En la era de los drones y los túneles, ¿los antiinmigrantes siguen creyendo que con un muro lograrán detener el desplazamiento de millones de personas? El muro no ha disminuido la migración hacia Estados Unidos, pero sí ha aumentado las muertes. Tan sólo de 1994 a 2008 murieron 5,607 personas intentando cruzar la frontera (según […]
En la era de los drones y los túneles, ¿los antiinmigrantes siguen creyendo que con un muro lograrán detener el desplazamiento de millones de personas?
El muro no ha disminuido la migración hacia Estados Unidos, pero sí ha aumentado las muertes. Tan sólo de 1994 a 2008 murieron 5,607 personas intentando cruzar la frontera (según San Diego ACLU). Del 2004 al 2014, agentes de la migra asesinaron a 46 personas, incluyendo a 15 ciudadanos (según The Politics of Immigration by Jane Guskin). A la fecha todos estos casos han quedado impunes y no hay un solo agente de la migra en la cárcel.
Desde 1990, el ciudadano estadounidense ha estado financiando un muro que solo ha servido para matar migrantes, un muro inservible que será cada vez más caro para los contribuyentes. Así que si de buscar culpables se trata, vayan y culpen a su clase política miope que sigue creyendo que un muro traerá verdaderas soluciones.
En fin, el anhelo del trabajador inmigrante para que se le deje trabajar y vivir en paz es más resonante que el deseo de los reaccionarios conservadores de: «que deporten a todos». Que para tales propósitos nada les ha funcionado: ni más programas de deportación, ni más agentes de la migra, ni más cárceles, ni más «centros de detención» (konzentrationslagers), ni el «volunteer departure», ni con reality shows de Homeland Security, ni más amenazas de cárcel, ni más amenazas de deportaciones masivas…
En resumen, si el muro de la muerte no ha podido detener el desplazamiento de los inmigrantes desde 1990, ¿por qué un muro un poco «más moderno» sí habría de detenerlos ahora?
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