A dos semanas para las elecciones generales en Guinea-Conakry el presidente Alpha Condé de 81 años de edad sigue sin aclarar su futuro político. En una reciente entrevista concedida a Radio France Internationale en Addis-Abeba el mandatario guineano remitía a una decisión del partido su posible candidatura para participar en los comicios del próximo 1 de marzo de 2020. Así las cosas, esta hipotética presencia de Alpha Condé en las elecciones junto con su deseo de reformar la constitución para poder concurrir a los comicios es lo que mantiene en pie de guerra a la oposición desde el pasado mes de octubre de 2019. La oposición – agrupada en la coalición del Frente Nacional para la Defensa de la Constitución (FNDC)- considera que este inesperado interés en promover una reforma de la Carta Magna es una estratagema encaminada a modificar el artículo que limita a dos el número de mandatos presidenciales. De este modo, mientras que para la oposición la reforma de la constitución esconde las verdaderas intenciones del presidente, para Alpha Condé, antiguo profesor de Derecho y Ciencias Económicas en París, su planteamiento se inscribe dentro de la normalidad institucional de un estado democrático: “¿No existen otros países que también tienen nuevas constituciones y donde el presidente puede optar a un tercer mandato? ¿Por qué no se habla de esos países? ¿Es únicamente en Guinea donde un presidente en funciones pone en marcha una nueva constitución que le permita presentarse a las elecciones? ¿Por qué armar un escándalo cuando se trata de Guinea?”[1].
A pesar de sus propósitos conciliadores el mandatario se muestra esquivo a la hora de pronunciarse sobre su candidatura en tanto el país vive inmerso en una oleada de manifestaciones que ya han costado la vida a más de 30 personas. Esta situación llevó el pasado jueves 13 de febrero al Parlamento Europeo a adoptar una resolución de condena contra la represión policial y la violencia que sacuden el país desde hace varios meses. Para Virginie Battu-Henriksson, portavoz de la Unión Europea, se trata de “un aviso claro para que la unidad y la paz de Guinea prevalezcan sobre los intereses partidarios”[2]. Lo cierto es que la violencia represiva de las fuerzas del orden no ha hecho sino acentuar el resentimiento de una oposición descontenta con la “deriva dictatorial” que ha ido tomando la legislatura del primer presidente guineano elegido democráticamente en las urnas en 2010 y al que la ONG Amnisty International imputa la muerte de 70 personas en los sucesivos actos de protesta organizados tras la reelección de Alpha Condé en 2015. Por su parte, desde el gobierno, acusan a la oposición de de disparar adrede contra sus propios manifestantes con la intención de sembrar el caos en el país y de ganarse el respaldo de la opinión pública internacional[3]. Con todos estos ingredientes el temor de un estallido político-social es inevitable.
Lejos, muy lejos, quedan ya los años en que la
imagen de Alpha Condé encarnaba la esperanza del cambio y la democracia; los
años en los que el mandatario guineano clamaba contra la represión y la
corrupción del gobierno del general Lansana Conté y que, a la postre, le
valdrían 20 meses de arresto penitenciario y la estima incondicional de
artistas como Tiken Jah Fakoly cuyo tema “Liberad a Alpha Condé” se convirtió
en un himno popular en Guinea vitoreado por la juventud y los partidarios de la
regeneración democrática del país: los mismos, tal vez, que ahora se manifiestan
contra la posibilidad de un tercer mandato del viejo profesor de Derecho y
Economía.
[1] https://www.lemonde.fr/afrique/article/2019/10/24/alpha-conde-je-ferai-ce-que-le-peuple-veut_6016769_3212.html
[2] https://www.dw.com/fr/les-eurod%C3%A9put%C3%A9s-montent-au-cr%C3%A9neau-face-%C3%A0-la-situation-en-guin%C3%A9e/a-52371526
[3] https://www.lepoint.fr/monde/guinee-nouvelle-manifestation-sanglante-contre-le-president-conde-04-11-2019-2345188_24.php