.

Volvamos al «mackinderesco» doctor Zbig. Algunos vasallos -los sospechosos habituales de la OTAN/CCG), pero no todos ellos- podrán seguir creyendo que se benefician de la «dependencia de seguridad», mientras otros se mantienen nerviosamente dóciles y, en teoría, se sienten «protegidos» por el Imperio del Caos.

Pero entonces el Imperio del Caos «alentó» un golpe de facto. Y dio luz verde para que la nueva caterva de Kiev hiciera en Ucrania oriental aproximadamente lo que Israel hace en Gaza. La idea en Ucrania era atascar Rusia en sus fronteras occidentales y quebrar el vínculo económico y comercial entre Rusia y Alemania. Cortar Eurasia por la mitad.

Pero entonces Obama lanzó una Guerra Fría 2.0 que fácilmente se podría calentar. Destruyó la relación con la canciller Angela Merkel y Alemania y amplificó el abrazo estratégico entre el Oso y el Dragón, con el resultado de que Pekín comenzó a prestar menos atención al «giro en Asia» porque ahora tiene aún más respaldo de Moscú. Mientras tanto, Moscú sigue bloqueando los progresos de Washington en Asia Central.

Las sanciones a Rusia no solo refuerzan su mercado interno sino hacen prosperar su comercio exterior mucho más allá de los límites europeos. Sin embargo no fue suficiente para convencer totalmente a Wall Street y arruinar la política exterior de EE.UU. Con asistentes y consejeros como la Consejera Nacional de Seguridad Susan Rice, el Consejero Adjunto de Seguridad Nacional Benjamin Rhodes, la Embajadora de EE.UU. ante las Naciones Unidas Samantha Power y la Secretaria Adjunta de Estado Victoria Nuland, ¿quién necesita enemigos?

La histeria de sanciones de Obama conduce hacia el fin progresivo del dólar estadounidense como moneda de reserva, hacia el fin del petrodólar.

Vea esto – la noticia más importante de estos últimos meses después del «acuerdo por gas del siglo» entre Rusia y China.

Obama está acelerando el ahora descontrolado colapso del Imperio del Caos. El nuevo eje del futuro -Pekín, Moscú, Berlín- se está formando lentamente pero de manera segura. No hay nada «bárbaro» al respecto. Y la mayoría del Sur global los apoya.

«El antiguo orden no se sostiene», ciertamente. «El Califa es el mal. Por lo tanto estoy aplicando más sanciones a Rusia». ¿Qué les parece como administración del Imperio? Buen chico. Ahora gira. Sobre ti mismo. Y sin estrategia.

Pepe Escobar es autor de Globalistan: How the Globalized World is Dissolving into Liquid War (Nimble Books, 2007), Red Zone Blues: a snapshot of Baghdad during the surge (Nimble Books, 2007), y Obama does Globalistan (Nimble Books, 2009). [email protected]  

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Fuente: http://www.atimes.com/atimes/Central_Asia/CEN-01-020914.html