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El racismo persistente en Estados Unidos, a media centuria de Luther King

Fuentes: Bolpress

Medio siglo después del inolvidable discurso de Martin Luther King, el racismo persevera en Estados Unidos, donde están activas leyes discriminatorias tanto en el ámbito federal como en las jurisdicciones estaduales. A cinco años de la elección presidencial de Obama, los políticos afroestadounidenses continúan en minoría en el escenario nacional, y casi ocho de cada […]

Medio siglo después del inolvidable discurso de Martin Luther King, el racismo persevera en Estados Unidos, donde están activas leyes discriminatorias tanto en el ámbito federal como en las jurisdicciones estaduales. A cinco años de la elección presidencial de Obama, los políticos afroestadounidenses continúan en minoría en el escenario nacional, y casi ocho de cada 10 negros opinan que falta mucho por hacer para alcanzar la igualdad racial.

Martin Luther King, el más famoso de los líderes negros norteamericanos, pronunció sus célebres cuatro palabras («I have a dream») el 28 de agosto de 1963 ante un auditorio de 250 mil compatriotas que se reunieron en el Lincoln Memorial al final de la Marcha por el Trabajo y la Libertad. Fue una alocución cargada de fuerza emocional y política, dirigida a una comunidad afroamericana que ya casi había perdido la esperanza y a un siglo desde el final de la esclavitud, continuaba viviendo bajo indignas variantes de ese flagelo.

Luther King lideró aquella demostración histórica pocas semanas después que chocantes escenas de atropello fueron registradas en Birmingham, Alabama, donde policías bajo las órdenes del alguacil Theophilus Connor agredieron con perros a manifestantes negros.

Fue el mismo verano en que el presidente John F. Kennedy, quien no podía evitar el racismo en su propia tierra, pronunció su también famoso discurso de Berlín. Habló en alemán y exhortó «a garantizar la libertad individual de las personas» tras la llamada Cortina de Hierro.

La March on Washington for Jobs and Freedom fue sobre todo una manifestación de pacifismo cívico, una de las principales pautas programáticas de King, y aunque estuvo monitoreada siempre por 19 mil policías, solo cuatro manifestantes (todos blancos) fueron arrestados. Desde el boicot contra el transporte de Montgomery iniciado por Rosa Parks en diciembre de 1955, en la orientación ideológica de la comunidad negra también tuvieron impacto otros líderes políticos como Malcom X, Stokely Carmichael, H. Rap Brown, Eldridge Cleaver y Bobby Seale.

Sin embargo, 50 años después de aquellas luchas sociales, los sueños de Luther King se han cumplido solo a medias, pese a que el primer presidente afroamericano Barack Obama rindió homenaje a King el pasado 28 de agosto. Junto al escenario actual de un Jefe de Estado negro en la Casa Blanca, persisten en el norteño país leyes racialmente intrusivas y localmente discriminatorias en estados sureños como las dos Carolinas, Arkansas, Texas y Florida.

Walt Dixie, vocero del grupo National Action Network, apuntó que la frase «I Have a Dream» (tengo un sueño) choca con leyes vigentes como Stand Your Ground (dispara primero, en Florida) o la reciente modificación de la Voting Rights Act (sobre derechos del votante). El activista recordó que voceros de la sociedad ultraconservadora como Rush Limbaugh, Michael Savage o Bill Bollom transmiten programas de radio o boletines periódicos donde difunden los conceptos más racistas que se les ocurren, algunos solapados, otros no.

En julio último organizaciones comunitarias, celebridades, foros civiles y representantes de la esfera política estadounidense propusieron boicotear al estado de Florida debido al fallo judicial a favor de George Zimmerman. Un tribunal en el sureño departamento halló no culpable de asesinato al vigilante privado, pese a varias evidencias que lo imputaban por la muerte a sangre fría del joven afroamericano Trayvon Martin. (1)

De concretarse el aislamiento, la operación sería similar a la aplicada en 2010 contra el estado de Arizona, que perdió 141 millones de dólares cuando numerosos grupos suspendieron convenciones que tenían programada en ese territorio. La principal crítica contra Arizona era la ley S.B. 1070, la cual criminalizaba a la inmigración ilegal; en el caso de Florida los demandantes exigen la invalidación de la polémica legislación «dispara primero». Esta normativa, usada como argumento de la defensa en el juicio contra Zimmerman, establece que los ciudadanos pueden abrir fuego contra sujetos sospechosos que invadan sus propiedades sin que medie una alerta previa.

El Centro para el Progreso Americano, el cantante Stevie Wonder, el líder político Martin Luther King III, varios gremios de abogados, sindicalistas y activistas comunitarios exhortaron al resto del país a no comprar artículos comerciales floridanos.

Otra normativa en vigor y subrepticiamente discriminatoria es el Acta de Sentencias de 2010, que impone el mismo tiempo de prisión por la tenencia de cinco gramos de crack (consumido mayormente por afroamericanos) que por 500 gramos de polvo de cocaína, usado por muchos adictos blancos.

Un nuevo ejemplo de retroceso legal fue el veredicto en junio de la Corte Suprema, que inhabilitó un artículo del Acta de Derechos del Votante (ADV) relacionado con el chequeo judicial para evitar eventuales procedimientos racistas en comicios generales. La ADV o Voting Rights Act fue sancionada en 1965, entre otras razones, para contrarrestar las prácticas discriminatorias contra la comunidad afroamericana, muy extendidas por aquella época.

Según datos históricos, en marzo de 1965, en un puente en las afueras de Selma, Alabama, nació una segunda fase de la revolución de los derechos civiles. Los activistas dirigidos por Martin Luther King Jr. tomaron las calles en una protesta pacífica por el derecho al voto para los afroamericanos, lo que fue respondido con la violencia policial. Poco después, el presidente de turno Lyndon Johnson anunció en una sesión conjunta del Congreso que presentaría una propuesta de ley eficaz para el derecho al voto. El 6 de agosto de ese año el gobernante aprobó el proyecto de esa norma, aclamado por muchos como la de derechos civiles más eficaz en la historia nacional.

En los últimos cinco años territorios tradicionalmente conservadores como Alabama, Arizona o Texas han tratado de impugnar la normativa al considerar que algunos preceptos interfieren con la soberanía de los estados. Es así que el condado de Shelby en Alabama impugnó la constitucionalidad de la sección 5 del Acta, reautorizada por el Congreso en 2006, alegando que pese a la discriminación histórica de las minorías, eso no ocurre en la actualidad. También otros estados como Alaska, Arizona, Georgia, Louisiana, Mississippi, Carolina del Sur y Texas aplican esta sección constitucional, mientras Virginia, California, Florida, Nueva York, Carolina del Norte, Dakota del Sur, Michigan y Nueva Hampshire la implementan de manera parcial.

Con una votación de cinco contra cuatro, el máximo tribunal norteamericano desactivó un acápite de la legislación, según el cual el Departamento de Justicia estaba obligado a identificar los estados que requieren una mayor supervisión federal. El magistrado jefe John Roberts aclaró que la decisión no significa una invalidación total del acta, sino que el Congreso federal deberá buscar nuevas fórmulas para juzgar a los sistemas electorales departamentales. La decisión de la Corte Suprema es dañina, deshonesta y actúa contra las acciones del Congreso para asegurar el sufragio de todos los ciudadanos, manifestó en un editorial el diario The New York Times y advirtió que el máximo órgano judicial no se pronunció sobre el largo historial de discriminación de algunos estados, que obligan a las más altas autoridades federales a mantener la facultad de cambiar las reglas de la votación. (2)

Grupos defensores de los derechos humanos como el Pew Charitable Trusts recordaron que, pese a la vigencia de la ADV, Carolina del Sur y Georgia han implementado sutiles procedimientos segregacionistas basados en el requerimiento de identificación para electores. Por ejemplo, una corte federal calificó de discriminatoria para hispanos y negros una ley del estado de Texas que exige a las personas presentar una identificación con fotografía a la hora de votar.

El diario Houston Chronicle informó que en Washington un panel de tres jueces dictaminó de manera unánime que la ley impone cargas estrictas e imperdonables a los pobres, y además recordó que en Texas una parte considerable de los afroamericanos y latinos viven en la pobreza. Dicho fallo, que impidió que la norma se aplique en las elecciones generales del 6 de noviembre de 2012, fue la segunda derrota importante para Texas en tres días ante una corte, después de que otro panel en Washington decidió que la legislatura tejana, con mayoría republicana, tuvo una intención discriminatoria al diseñar los nuevos distritos electorales del estado.

Obama reconoce que el sueño de Luther King aún es difícil de alcanzar en EE.UU.

El 28 de agosto el presidente Barack Obama, en el discurso que pronunció ante miles de participantes en el mismo lugar donde el reverendo King hizo una encendida alocución el 28 de agosto de 1963, en la escalinata del memorial a Abraham Lincoln, en el centro de Washington DC, admitió que el sueño del líder de los derechos civiles Martin Luther King parece aún más difícil de alcanzar que hace 50 años, y reconoció que la brecha racial no se cerró en este país.

Obama señaló que las diferencias existen en cuanto a la distribución de la riqueza y dijo que el velo de la pobreza «arroja una sombra sobre nuestra juventud» en innumerables comunidades de Estados Unidos. Subrayó que aquellos que protagonizaron la Marcha sobre Washington por el trabajo y la libertad hace medio siglo lo hicieron no solo porque buscaban la igualdad racial, sino también la oportunidad económica. El gobernante enfatizó que «sería deshonrar a quienes dieron su vida decir que no se ha avanzado, porque sus victorias fueron grandes, pero también les deshonraríamos si sugiriéramos que ese trabajo en este país está terminado». (3)

A cinco años de la elección presidencial de Obama, los políticos afroestadounidenses continúan en minoría en el escenario nacional. A pesar de que la primera familia negra en la Casa Blanca marcó un relativo cambio de paradigma, los afronorteamericanos están al borde de la extinción en el Senado federal y en las gobernaciones, reseña un estudio del medio digital Político.com. Desde que Obama ganó las votaciones de 2008, ni un solo político negro ha logrado ser electo para la cámara alta y el único gobernador afroamericano tendrá que dejar el cargo este mismo año. El periódico recordó que la más reciente generación de políticos negros fue derrotada en las urnas (alcalde de Washington Adrian Fenty, y los diputados Kendrick Meek y Artur Davis) o abandonaron carreras por supuestos problemas administrativos (representante Jesse Jackson Jr.) (4)

Casi ocho de cada 10 negros estadounidenses opinan que falta mucho por hacer para alcanzar la igualdad racial. Un estudio del Centro Pew de Investigaciones muestra que los afronorteamericanos fueron más proclives que otros grupos raciales a decir que se les había discriminado durante el año pasado, 35% contra 20% de hispanos y 10% de blancos. La mayoría de las personas que integran la segunda minoría del país, detrás de los latinos, expresó que fueron tratados con menor justicia que los blancos en su relación con la policía, en los tribunales, en las escuelas públicas locales o en el centro laboral.

Apenas uno de cada cuatro afroestadounidenses manifestó que la situación de la gente negra es mejor ahora que hace cinco años, en comparación con 39% en 2009. Entre los blancos, declinó de 49% al 35%. En ese sentido, para el 49% de los estadounidenses aún falta un gran trecho para lograr igualdad de razas, y en ese universo, el 79% de los negros tiene esa percepción contra el 44% de los blancos y el 48% de los latinos.

Un reporte del Buró Nacional del Censo (BNC) confirmó que la llamada Gran Recesión económica perjudicó en números quintuplicados a las minorías étnicas en Estados Unidos con respecto a la comunidad anglosajona. El congelamiento industrial que siguió a la crisis financiera de 2008 amplió en varios dígitos la diferencia en cuanto a bienestar social que ya existía entre blancos por un lado, y asiáticos, hispanos y negros en el norteño país. (5)

En 2005 los blancos ganaban 12 veces más que los negros estadounidenses y ocho veces más que los hispanos, en el último lustro la Gran Recesión vino a exacerbar este desequilibrio social. Una de las causas de esta tendencia es que la crisis hipotecaria, el colapso del sector inmobiliario y de los llamados préstamos subprimes, más la implosión del mercado real, afectó sobre todo al oeste y sur de Estados Unidos, hogar preponderante de estas comunidades.

Según una encuesta de Gallup, la mayoría de la población negra estadounidense considera que tiene menos posibilidades de conseguir trabajo que los blancos. La pesquisa encontró que el 60% de los afroamericanos estima que los blancos tienen mejores oportunidades para conseguir empleos. Mientras apenas el 39% opinó que blancos y negros tienen las mismas oportunidades de conseguir un puesto para los que están calificados.

A 50 años de la llamada Marcha sobre Washington, la segunda minoría del país piensa que los blancos tienen más oportunidades. Aunque la situación es ligeramente más positiva que en 1963, cuando el 74% de los negros estadounidenses enfrentaba esa situación, Estados Unidos está lejos de alcanzar la igualdad racial y persisten las diferencias en este parámetro. La muestra de Gallup encontró que en oportunidades de educación el 56% de los negros siente que los niños blancos y negros tienen las mismas en sus comunidades para tener una buena enseñanza, pero el 43% piensa lo contrario.

Otra investigación de la organización Children’s Defense Fund, de 2012, revela que 44.038 niños y adolescentes negros murieron desde 1979 por disparos de armas de fuego, lo que confirma que el homicidio por armas fue la principal causa de muerte entre los jóvenes negros de entre 15 y 19 años, quienes además tienen ocho veces más probabilidades de ser víctimas de estos ataques que los jóvenes blancos.

Además, un estudio presentado hace cinco años por la Unión Americana para las Libertades Civiles (ACLU en inglés), conocido como Ayres Report, mostró que ser negro o latino parece ser un factor determinante cuando un policía ordena a un automovilista o peatón detenerse. Los afroamericanos son 166% y los latinos 132% más propensos que los blancos o anglosajones a que se les ordene salir del vehículo, detalla Ayres Report. (6)

Al respecto, un programa diseñado para ayudar a detectar posibles terroristas está generando encasillamiento racial, según una denuncia presentada por funcionarios de la Agencia de Seguridad en el Transporte (TSA), en el Aeropuerto Internacional Logan de Boston. Un reporte del diario New York Times revela que más de una treintena de oficiales de la TSA afirman que la supuesta operación antiterrorista también va dirigida a pasajeros que cubren ciertos perfiles, como negros que usan gorras de béisbol con la visera hacia atrás e hispanos que viajan a Miami. (7)

En ese contexto, los ciudadanos estadounidenses perciben con escepticismo algunas iniciativas en marcha en varias ciudades del país para determinar cuándo su arresto responde a un perfil racial. Recientemente, por ejemplo, el Departamento de Policía de Los Ángeles (LAPD) anunció un plan para realizar careos entre los uniformados y ciudadanos que consideren que han sido detenidos en base al perfil racial. El diario californiano La Opinión informó que la Comisión de Policía de esa ciudad aprobó llevar a cabo un programa piloto durante los próximos tres años, que permita a policías y ciudadanos un careo ante un mediador.

Notas:
1. La historia registrará como cuestionable la decisión de un jurado de Florida de exonerar de culpas a Zimmerman, afirmó el ex secretario de Estado Colin Powell, primer negro en acceder a tan alto cargo. El ex funcionario elogió que el presidente Obama hablara de las cuestiones raciales después de la absolución de Zimmerman, pero sugirió que sea «más apasionado» respecto a estos asuntos.

2. La cifra de electores blancos en los comicios de 2012 declinó por primera vez desde 1996, mientras que el número de votantes negros se disparó y consolidó la victoria del presidente Obama. Los afroamericanos fueron el único grupo étnico que marcó un incremento en la convocatoria ante las urnas en noviembre último, más notablemente en el medio oeste y sureste de Estados Unidos, informaron expertos del Buró Federal del Censo. Acorde con las fuentes, el 66,2% de los afroestadounidenses elegibles para voto entregaron boletas en las consultas de fin de año, comparado con el 64,7% que lo hizo en 2008. El número total de votantes negros aumentó en 1,7 millones, mientras los hispanos lo hicieron en 1,4 y los asiáticos en 550 mil. Por el contrario los electores caucásicos norteamericanos decrecieron en el orden de dos millones, lo que representó la mayor caída en este sector demográfico en 16 años.

3. Antes subieron al estrado los ex presidentes demócratas James Carter y William Clinton, quienes coincidieron en similares apreciaciones. Carter lamentó una reciente sentencia del Tribunal Supremo que echó por tierra leyes de derecho al voto, así como las tasas de encarcelamiento que sufre la comunidad afronorteamericana, mientras Clinton habló sobre la división racial que todavía persiste en el país.

4. La situación es particularmente embarazosa para el Partido Demócrata, porque hasta febrero último el único congresista negro en el Senado era un republicano, Tim Scott, de South Carolina. Este hecho es socialmente contrastante porque las minorías poblacionales hispana y afroestadounidense votan generalmente en un margen de cinco por dos a favor del llamado gremio político azul. Además, como norma general, los políticos afronorteamericanos tienen un amplio espectro de problemas relacionales a la hora de poder contactar eventuales patrocinadores y recolectar dinero para sus campañas, acotó el congresista Jim Clyburn. El caso de las mujeres negras que se dedican la política en Estados Unidos es mucho peor porque afrontan un doble handicap por prejuicios de género y raza, subrayó la representante de California Karen Bass.

5. Los ingresos promedios de las familias blancas estadounidenses son 22 veces más altos que la misma estadística en hogares afronorteamericanos, con un diferencia de 110.729 dólares anuales por 4.995 para los negros. El desbalance es significativo también en el caso de los hispanos, donde la media de dividendos familiares calculada dio 7.424, una desventaja de 15 por uno con respecto a los blancos. Los asiáticos ganan unos 69.590 dólares anuales e igualmente quedaron lejos de la marca para el primer grupo poblacional, indica el informe del BNC.

6. Una investigación federal del Departamento de Policía de Miami, Florida, puso al descubierto un patrón de uso excesivo de la fuerza y postergaciones en la investigación de tiroteos policiales. La investigación comenzó en 2011, después de una serie de homicidios de jóvenes afroamericanos a manos de oficiales de Miami, y en el transcurso de ocho meses fueron asesinadas siete personas con ese perfil, reportó Democracy Now. La exploración detectó que en los últimos años se ha registrado una relación de una víctima fatal de tiroteo por cada 220 oficiales de policía, mientras que la división de derechos civiles del Departamento de Justicia determinó que entre 2008 y 2011 oficiales policiales dispararon intencionalmente contra los ciudadanos 33 veces.

7. El programa de «detección de conducta» que se aplica en el Aeropuerto Internacional Logan está diseñado fundamentalmente para detectar potenciales terroristas procedentes del Medio Oriente, y permite a los funcionarios de la TSA detener, catear e interrogar a pasajeros con comportamientos considerados sospechosos. Kenneth Boatner, un psicólogo y asesor educacional de raza negra que viajaba a Atlanta por razones de trabajo presentó una queja formal ante la TSA después de ser detenido por casi media hora mientras agentes examinaban sus pertenencias, incluyendo su chequera y notas clínicas sobre sus pacientes. El afroamericano sospecha que fue por su raza y su indumentaria, pues al momento de ser detenido lucía pantalones deportivos, una camiseta blanca y zapatillas de baloncesto.

Jorge V. Jaime es Jefe de la redacción Norteamérica de Prensa Latina.

Fuente: http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2013083101