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El paisaje político del Principat

Fuentes: GAIN/Rebelión

La movilización en torno a las consultas populares y el auge del sentimiento soberanista en el Principat catalán han coincidido con la configuración de un nuevo escenario político, donde tras las últimas elecciones autonómicas y estatales, Convergencia i Unió (CiU) parece haber tomado las riendas del poder político y al mismo tiempo ha puesto en […]

La movilización en torno a las consultas populares y el auge del sentimiento soberanista en el Principat catalán han coincidido con la configuración de un nuevo escenario político, donde tras las últimas elecciones autonómicas y estatales, Convergencia i Unió (CiU) parece haber tomado las riendas del poder político y al mismo tiempo ha puesto en marcha toda una serie de medidas encaminadas a implementar un importante número de recortes sociales.

Durante los últimos meses las diferentes sensibilidades políticas del país han venido reubicándose en este nuevo escenario marcado por los ejes citados, mientras que a su vez el Principat se ve influido por acontecimientos como el llamado «pacto fiscal», el cierre de Spanair, las primarias de los socialistas en el estado español o los recientes movimientos soberanistas en Escocia.

La visita de Artur Mas a Madrid, donde se ha reunido con Mariano Rajoy, es un claro síntoma de que CiU busca asentar las bases de las relaciones entre el gobierno del estado y la Generalitat. Los dirigentes convergentes son conscientes que la actual mayoría del PP no es el mejor escenario para lograr sus demandas, de ahí en cierto sentido que el propio Mas haya «aceptado» ralentizar sus reivindicaciones en torno al pacto fiscal.

El propio Mas habrá transmitido a Rajoy la necesidad de afrontar el tempo de ese tema, sobre todo a la vista del acto que esta misma semana se ha celebrado en Barcelona, y al que han asistido los secretarios generales de UGT y CCOO en Catalunya, los presidentes de la patronal catalana y representantes de entidades sociales como el Ateneu o Amics del País, y que se ha interpretado como el posicionamiento de la sociedad civil catalana en defensa del pacto fiscal y una clara alusión a la autonomía financiera para Catalunya.

También sobrevuela ese panorama político el cierre de Spanair, que ya ha sido calificado por algunas fuentes locales como un verdadero desastre económico, con millones de pérdidas y con la destrucción de cientos de puestos de trabajo. Y más allá de esas consecuencias, es evidente que también hay una lectura política, «que se cierra definitivamente una de las vías clásicas que desde CiU se ha venido utilizando para sortear el centralismo de Madrid y su negativa a la transferencia de determinados poderes».

Durante mucho tiempo desde CiU y sectores de la sociedad civil burguesa catalana se ha mostrado su «habilidad» para arrancar a Madrid determinadas concesiones competenciales, y en lo momentos en que el gobierno central se cerraba en banda se articulaban medidas «para sortera» esa cerrazón. Así ocurrió en el pasado con la creación de Universidades, infraestructuras o incluso el apoyo a Spanair. Sin embargo, en estos momentos ni existe el dinero necesario (ni las ganas) por parte de esos sectores sociales para afrontar el «monstruo» que representa una compañía aérea.

Ante esta situación según esas fuentes locales «sólo queda la resignación o la confrontación». La alternativa que en el pasado también ha utilizado CiU, resumida en la frase «Peix al cove» (pez en la cesta), y que lograba contrapartidas a cambio de su apoyo en Madrid (el llamado pacto del Majestic, durante los cuatro años de Aznar sin mayoría absoluta es el ejemplo más evidente), no será sencilla a la vista de la mayoría del PP en el parlamento español.

También el Congreso Federal del PSOE que se celebra este fin de semana en Sevilla tendrá su incidencia sobre la realidad catalana. Son muchos los que apuntan que el futuro incierto del PSC se puede hacer más evidente a partir de los próximos días. Otros señalan que en estos momentos hay un debate entre ser un apéndice del PSOE o ser el motor del mismo, lo que algunos identifican con la opción de Chacón. Lo que coinciden la mayoría de esas fuentes, es que de una u otra manera el sector más catalanista del PSC será el gran derrotado.

No es casualidad que mientras esos sectores catalanistas se han ido acercando a la defensa del pacto fiscal (la presencia del presidente del grupo parlamentario Joaquim Nadal en el acto del Ateneu), Chacón haya resaltado su total oposición al mismo, «al que combatiré con todas mis fuerzas». De hecho, esta postura la ha hecho pública en un periódico de Andalucía, para lograr el apoyo del dirigente socialista andaluz, José Antonio Griñán.

El triunfo de Chacón (y en la misma medida el de Rubalcaba) traerá consigo no sólo la supeditación del PSC a Madrid, sino que incluso marcará las líneas más españolistas, abriendo un cierto frentismo en la política catalana entre unionistas y catalanistas. La radicalización del discurso del PP (en cierta medida por el efecto de UPyD o Ciutadans) puede verse acompañada de esa manera por el nuevo rostro que muestre el PSC.

Los acontecimientos en torno a Escocia han tenido su repercusión en el Principat. Tanto CiU como ERC han realizado apelaciones continuas al proceso escocés, aunque en líneas dispares. Hay diversas iniciativas puestas en marcha, como la que pretende desde sectores próximos a ERC, que persigue la constitución de una comisión parlamentaria que estudie la viabilidad del ejercicio de autodeterminación, e incluso se menciona la posibilidad que desde sectores convergentes se haya ofrecido la posibilidad de colaborar en diferentes foros internacionales a los representantes escoceses, posibilitando un apoyo mutuo de cara a un nuevo escenario estatal en el corazón de Europa.

El escenario político catalán sigue moviéndose y todos los sectores buscan acomodo ante la situación que se está generando. Así, desde CiU se intentará lograr concesiones de Madrid a cambio de apoyo puntual a determinados temas. Circulan por la capital catalana diferentes rumores que también señalan el negocio que supone las maniobras de algunos parlamentarios en Madrid, de logran sacar adelante enmiendas o correcciones de determinados lobbys a cambio de jugosas aportaciones económicas, siguiendo el estilo de otros países.

El PSC por su parte está ante una verdadera encrucijada que puede acabar por enterrar definitivamente a los sectores catalanistas del partido, los que en su día pusieron en marcha esa opción política y que pueden acabar siendo devorados por las familias españolistas.

ERC tiene que seguir afrontando la nueva situación desde las profundas reformas que ha llevado a cabo en su dirección y en las estructuras del partido. En las últimas elecciones logró en cierta medida frenar la caída libre que mostraba (algunos anticipaban incluso la desaparición del mapa político, al no contar con concejales en las principales ciudades del país), aunque otros utilizando la metáfora de un cuerpo gangrenado (obligado a perder una pierna para salvar la vida), aseguran que es pronto para ver el resultado de la «operación».

El PP, aprovechando el tirón que en estos momentos le puede otorgar su posición ventajosa en Madrid, también quiere reocupar un cierto espacio en ese panorama, y sobre todo salir de la marginalidad que representa hasta ahora en el Principat. Busca lo que algunos definen como «su propia normalización política en Catalunya», y para ello es vital contra con el apoyo de CiU.

Finalmente el espacio independentista articulado en torno a la CUP está mostrándose como la verdadera esperanza de futuro para esos sectores que apuestan por un cambio social y político profundo. Han sabido superar los intentos para ir más allá del ámbito local, sabedores que aún puede ser pronto para dar ese salto, y apuestan decididamente por ir asentando y extendiendo sus bases locales y municipales para en un futuro poder articular su propuesta en otros ámbitos electorales.

Txente Rekondo. Gabinete Vasco de Análisis Internacional (GAIN)

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.