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La Internacional socialista expulsa de sus filas a la RCD tunecina

El rechazo al partido de Ben Ali pone contra las cuerdas al gobierno interino

Fuentes: Rue89

Traducido para Rebelión por José Daniel Fierro

Los primeros desacuerdos de la post-revolución en Túnez no han tardado en llegar: cinco ministros procedentes de la oposición renunciaron hoy martes a formar parte del gobierno de Mohamed Ghannouchi, menos de 24 horas después del anuncio de su formación. El rechazo a la RCD (Agrupación Constitucional Democrática), el antiguo partido de Ben Ali, se extiende por el país y sus sedes locales han sido ocupadas por manifestantes.

Estas imágenes, tomadas el martes por un video-aficionado en Sousse (una de las principales ciudades del país, en la costa mediterránea), muestran cómo una multitud de manifestantes ocupan la sede de la RCD, mientras cantan el himno nacional de Túnez. (Ver vídeo)

El debate sobre la RCD también se encuentra en el origen de las tensiones que sacuden el nuevo gobierno.

De acuerdo a las informaciones de nuestro corresponsal en Túnez, los representantes de la oposición, y en particular los miembros designados por el sindicato único de la UGTT, se retiraron motivados por la presencia de destacados cargos del antiguo partido en el poder, al cargo de los ministerios más importantes: Defensa, Asuntos Exteriores, Interior y Economía, que no han cambiado de manos.

Según estos miembros de la oposición, el gobierno en el cual ellos aceptarían integrarse no podría contar con dirigentes de la RCD.

La negativa de las bases de la UGTT

En concreto, las bases de la UGTT impusieron hoy su decisión a una dirección desacreditada por su cercanía al antiguo régimen, e impuso la dimisión de los cuatro miembros de sus filas. Uno de los dirigentes explicó:

«La UGTT ha decidido abandonar el gobierno porque nos negamos a compartir asiento con ministros del antiguo poder».

Entre los principales dimisionarios se encuentran Mustapha Ben Jaafar, Secretario General del Foro Democrático para el Trabajo y las Libertades (FDTL), un partido de la oposición legal, que debía ocupar la cartera de salud.

En respuesta a estas críticas, el presidente interino, Fouad Mebazaa, y el primer ministro, Mohamed Ghannouchi, anunciaron su renuncia al RCD para marcar la «separación entre el Estado y el partido».

Estas decisiones pueden ser totalmente insuficientes para calmar la ira de la población, que cree que la RCD sólo está buscando una manera de perpetuar su poder bajo formas diferentes, a pesar de la marcha de su líder supremo, el ex presidente Ben Ali.

El último golpe a la RCD ha sido su exclusión hoy de la Internacional socialista, de la cual era miembro a pesar de las críticas. Jean-Christophe Cambadélis, secretario nacional del PS [francés] responsable de relaciones internacionales, declaró en un comunicado que:

«A petición del Partido Socialista francés, que lo había reclamado en varias ocasiones, la Internacional socialista ha roto toda relación con la RCD tunecina y la ha excluido de sus filas»

Una adhesión fuera de hora de los socialistas europeos a una revolución cuya onda expansiva no ha dejado de sorprender.

Fuente: http://www.rue89.com/2011/01/18/en-tunisie-le-rejet-du-parti-de-ben-ali-ebranle-le-gouvernement-186324