Roberta Alexander es hija de una pareja de comunistas, producto de una relación interracial cuando los matrimonios entre blancos y afroamericanos estaban prohibidos, militante ella misma del Partido Comunista de los Estados Unidos, miembro del Club W.E. Dubois, de los Panteras Negras, activista en el movimiento estudiantil en Berkeley, profesora de inglés en los barrios […]
Roberta Alexander es hija de una pareja de comunistas, producto de una relación interracial cuando los matrimonios entre blancos y afroamericanos estaban prohibidos, militante ella misma del Partido Comunista de los Estados Unidos, miembro del Club W.E. Dubois, de los Panteras Negras, activista en el movimiento estudiantil en Berkeley, profesora de inglés en los barrios más desfavorecidos, Directora del Departamento de Inglés en una de las Escuelas Universitarias más combativas del distrito de San Diego, historia viva de la militancia en California y en los Estados Unidos. Si no fuera muy irrespetuoso hasta diría que leer estas entrevistas y, ojalá que en un futuro muy cercano, las memorias que está escribiendo, se aproxima mucho a una versión revolucionaria de la película Forrest Gump, excepto que aquí Roberta Alexander no es sólo testigo pasivo o inconsciente, sino participante activa de un tiempo convulso y esperanzador.
Esta entrevista es la cuarta parte de cuatro, las tres primeras partes pueden leerse aquí:
Parte 1: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=136790
LMC. ¿Cómo acabaste viniendo a San Diego para ser decana del mítico «Tercer College» (conocido entre los estudiantes activistas como Lubumba-Zapata College) ?
RA. Llamé a Carlos Blanco, porque cuando me echaron de España me dijo, «si alguna vez necesitas algo, no dudes en llamarme», así que le llamé y es cuando me contó lo que estaba pasando, que el «Tercer College» iba abrir sus puertas en el otoño, así que me llamaron y me hicieron solicitar el puesto de Decana en residencia y me lo dieron, lo cual es una de las cosas más ridículas del mundo, porque tenía 23 años y una licenciatura. Mucha de la gente que había sido parte de la lucha para que hubiera un «Tercer College», gente como Angela Davis, su cuñado Sam y su hermana Fania, muchos de los chicanos, ya no estaban allí.
Por supuesto la apertura del «Tercer College» fue un evento histórico, UC, San Diego era la única universidad del país , en la que una facultad universitaria entera, el «Tercer College», se iba a dedicar a enseñar historia y a enseñar en general desde una perspectiva completamente diferente; la perspectiva de los negros, los latinos/chicanos y también los blancos de clase obrera, todo el mundo estaba incluido y eso era casi revolucionario, al menos en el contexto universitario. Llegué a San Diego en agosto y había un montón de reuniones entre estudiantes, profesores y administración con Carlos Blanco, Joe Watson y otra gente. Se estaba planeando el curriculum, las especialidades del college y la contratación. Los estudiantes estaban en los comités de contratación. Todo era muy democrático y muy abierto. Fue uno de esos comités el que me contrató a mí. Estaban contratando profesores y administradores. Había una persona que no querían contratar como vicedecano, no me acuerdo de su nombre, pero la administración le dijo claramente a Joe Watson que este hombre iba a conseguir el trabajo.
Después hubo una reunión grande con estudiantes, profesores y administración y ahí fue la primera vez que hubo provocaciones extremas para dividir a los grupos. El vicedecano que no querían los estudiantes era el que lideraba las provocaciones para separar a los estudiantes afroamericanos de los demás. Estaba claro que había planes, no tengo ninguna duda, era una maniobra Cointelpro de principio a fin, dirigida fundamentalmente al interior de la Union de Estudiantes Negros (Black Student Union, BSU por sus siglas en inglés) para que acusaran a los demás de ser racistas. Empezó a calar la idea de que cada grupo tenía que luchar por su parte del botín y se dividió algo que era muy democrático, nuestra unidad en la lucha. Muchos nacionalistas reaccionarios influenciaron de la peor manera a los estudiantes afroamericanos.
LMC. ¿Estas sugiriendo que la BSU estaba infiltrada o era sólo este vicedecano?
RA. No te puedo decir, porque sólo fui a algunas reuniones de la BSU al principio de aquel año y al año siguiente y me atacaron muy duramente, porque defendía que permaneciéramos unidos y el segundo año hubo divisiones muy fuertes entre los estudiantes negros y todos los demás grupos. Estaba bajo mucha presión para que apoyara públicamente al grupo de «todos unidos», pero quería mantener mi relación con los estudiantes negros. No me acuerdo de lo que hice, sé que algunos me consideraban ya una «vendida», porque no había marchado con ellos, no me acuerdo, pero para mí fue peor que estar en los Panteras Negras, por culpa de todos aquellos ataques. Llevaba seis meses fuera de los Panteras Negras y me decían: «Hasta donde nosotros alcanzamos a ver a ti te gustan más los chicanos que la gente negra». ¿Qué haces con un comentario así? Yo tenía amigos en los dos grupos, Carlos Blanco era mi mentor, ¿quién me cae mejor? A eso se reducía el debate.
LMC. ¿De dónde venía ese tipo de nacionalismo? ¿Grupos como US, cuáles eran las raíces?
RA. Sí, era algo de eso, pero también pienso que era más fácil, aunque retrospectivamente no estoy segura, tener éxito, al menos con ese grupo en particular de estudiantes negros, que con los estudiantes chicanos de ese momento, aunque ahora en las comunidades hay un montón de fricciones entre afroamericanos e inmigrantes mexicanos. Algo de eso había sí, no creo que los Panteras Negras aquí en San Diego fueran una gran presencia y en cualquier caso la gente pensaba en los Panteras como un grupo fundamentalmente negro, no sabían necesariamente lo que era el «Programa de los 10 puntos». La gente no tenía una visión de clase obrera, tenían una visión sobre la opresión racial, no seguían un modelo internacionalista y de clase obrera que tratara de unir a las minorías. El problema sigue siendo el mismo.
LMC. Sobre qué eran las peleas, ¿Recursos, el curriculum?
RA. No me acuerdo, se me ha olvidado el contenido de las discusiones. Yo no valía para aquel trabajo. Mi trabajo consistía en organizar actividades y vigilar a los estudiantes. Yo no era la mejor persona para disciplinar estudiantes universitarios de primer y segundo año. Me marché después de nueve meses o así, porque también estaba en esa casa en el medio de las residencias que era como una pecera, hubo momentos en los que me sentí amenazada en mi integridad física. Toda la familia de Carlos Blanco se acuerda de estos tipos que vinieron a casa con armas y me amenazaron; ellos me vinieron a buscar para que me quedara en su casa. No me acuerdo de esta parte, sólo recuerdo quedarme en casa de los Blanco porque estaba metida en un lío y tenía fiebre, tuve que ir al médico. Estas cosas eran realmente traumáticas e incómodas.
LMC. Has trabajado durante muchos años dando clase de educación para adultos en los barrios obreros, clases de inglés como segunda lengua en barrios de inmigrantes como Barrio Logan y más recientemente has sido Directora del Departamento de Inglés y de Estudios Chicanos en City College. ¿ Qué balance haces de estas experiencias?
RA. En City College fui Directora del programa de Inglés para Extranjeros (ESL) y después fui elegida Directora del departamento de inglés. Creo que lo más importante que hice fue contratar a nuevos profesores para reemplazar a los que se jubilaban. Creo que tuve éxito contratando a un montón de profesores progresistas, que muchos de los cuales además de ser chicanos o afroamericanos, son excelentes profesores, muy orientados hacia los estudiantes, porque realmente no sirve contratar a alguien débil, sólo porque es negro, creo que hace más daño de lo que nos beneficia.
En City College también organizamos protestas contra la guerra de Irak antes y durante la guerra. Nuestros estudiantes eran verdaderamente activos en el movimiento pro-inmigración de hace cinco años. Algunos de los profesores que yo contraté para el Departamento de Inglés trabajaron muy de cerca con los dirigentes estudiantiles y ayudaron un montón en la organización general de las protestas en San Diego. Ahora estoy felizmente jubilada, tengo que decidir en qué quiero estar activa, tengo que escribir mis libros y tal vez unas memorias.
LMC. Muchas gracias por responder a todas estas preguntas. Antes de terminar quiero preguntarte algo relacionado con la política contemporánea que tengo pensado preguntarle a otros activistas, ¿qué pensaste cuando Obama ganó las elecciones? ¿Estabas contenta? ¿Cómo evalúas estos años de sus presidencia?
RA. Estaba contenta de alguna manera, pero de alguna manera también sé que el color no importa, ya que un hombre negro en esa posición es perfectamente capaz de tomar malas decisiones y de servir a los intereses de la clase dominante, igual que un hombre blanco. De hecho, cuando ha habido países independientes en África no todos los hombres negros que han sido elegidos presidentes han hecho las cosas bien, algunos son dictadores sin escrúpulos. Obama parecía tener una visión diferente, pero tal vez simplemente era más elocuente que los otros demócratas. Parecía que su posición cuando finalmente habló de cuestiones raciales era bastante buena para un candidato presidencial, según me acuerdo, pero creo que realmente es un demócrata moderado y ahora cada vez más parece un republicano moderado.
LMC. Sin embargo, hay un montón de gente, especialmente afroamericanos, que todavía piensan apoyar a Obama, porque oyen todos los días a Glen Beck, a los voceros del «Tea Party» y a otros grupos racistas blancos atacar a Obama por el color de su piel. Por ejemplo, estaba oyendo a Cornell West, que está bastante decepcionado con Obama, decir que la gente negra se siente en la obligación de defender a Obama de estos ataques, aunque a la vez las condiciones de vida de la población negra con casi un 50% de desempleo son peores. Este es el debate: ¿votamos por el candidato demócrata negro porque es el mal menor o dejamos que salga Michelle Bachman o Rick Perry?
RA. Y ese el problema del tercer partido, porque yo voté por Ralph Nader, cuando W. Bush salió elegido. Honestamente, no sé cuál es la respuesta, porque la alternativa es un tercer partido, pero si el tercer partido divide el voto hay grandes posibilidades de que los republicanos sean elegidos. Lo que sí pienso y le he dicho muchas veces a mis amigos que critican a Obama es que no nos hemos movilizado. Obama salió elegido y todo el mundo dijo, okay todo está bien ahora. No creo que se consiga nada sin una gran movilización de masas, puede que no consigas nada con una gran movilización de masas, pero sin ella seguro que no consigues nada. De alguna manera todo esto también es el resultado de la campaña por Obama, en la cual yo no participe pero sí mi hermana que es muy radical y organizó bloques enteros en los barrios de Oakland y fiestas para que la gente saliera a votar, pero si toda esa organización política hubiera continuado para presionar a Obama, tal vez ahora tendríamos un resultado diferente. Alguna gente dice que Hillary Clinton hubiera sido más incisiva. No creo. Mira en cuántas guerras estamos metidos, Libia, Pakistán, Irak, Afganistán, Yemen a ratos, los gobiernos estatales están colapsando y el gobierno federal no hace nada para subsanar el problema. Todo parece indicar que nos estamos acercando a otra recesión.
LMC. Como militante de tantos grupos que has sido, ¿Hacia dónde ves que va el futuro de la emancipación colectiva? No te estoy pidiendo una verdad última ni nada, sino simplemente tu análisis del momento presente.
R.A. Si hay suerte el movimiento espontáneo para «Ocupar Wall Street» llevará a las fuerzas progresistas de los Estados Unidos hacia una movilización de masas que represente los intereses de la vasta mayoría de la gente de este país (incluidos los inmigrantes y la gente de color) y los intereses de la mayoría del planeta.
LMC. Muchísimas gracias por compartir todo esto en mi nombre y en nombre de las lectoras y lectores de rebelión.org.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.