Encuestas recientes muestran que la mayoría de la gente en Estados Unidos teme que la crisis actual pueda escalar a una guerra con Rusia, una guerra de la que no quieren formar parte.
Los comentarios del presidente Joe Biden realizados el 26 de marzo en Varsovia -amenazando con un cambio de régimen en Moscú- ciertamente no aliviaron esos temores. El sabor del peligro permaneció incluso después de que sus cohortes retiraran inmediatamente el comentario de Biden. Biden se excusó más tarde diciendo que se trataba de una “indignación moral” y no de un cambio en la política de Estados Unidos.
Moscú reaccionó con hostilidad, lo cual es fácil de entender. Washington ha llevado a cabo pólizas destinadas a derrocar a otros gobiernos en todo el mundo, teniendo éxito en las últimas tres décadas en Panamá, Yugoslavia, Irak, Afganistán, Honduras, Libia y Ucrania, entre otros. Estos derrocamientos condujeron al encarcelamiento y/o ejecución de los jefes de Estado en Panamá, Yugoslavia, Irak y Libia.
Más peligroso aún que las palabras de Biden son los miles de millones de dólares en armas que Washington está enviando a Ucrania para utilizar al pueblo ucraniano como carne de cañón contra Rusia. La propia OTAN está aumentando constantemente su fuerza militar en los países de Europa del Este que rodean a Rusia y Ucrania.
La “indignación moral” es una afirmación impropia e hipócrita por parte de Biden. Biden es el jefe de Estado del imperio que primero libró 20 años de guerra y ocupación de Afganistán y luego, tras admitir finalmente su derrota, impuso sanciones fatales al gobierno de Kabul.
USA Today informó: “Como resultado de todo este trastorno económico [en Afganistán], incluida la pérdida de miles de millones de dólares de ayuda, 22,8 millones de personas -más de la mitad de la población- se enfrentan a una aguda inseguridad alimentaria. Entre ellos hay un millón de niños menores de 5 años “en riesgo de morir por desnutrición aguda severa”, según UNICEF”. (10 de marzo)
Gran parte del mundo siente indignación moral contra Biden y el gobierno de Estados Unidos.
Aquellos en Estados Unidos que quieran evitar una guerra más amplia deben movilizarse para protestar tanto por las palabras como por los hechos del gobierno de Biden. Washington es la principal fuerza responsable del sufrimiento en Ucrania, por no mencionar a gran parte del resto del mundo.