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El mercado de la guerra en Libia

Fuentes: Rebelión

Tras leer los dos artículos de Rebelión: » Un letal ataque de la OTAN contra Brega (Libia) mata a once clérigos » y «El arzobispo de Trípoli acusa a la OTAN de realizar bombardeos indiscriminados«, hice un amplio repaso por algunos de los grandes medios para ver cómo enfocaban la noticia. La primera sorpresa fue […]

Tras leer los dos artículos de Rebelión: » Un letal ataque de la OTAN contra Brega (Libia) mata a once clérigos » y «El arzobispo de Trípoli acusa a la OTAN de realizar bombardeos indiscriminados«, hice un amplio repaso por algunos de los grandes medios para ver cómo enfocaban la noticia. La primera sorpresa fue que ni en «Público», ni en «El País» la recogían, además en el primero, Libia estaba absolutamente ausente, ya no hay guerra civil, ya la OTAN no bombardea, de pronto Libia no es noticia…

Encontré información en «TeleSur», en «Le Nouvel Observateur» (bastante completa, por cierto), en «EuroPress», en «The Telegraph», en «La Liberté d’Algérie», en «The Guardian» muy tendencioso, afirmando que la noticia lanzada por el Gobierno Libio era imposible de corroborar. Y en aproximadamente una veintena de otros medios que consulté, el salvaje crimen de la OTAN era ignorado.

La segunda sorpresa la recibí en «Le Monde» que también «ignoraba» el asesinato de los once imanes líbios, pero que aportaba una curiosa noticia: «El francés matado en Libia dirigía una sociedad militar privada». Noticia que «El País» la recogía con el siguiente titular: «Oscuro asesinato de un exmilitar francés en Bengasi». Luego pude comprobar que ambos medios eludían el término «mercenario» empleando esos eufemismos.

Para el Gobierno francés se trataría simplemente de la muerte «de un ciudadano francés» en un control de seguridad y la detención de sus cuatro acompañantes.

Resulta que este «ciudadano» francés llamado Pierre Marzali, era un exparacaidista fundador y propietario de SECOPEX, una SMP, sociedad militar privada, es decir, una empresa de mercenarios.

Las autoridades rebeldes rompieron anoche su silencio y afirmaron que Pierre Marzali y sus compañeros, todos ellos pertenecientes SECOPEX (uno de los cuales, Pierre Martinet había sido agente de la DGSE -Dirección General de la Seguridad Exterior-) «llevaban a cabo actividades ilícitas que ponían en peligro la seguridad de la Libia libre». Nadie explica cuáles eran esas actividades ilícitas. Alguno especula con la posibilidad de «dobles agentes», es decir, que trabajaban tanto para el CNT como para el Gobierno libio. Pero parece ser que se trata solo de una especulación. Según las informaciones de «Maghred Confidentiel», la sociedad de servicios de seguridad SECOPEX (domiciliada en Carcassonne) trabajaba en un proyecto de implantación de una sucursal en Bengasi.

Llama la atención que Pierre Marzali se había entrevistado pocas horas antes de su muerte con Mayte Rico, enviada de El País, lo que me hace pensar sobre la cantidad de información que los periodistas seguramente recogen y que no se publica. A pesar de la entrevista, la periodista no puede aclarar las razones del asesinato de este «mercenario» por agentes del CNT de Bengasi (ya que recibió un disparo por la espalda).

SECOPEX es una empresa de seguridad. Como la tristemente famosa «Blackwater» de EEUU. Los agentes de estas sociedades militares privadas (SMP) suelen ser considerados con toda la razón como mercenarios, aunque los que de ellas se sirven prefieren llamarlos «contratistas», cada vez son más numerosos, lo que ha llevado a que se hable de «privatización de las guerras».

Pierre Marzali, fundador de SECOPEX, confiaba en un futuro prometedor para las SMP francesas. Esto es lo que opinaba en una entrevista en «France24″: » Francia ha reducido su presupesto de defensa así como los efectivos militares. Pero las misiones son cada vez más numerosas. Las SMP francesas intentan hacerse con los contratos de seguridad de la Unión Europea, pero hoy día son acaparados principalmente por el grupo británico «Hart Security Page Group». Veremos como en unos años Francia consigue superar su retraso e imponerse en este mercado de la seguridad privada». Sus «gajes del oficio», le impedirán verlo.

La privatización de la guerra no es un fenómeno nuevo. Los estadounidenses y los británicos se han nutrido desde hace tiempo de este «mercado de la guerra». La presencia de estas sociedades privadas en las zonas de conflicto es importante. En Irak, en 2007, se podía calcular aproximadamente un agente civil privado por cada soldado. Aunque oficialmente se les llama «contratistas» sus actuaciones los han llevado a ser considerados por la opinión pública y a veces por los propios medios como verdaderos mercenarios. En 2007, por ejemplo, en Bagdad, diecisiete civiles fueron asesinados por agentes privados de la empresa americana Blackwater Worldwide, que a raiz de este hecho cambió su nombre por el de «Xe Services LLC».

La británica Aegis Defense Services es igualmente una de las numerosas SMP activas en Irak, ella sola dispone de 20.000 agentes. En 2005 recibió de Estados Unidos 300 millones de dólares y un mandato de la ONU para asegurar las elecciones irakíes.

En este terreno, como en otros, parece que Francia quiere jugar un papel determinante en la futura Libia post-Gadafi, pero el petit Napoleon Sarko no repara en que se puede ver enfrascado en Libia como los americanos y británicos en Irak.

De momento ya tiene en Libia, como los grandes, su pequeño Blackwater y como decía Momo, un sarcástico comentarista de esta noticia en Le Monde: «Ya sólo falta una intervención helitransportada del GIGN (Grupo de Intervenciópn de la Gendarmería Nacional) para ir a liquidar a Gadafi y balancearlo desde el portaviones Charles de Gaulle en la Mancha, respetando, por supuesto, los ritos musulmanes: Allah una, Allah dos y Allah tres, pluf!! Tal como hizo Barak, y así, de aquí en un año ser reelegido jefe de la France.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.