La tensión en la República Democrática del Congo aumenta cada día. El gigante del corazón de África ve cambiar a sus presidentes solo mediante la violencia o mediante elecciones amañadas. Su ansiada tierra y sus deseadas riquezas hacen que sea un país bajo ocupación oculta a plena luz del día, en guerra silenciada que se […]
La tensión en la República Democrática del Congo aumenta cada día. El gigante del corazón de África ve cambiar a sus presidentes solo mediante la violencia o mediante elecciones amañadas. Su ansiada tierra y sus deseadas riquezas hacen que sea un país bajo ocupación oculta a plena luz del día, en guerra silenciada que se cobra más víctimas que ningún otro conflicto en el mundo. El país de Lumumba debe recuperar su soberanía, debe hacer gala de su inteligencia y debe ofrecer justicia a las vícitimas del genocidio atroz que está sufriendo.
El día 19 de diciembre de 2016, a las 12 de la noche, se cumplió el plazo para que Joseph Kabila abandone la presidencia que ha ocupado durante dos mandatos. Lo que reza la constitución. Pero el presidente, impuesto desde el exterior desde el principio, no dice nada. Su gobierno no ha organizado las elecciones. Se dice que no es posible organizarlas por lo menos hasta 2018, que no hay dinero… en el trozo de planeta más rico que existe… El entorno cleptócrata del presidente Kabila y su ejército, dirigido por ruandeses, reprime salvajemente las protestas en la calle. Encarcelan a los activistas y tratan de mantenerse en el poder. Pero les ha llegado la hora de partir. Es en este momento cuando los congoleños debieran prestar más atención a su historia para no repetirla. Que no se fien de los apoyos extranjeros para protestar ahora, que no se fíen de los políticos de oposición que no hablan de lo importante, solo prometen más de lo mismo. Ahora es el momento de pensar ¿Qué es lo más importante para el Congo?
La actividad en las redes sociales de los congoleños en la diáspora es frenética. Viajan al país y vuelven con proyectos y mensajes que difundir de sus hermanos, algunos de los cuales están amenazados y en la cárcel. Recaudan fondos, gritan al mundo ¡¿para cuándo el Congo?!
En un video, la historiadora congoleña y activista por los derechos humanos, BK Kumbi, invita a la juventud congoleña a pensar con inteligencia. En dos días se reprodujo miles de veces. Y no es la única a cuyos mensajes empoderantes se está prestando tanta atención.
Desde que los políticos comenzaron con los diálogos, la activista confiesa sentirse impresionada porque la cuestión del genocidio del pueblo congoleño, con más de 8 millones de muertos y cientos de miles de mujeres y niñas violadas impunemente en el este del país ¡no sea el centro de todas las discusiones!
Se imaginan que en su propio país hubiera estas cifras de asesinatos y violaciones, en una guerra no reconocida durante décadas, y cuando los políticos y la comunidad internacional se ponen a debatir sobre lo mejor para el país ¡ni siquiera se hablase de ello! Esto es inimaginable para nadie en el norte, pero es la realidad para los congoleños y congoleñas. Si no presta atención y piensa, el pueblo congoleño está siendo dirigido para que ellas y ellos mismos tampoco lo pongan en el centro de la agenda política.
Kumbi lamenta: «No hablamos más que de la constitución, que debe ser respetada… ¿acaso hemos olvidado ya cómo fue puesto en escena Kabila?» Y continua: «Kabila llegó con el que decían que era su padre, quien a su vez llegó a Congo con los tutsi ruandeses, quienes a su vez recibieron el mandato de arrodillar al Congo ante Estados Unidos, Gran Bretaña y sus cómplices en Bélgica».
El Congo, la República Democrática del Congo está bajo ocupación extranjera, y «¡eso! debe ser el centro de nuestras preocupaciones». «La cuestión más importante sobre la que debemos dialogar ¡es sobre nuestra soberanía! Debemos recuperar nuestra soberanía», insiste Kumbi.
Los dictadores de Ruanda y Uganda, delegados de las potencias anglosajonas, han invadido no solo el territorio este del Congo, del que se quieren apropiar masacrando a las poblaciones locales, sino que también han invadido los puestos de mando en el ejército, en la administración gubernamental y copan los principales negocios nacionales.
«Es importante recuperar nuestra soberanía porque solo así podremos brindar justicia a las víctimas de esta ocupación, en lugar de prometerle a Kabila que puede seguir siendo senador de por vida. Esta disposición [que Kabila continúe como senador, es una de las porpuestas que se está negociando oficialmente] es inaceptable para una persona que ha cometido tantos crímenes.»
En cuanto a los grupos de jóvenes congoleños que piensan que Occidente los está dando espacio para hablar y denunciar, «pensad de nuevo», les pide BK Kumbi: «Esto no se hace en interés de Congo». Estos «apoyos» suelen llevar soterradamente implícito el gatopardismo de ‘para que todo siga igual, hay que cambiarlo todo’. Se puede presionar para cambiar a los jefes de estado, hoy le toca a Kabila, pero es para que todo siga igual. Kumbi insiste: «los congoleños debemos ser inteligentes frente a todo esto para terminar con el genocidio de nuestro pueblo.»
Le hemos pedido que nos cuente su visión de la actual situación del Congo. Puntualizando que ella no es ninguna analista de geopolítica ni nada de eso, esto es lo que ha respondido.
«Mientras reflexiono sobre el famoso diálogo que está teniendo lugar en Kinshasa, me pregunto qué papel tendrá cada una de las partes. Por un lado, tenemos a Kabila representado por la Mayoría Presidencial (MP) y por otro tenemos la unión de toda la oposición, Le Rassemblement, una coalición de muchos partidos políticos que se oponen a Kabila, y no olvidemos a la Comunidad internacional.
1. El Rassemblement está seguro de que Kabila intentará quedarse en el poder y se oponen a ello (al menos de forma pública). Ellos le dicen al pueblo congoleño «¡Nosotros le echaremos!».
2. Kabila insiste en decir que respetará la constitución pero ni dice si se quedará o si se irá y todo lo que puede desprenderse de sus acciones muestra que quiere aferrarse al poder.
En este caso ¿cuál será el mejor resultado para las dos partes, independientemente de la decisión que tome cada una de ellas? Conociendo además que ambas partes están siendo presionadas por las potencias extranjeras, es decir Estados Unidos, Gran Bretaña y Bélgica. Si hay alguna psicología tras todo esto, parece que Kabila quiere que el Rassemblement piense que hay una mínima posibilidad de que se aferre al poder y que su decisión causará el caos.
En el otro bando parece que creen que Kabila debe marcharse el 19 de diciembre cueste lo que cueste. Si lo ponen de rodillas por lo que ellos creen que son sus intenciones, saben que habrá una reacción del lado de Kabila. El previsible caos, por tanto, será una contradicción total con lo que se espera de ellos por parte de los responsables de Estados Unidos y Gran Bretaña, que no quieren arriesgarse a perder su influencia en la región.
Entonces, ¿podemos decir que el acuerdo girará en torno a una terminología específica? Parece que así es. El Rassemblement pide a Kabila que diga públicamente que no se presentará a un tercer mandato. Si Kabila acepta esta idea, podría significar que se quedaría dirigiendo el país hasta nuevo aviso, ya que el jefe del gobierno es un miembro del Rassemblement [el primer ministro Samy Badibanga].
Hay que tener en cuenta que las cancillerías occidentales insisten con behemencia en esa idea, mientras que dejan la cuestión de la persona que dirigirá la transición si abordar más que de forma vaga.
Recordemos el hecho de que ninguna de estas disposiciones están respetando la constitución que cada una de las partes parece defender de forma tan entusiasta. Si el Rassemblement llega a un acuerdo con Kabila en estos términos, establecerá un peligroso precedente que da a entender que todo es negociable en el Congo.
Además, hay que añadir que ninguna de estas decisiones, si se tomasen, respetaría la voluntad del pueblo congoleño que quiere que Kabila se vaya.
En este panorama, incluso si es en interés del Rassemblement el echar a Kabila, para tomar el poder político, no hay certeza de que lo haga. En todo este asunto hay otro componente que debemos tener en cuenta, es el pueblo. Si los congoleños se hacen a sí mismos la pregunta adecuada, entonces sabrán cuál es su principal interés y desde luego no es ninguna de las dos opciones actuales, ni el régimen de Kabila ni el Rassemblement. El pueblo de Congo necesita una revolución.»
Pues ahí lo tienen, un análisis de la geopolítica congoleña en 8 minutos. Para que luego nos digan que el asunto del Congo es complicado.
Blog del autor: http://africaenmente.blogspot.com.es/2016/12/el-pueblo-del-congo-necesita-una.html#more