A menos de una semana para que el nuevo enviado especial de la ONU para el Sáhara, Christopher Ross, en el ejercicio de sus funciones, inicie su primer viaje oficial a Marruecos y a los Campamentos de Refugiados Saharauis de Tindouf, el PSOE ha enviado a Rabat a su responsable de relaciones internacionales, Elena Valenciano, […]
A menos de una semana para que el nuevo enviado especial de la ONU para el Sáhara, Christopher Ross, en el ejercicio de sus funciones, inicie su primer viaje oficial a Marruecos y a los Campamentos de Refugiados Saharauis de Tindouf, el PSOE ha enviado a Rabat a su responsable de relaciones internacionales, Elena Valenciano, para dejar clara la posición del partido del Gobierno español en este conflicto.
Mientras que Ross viaja a la zona intentando conseguir, en el marco de las resoluciones de la ONU, la convocatoria de una quinta ronda de negociaciones «de buena fe y sin condiciones previas», a Valenciano, ejerciendo de correveidile, le ha tocado ir a hacer el trabajo sucio de Marruecos.
Parece que las condiciones previas que no puede imponer Marruecos, Elena Valenciano es capaz de recomendarlas sin el más mínimo rubor. Y así, después de reunirse con la jerarquía gubernamental marroquí, se destapa en unas declaraciones a la Agencia de Noticias Oficial de Marruecos, en las que dice: «Creemos que el Gobierno marroquí ha presentado un proyecto que debe ser tenido en cuenta y que debe abordarse en las negociaciones», o incluso asegura: «Saludamos la presentación por Marruecos del plan de autonomía», iniciativa que constituye, según ella, «una hoja de ruta».
No consta que, en ningún momento, intercediese por la defensa de los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental, continuamente atropellados por las fuerzas de ocupación marroquí. En cambio, sí consta que después de entrevistarse con el primer ministro marroquí, Abbas el Fassi, quien destacó el avance logrado por Marruecos en la consolidación de la democracia, los Derechos Humanos y la igualdad de género, la representante del PSOE elogió los progresos realizados por Marruecos, especialmente en el ámbito de las libertades públicas.
Tampoco consta que se hablase del derecho de autodeterminación del Pueblo Saharaui, derecho defendido por la ONU en todas sus resoluciones sobre el Sáhara Occidental.
Pero cuando la Secretaria de Relaciones Internacionales del PSOE, Elena Valenciano, se cubre definitivamente de gloria, es cuando define la situación como «muy embarrada», y asegura que «Hablamos a calzón quitado. Estamos todavía a la expectativa de ver qué sucede con el nuevo enviado de la ONU y con la nueva Administración norteamericana».
Parece no darse cuenta la Sra. Valenciano, ni el partido político al que representa, que el posicionamiento de ambos en defensa de las tesis marroquíes, lo que origina, aparte de una amnesia total con respecto a las responsabilidades históricas de España en el sufrimiento del Pueblo Saharaui, es una injerencia y un intento de condicionar la labor del nuevo enviado especial de la ONU para el Sáhara, Christopher Ross.
Quizá no es muy afortunado definir la situación como «muy embarrada», pues posicionándose a escasas horas del inicio de las gestiones de Ross, lo que se origina sobre la situación es algo que la convierte en algo mucho más escatológico que el barro.
Sin duda intentando compensar los errores cometidos por el PSOE y su Secretaria de Relaciones Internacionales estos días en Rabat, próximamente se realizará algún envío de ayuda humanitaria a los Campamentos de Refugiados Saharauis de Tindouf, para paliar la difícil situación que allí padecen. Por desgracia se seguirá cumpliendo con la cuestionable postura de «mucha lenteja para el Sáhara, pero ningún apoyo político». Apoyo político que el PSOE reserva exclusivamente para las tesis marroquíes.
Sra. Valenciano, para esto, antes de salir de viaje es mejor que se quede en su casa.