Traducido del francés para Rebelión por Caty R.
La ley de finanzas 2015, recién aprobada por la nueva Asamblea Parlamentaria de Túnez, una vez más declara prioritario el reembolso de la deuda y la aplicación de recetas neoliberales bajo la batuta de las instituciones financieras internacionales, igual que bajo la dictadura de Ben Alí. La red CADTM apoya al pueblo de Túnez en lucha contra esas medidas injustas que agraven sus condiciones de vida.
Las elecciones legislativas (octubre de 2014) y presidenciales (noviembre y diciembre de 2014) en Túnez dieron la victoria al partido Nidá Tunis. Fundado en marzo de 2012 por Beji Caïd Essebsi, uno de los dirigentes de la dictadura, este partido es una refundación del antiguo partido de Ben Alí. Nidá Tunis obtuvo 86 escaños (de 217) en la nueva Asamblea de Representantes del Pueblo (ARP) y su candidato, Beji Caïd Essebsi, ganó las elecciones presidenciales. El partido islamista Ennahda, vencedor de las elecciones de la Asamblea Constituyente de 201, solo consiguió 60 escaños. Sin embargo Ennahda mantiene un lugar importante en el paisaje político. En cuanto al Frente Popular, agrupación de partidos «progresistas», solo obtuvo 15 escaños y su candidato a las elecciones presidenciales únicamente consiguió en torno al 8% de los votos. Fathi Chamkhi (militante contra la deuda y miembro de las redes CADTM y ATTAC) es uno de los nuevos diputados.
Nidá Tunis tiene claro continuar la política económica y social impuesta a Túnez en el marco del ajuste estructural impuesto por las instituciones financieras internacionales (con el FMI a la cabeza) y las políticas de libre comercio impuestas por la Unión Europea. En eso no difiere del partido islamista, que ha sido un dócil discípulo de los acreedores extranjeros. Se vio muy claro en las votaciones del presupuesto del Estado para 2015 que votaron favorablemente en diciembre de 2015 todos los diputados de Nidá Tunis y Ennahda. La ley de finanzas aprobada prevé la privatización de los tres bancos públicos, el mantenimiento de la congelación salarial en la función pública por tercer año consecutivo, el recorte de los presupuestos de varios ministerios sociales (Empleo, Formación Profesional, Asuntos Sociales y Desarrollo Regional) en perfecta concordancia con las medidas dictadas por el FMI.
La deuda, primer gasto del Estado
En cuanto al servicio de la deuda, primer gasto del Estado, este año llegará a niveles récord. El reembolso previsto de la deuda externa e interna del Estado se eleva a 5.130.000 dinares tunecinos (2.300 millones de euros), es decir, el equivalente a los siguientes presupuestos juntos: sanidad, asuntos sociales, empleo y formación profesional, desarrollo medioambiental, transporte, cultura, investigación científica y turismo.
Las necesidades sociales de los tunecinos no se tienen en cuenta en absoluto, incluidas las más básicas. Así, la ola de frío que azota todo el oeste de Túnez muestra, una vez más, la grave debilidad del Estado, ya que parte de la población padece duramente frío y hambre. Al mismo tiempo, la cuenca minera de Gafsa-Redeyef está otra vez en ebullición en reacción a las infames condiciones sociales a las que está condenada la mayoría de sus habitantes.
La red internacional CADTM apoya esas movilizaciones populares, así como cualquier iniciativa parlamentaria dirigida a suspender, auditar y anular sin condiciones las deudas odiosas e ilegítimas de Túnez.
Túnez posee varios argumentos jurídicos importantes para cuestionar el pago de esas deudas. La doctrina de la deuda odiosa es perfectamente aplicable a las deudas contraídas bajo la dictadura de Ben Alí. Según esta doctrina del derecho internacional, «si un poder despótico contrae una deuda que no sea para las necesidades y en interés del Estado, sino para fortalecer su régimen despótico, para reprimir a la población que le combate, etc., esa deuda es odiosa para la población de todo el Estado (…) Esa deuda no es obligatoria para la nación, es una deuda del régimen, una deuda personal del poder que la contrajo, por lo tanto desaparece con la caída del ese poder».
En desafío de la naturaleza odiosa de las deudas legadas por el régimen de Ben Alí, por otra parte reconocidas explícitamente en varias resoluciones parlamentarias, como la del Parlamento Europeo de mayo de 2011, esas deudas odiosas continuarán, también en 2015, siendo reembolsadas por el pueblo tunecino.
El artículo 103 de la Carta de las Naciones Unidas también se puede utilizar para fundamentar jurídicamente la suspensión unilateral del pago de la deuda con el fin de priorizar los servicios sociales básicos para la población. Dicho artículo consagra la superioridad de los derechos humanos sobre cualquier compromiso del Estado, como es el caso respecto a los acreedores.
Señalemos finalmente que la red CADTM participará en el próximo Foro Social Mundial que se celebrará en Túnez del 24 al 28 de marzo. La Asamblea del CADTM África y el Consejo Internacional de la red CADTM intervendrán respectivamente antes y después del Foro, así como en otras reuniones con los movimientos sociales.