Conferencia brindada el 25 de abril de 2008 en el acto de clausura de las «Jornadas Bolivarianas» del Instituto de Estudios Latino Americanos de la Universidad Federal de Santa Catarina en Florianópolis, Santa Catarina, Brasil, los días 22-25 de abril de 2008
I. La época de un imperialismo desesperado
II. La próxima elección presidencial estadounidense
III. La escalada de injerencia estadounidense en América Latina
CONCLUSIÓN Y PROPUESTAS
I. La época de un imperialismo desesperado
Cómo ha dicho el presidente de Ecuador, Rafael Correa, «No estamos viviendo una época de cambios sino un cambio de épocas.» En Indo América Latina Africana — o Abya Yala para evitar cualquier conceptualización euro-céntrica y reconocer el papel tan importante de los movimientos históricos y contemporáneos de los pueblos originarios – aquel cambio está marcado por un declive del imperialismo estadounidense frente al ascenso de fuertes movimientos sociales. A pesar de sus flujos y reflujos, estos movimientos han demostrado ser capaces de iniciar procesos revolucionarios o elegir presidentes no apoyados por Washington.
Como consecuencia, se ha intensificado el conflicto entre los nuevos movimientos populares y la derecha internacional, o sea el imperialismo de Estados Unidos, sus aliados europeos, y sus lacayos locales de las clases dominantes. Durante los procesos de rebeliones y de intentados cambios a las constituciones en Venezuela, Bolivia, Ecuador, y otros países, el imperialismo ha tratado de fortalecer las oligarquías y elementos militares locales. Pero con algunas raras excepciones como Colombia, un virtual protectorado de EE.UU., y contrario a la tradición de mandar en su «patio trasero,» el imperio no ha podido controlar ni las fuerzas armadas latinoamericanas ni los resultados de las elecciones burguesas en la mayoría de las naciones, como fue manifestado de nuevo el 20 de abril en la elección del ex-obispo católico Fernando Lugo como presidente de Paraguay.
Globalmente, Estados Unidos se encuentra estancado en una guerra en Irak y Afganistán, recientemente llamada «una debacle» por un reporte del Instituto Nacional de Estudios Estratégicos del Pentágono. Se ha visto el reino mundial del dólar cayendo en picada y la economía estadounidense amenazada con lo que los oficiales de la Reserva Federal llaman una recesión «prolongada y grave» y el Fondo Monetario Internacional (FMI) describe como una recesión que tendrá un impacto fuerte sobre las economías de Europa. Según la CIA, en términos del PIB (GDP en inglés), la entidad política más rica es la Unión Europa, seguida por Estados Unidos, China, y Japón en esa orden.
Toda la crisis económica fue previsible. Tiene sus raíces en lo que Ernesto Mandel llamó la onda larga descendente del capitalismo desde 1973. Se caracteriza por la sobreproducción; la caída de la tasa de ganancias; y el fracaso de la intentada solución del neoliberalismo mundial basada en una intensificada explotación y fragmentación de las clases obreras e intermedias y la fiscalización aumentada del proceso de acumulación de capital. Debido en parte al debilitamiento de las regulaciones económicas estatales, el proceso de concentración y centralización de capital – o sea el capital monopólico que Lenin definió como el imperialismo — ha llegado a altos niveles «record,» mientras la mayoría de la gente ya reciben una porción del ingreso nacional radicalmente menor que hace 25 años.
En Estados Unidos, la nación con más gente encarcelada per cápita en el mundo, están recibiendo «food stamps» (un descuento para alimentos) un record 28 millones de personas o casi 10 por ciento de la población. Uno de cada seis niños vive en la pobreza. No hay ningún seguro de salud para 45 millones de personas. Y mientras hay más gente blanca cayéndose en las filas de los pobres, la brecha racial es peor que nunca, con la «gente de color» sufriendo condiciones cada vez más inhumanas, como se ve en la trágica historia de las víctimas de los préstamos hipotecarios «subprime» y de las huracanes fatales Katrina y Rita. Los millones de inmigrantes y sus defensores en las comunidades latinas y otros lugares ya son el blanco de un resurgimiento del racismo, contra el cual ellos organizan y luchan.
Curiosamente, la descripción de la economía brasileña por Nildo Ouriques es aplicable a la nación con la deuda mayor del mundo, Estados Unidos: «las distintas fracciones de capital… productivos y financieros acumulan riqueza y poder con el endeudamiento del estado.» (1) En el caso estadounidense el poder se centraliza en las grandes instituciones financieras, la industria armamentista, y las instituciones militarizadas de la llamada «seguridad nacional.» Estas instituciones apoyan o toleran un proceso político que yo he caracterizado como «un golpe de estado por etapas, o por fases» llevado a cabo desde el golpito de la Corte Suprema en 2000 para elegir George W. Bush y, más claramente, después del 11 de septiembre de 2001. Este proceso golpista está guiado por los llamados neoconservadores y otros derechistas y tolerado por las fuerzas más moderadas de los dos partidos políticos oficiales.
Yo utilizo el término «golpe de estado» en el sentido de una eliminación de las tres bases de una democracia limitada y burguesa: derechos democráticos como la libertad de expresión; elecciones relativamente democráticas; y la capacidad de la opinión pública de influir las políticas del Estado. La Ley de Comisiones Militares de 2006, que autoriza el presidente a designar a cualquier persona (ciudadano o no) como un «combatiente enemigo ilegal» y a detenerla indefinidamente, así anulando el derecho democrático fundamental al habeas corpus, representa una importante escalada en los ataques a los inmigrantes y la «guantanamización» del país e impide que los funcionarios gubernamentales sean juzgados por crímenes de guerra o tortura. Es una ley más que facilita el golpe de estado por etapas.
Por cierto, hay divisiones en las clases dominantes y sectores de la gran prensa, como se ve en las editoriales recientes del New York Times que condenan la guerra en Irak y la desaparición de la democracia en Estados Unidos. Sin embargo, estas divisiones no han generado cambios reales en las políticas del Congreso o de la Casa Blanca.
El proceso golpista, junto con el genocidio gradual generado por la expansión global de las políticas económicas neoliberales (privatizaciones, Tratados de Libre Comercio, o TLCs, flexibilización de la fuerza de trabajo, etcétera) y las doctrinas de guerra preventiva y guerra permanente, amenaza a todo el mundo. Es más. Ya hay una crisis ecológica profunda y hambre mundial. En poco tiempo no habrá suficiente agua dulce, comida, o petróleo para mantener el patrón de acumulación de capital o el estándar de vida ni en las naciones más industrializadas. (2)
II. La próxima elección presidencial estadounidense
El gobierno de Bush, cada vez más impopular, se encuentra en una situación bastante desesperada. (3) La próxima elección no cambiará esa situación y tiene posibilidades de hacerlo aún peor. John «habrá otras guerras» McCain del Partido Republicano es más guerrero que Bush, mientras las promesas de Barack «bombardearé Pakistán» Obama y Hillary «aniquilaré Irán» Clinton del Partido Demócrata de retirar las tropas de Irak son engañosas. Obama y Clinton están de acuerdo con la posición de su partido en el Congreso que deja abierta la opción de mantener docenas de miles de tropas en Irak por muchos años. Ambos han llamado por incrementos en el número de tropas en las fuerzas armadas y una modernización militar. Obama y Clinton aceptan las doctrinas de la guerra contra el terrorismo y el derecho de Estados Unidos de invadir a cualquier «rincón oscuro» del mundo. Reservan el derecho de usar armas nucleares en cualquier momento. Ambos han votado en el Congreso a favor de la agenda Bush/Cheney en términos de los presupuestos por «la defensa» y las guerras. También han votado la línea Bush/Cheney en cuanto a la tortura, el espionaje interno, y otras violaciones de derechos civiles. Sus consejeros tienen fuertes vínculos con los oficiales militares más guerreros e incluyen «halcones» como Zbigniew Brzezinski y Anthony Lake por Obama y Madeleine Albright, Sandy Berger, y Richard Holbrooke por Clinton.
Por su parte, McCain tiene consejeros como los criminales de guerra Henry Kissinger y General Colin Powell, autor del informe de 2004 de la Comisión para Asistir una Cuba Libre (en inglés, the Commission for Assistance to a Free Cuba) que insiste en un «cambio de régimen,» una verdadera declaración de guerra contra el pueblo cubano en nombre de la «democracia.» El Segundo Reporte de la Comisión para Asistir una Cuba Libre , 2006, tiene un anexo secreto posiblemente con planes de actos militares y terroristas.
Ninguno de estos tres candidatos toca el caso de terroristas confesos protegidos por el gobierno, como Luis Posada Carriles. Tampoco menciona casos de presos políticos como Mumia Abu-Jamal, Leonard Peltier, varios Puertorriqueños, y los Cinco Héroes de Cuba. Los Cinco ya han estado injustamente encarcelados diez años por haber infiltrado los grupos terroristas de la mafia cubana-americana para proteger gente de Cuba, Estados Unidos, y otras naciones. Tampoco se menciona el sufrimiento de las familiares de los Cinco, o en los casos de Adriana Pérez O’Connor y Olga Salanueva Arango la cruel prohibición anual de visas con la resulta que nunca han podido visitar sus esposos encarcelados. Y claro que ninguno de los tres candidatos habla de la injusticia de la dominación de la colonia Puerto Rico u otras colonias que subsisten en el Caribe.
Aunque Obama a diferencia de McCain y Clinton está dispuesto a encontrar con líderes cubanos, la política de los tres acerca de América Latina es casi igual. Dicen que los gobiernos de Cuba y Venezuela no son democracias sino dictaduras, y habrá que cambiarlos. En cambio, dicen que la «democracia» del gobierno colombiano debe ser defendida contra los «terroristas» de las Fuerzas Armadas Revolucionarios de Colombia (FARC) y de Venezuela y Cuba. La buena disposición de Obama de permitir viajes de Cubano-Americanos y el envío de remesas a Cuba tiene que ver con un intento de establecer una «quinta columna» en Cuba entre sus millones de familiares para derrumbar el régimen socialista e introducir el capitalismo bajo el control de las corporaciones transnacionales y la mafia cubana-americana. Representa también una apuesta un poco arriesgada por los votos en Florida donde una creciente mayoría de Cubano-Americanos prefieran terminar el bloqueo económico contra Cuba. Pero la mafia cubana-americana todavía arregla la tabulación de los votos si el resultado esté en duda. Los tres candidatos están de acuerdo que los TLCs son fundamentalmente buenos, aunque habrá que poner atención a las cuestiones del ambiente y derechos laborales — la misma línea del Presidente Bill Clinton cuando empujó y defendió el TLC con México y Canadá.
Es evidente que los políticos en Estados Unidos no tienen gran interés en América Latina, excepto la urgente necesidad de recursos petroleros, energéticos, y naturales, incluso el recurso de la mano de obra y los cerebros de los inmigrantes. Hay muchísimo más interés en el Oriente Medio, Asia, China, India, Japón, Rusia y, desde luego, la Unión Europa y la OTAN. Para Estados Unidos, los únicos «big players» al sur del Río Grande y el «muro de vergüenza» de 700 kilómetros son México, Venezuela, y Brasil, debido principalmente a sus grandes fuentes de energía.
Potencialmente los Latinos constituyen una décima parte de los votantes en la elección presidencial estadounidense pero es difícil para muchos de ellos llegar a los lugares de votación y se dice que más de un medio millón de las aplicaciones para la ciudadanía de inmigrantes no estarán procesados al tiempo para la elección el 4 de noviembre. Además, las redadas y deportaciones masivas han aceleradas en los últimos meses, creando un ambiente de temor entre mucha gente latina. Hay un incremento en la criminalización de todos los movimientos de protesta, una parte clave de la pérdida general de los derechos de libertad de expresión durante el proceso de golpe de estado por etapas.
En el sistema político estadounidense hay poca democracia y mucha corrupción. Ya existe una tradición de compra de votos; de computadoras que no funcionan o se manipulan fácilmente; de la injusta tabulación de votos en estados sin ganadores claros como Ohio, Florida, y New México; de no permitir que votan miles de personas «de color»; y de un sistema judicial que favorece la agenda conservador y hasta decide quien es elegido presidente como ocurrió en el año 2000. En abril de 2008 la Corte Suprema confirmó una ley del estado de Indiana exigiendo una carta de identificación para inscribirse como votante, un fenómeno nuevo en la nación. Más de 20 estados ya requieren papeles de identificación que millones de personas simplemente no tienen. Todo esto favorece votantes más ricos, blancos, y conservadores. Sirve muy bien el proceso de golpe de estado por fases. Por eso — entre otras razones como el pequeño número de votantes el día de la elección y entre ellos el gran número de gente vieja y de personas creyentes en un cristianismo fundamentalista — hay muy buena chance que McCain será el próximo presidente pesar de su programa más bushiano que lo de Bush.
La única esperanza para cambios reales en las políticas de los gobiernos de Estados Unidos existe en los relativamente débiles movimientos antiguerra, antirracista y antisexista, incluso el movimiento de inmigrantes que durante la primavera de 2006 llevó a cabo las manifestaciones mayores en la historia de las clases obreras estadounidenses y promete más protestas callejeras para el primero de mayo de 2008. El Sindicato Internacional de los Estibadores ha declarado que sus miembros no trabajarán 8 horas el primero de mayo para demandar un fin inmediato de la ocupación de Irak y el retiro de todas las tropas estadounidenses del Oriente Medio. Hay señales de un movimiento renovado contra la guerra en las escuelas y universidades. Muy significativo es el creciente movimiento antiguerra de soldados y veteranos de Irak y sus familias, que no recibe ninguna publicidad en los medios.
El papel de los grandes medios de comunicación, particularmente televisión, controlados por 5 corporaciones, es fatal. (4) No reportan nada de la candidatura presidencial independiente del ex-miembro del Congreso, la Africana-americana Cynthia McKinney, cuya coalición se llama «Poder al Pueblo.» Voces críticas como McKinney o Ralph Nader (candidato del Partido Verde) no se oyen. Los medios ignoran lo que está pasando en América Latina y otras partes del mundo o distorsionan las noticias para que la interpretación de Washington sea el pensamiento único. Diariamente repiten mentiras como «noticias» o dicen cosas con poco de la verdad y nada del contexto histórico o cultural, dejando un público sin acceso a la verdad o discusiones serias y sustantivos pero con mucha repetición de toda la mitología acerca del terrorismo y el peligro representado por inmigrantes u otras fuerzas amenazantes a la «American way of life.» El mal tratamiento de los gobiernos de Venezuela, Cuba, e Irán por los grandes medios es especialmente mentiroso y escandaloso. Además, fuerzas poderosas de los medios y las grandes corporaciones de comunicaciones, junto con el gobierno en Washington, tratan de controlar y manipular el acceso al Internet en todas partes del planeta, a veces con éxito.
III. La escalada de injerencia estadounidense en América Latina
El bombardeo e invasión de Ecuador por el narco-estado Colombia y Estados Unidos el primero de marzo de 2008 para matar Raúl Reyes de las FARC, el líder responsable por la negociación con Francia al punto de lograr la libertad del rehén Ingrid Betancourt, representa un grave aumento en las amenazas militares estadounidenses. Según informes de la Fuerza Aérea Ecuatoriana y la agencia informativa IPS, entre otras fuentes, los principales aviones y bombas utilizados fueron de alta tecnología (laser, smart bombs, etcétera) de Estados Unidos, tal cual la tecnología para detectar el blanco. La operación militar fue conducida en parte desde Manta, la base militar estadounidense en Ecuador que Correa ha prometido cerrar. Debemos apoyar Correa e insistir que se retiren todas las bases militares extranjeras de la región que José Martí llamó «Nuestra América.»
El bombardeo y la invasión colombiana-estadounidense fue una matanza de dos docenas de personas y herida de otras, incluso un ecuatoriano y estudiantes mexicanos visitando el campamento, y posiblemente más. El lugar fue completamente destruido por las bombas excepto la computadora del realismo mágico que el gobierno colombiano pretende haber capturado comprobando varias mentiras aún más mágicas contra Correa, Chávez, y las FARC.
Aunque mucha gente ha celebrada la derrota diplomática sufrido por Estados Unidos en la OEA después del ataque, hay algunas personas que han notado que el artículo 6 de la resolución declara «el firme compromiso de todos los Estados miembros de combatir las amenazas de la seguridad provenientes de la acción de grupos irregulares.» En efecto, aquel artículo refrenda la manera del Presidente Álvaro Uribe Vélez de calificar las FARC, cumpliendo con las metas del Plan Colombia. En cambio, hay un claro compromiso entre las naciones de América Latina y el Caribe de buscar una solución política a la larga guerra que han sufrido las y los colombianos. Pero para lograr eso, hay que reconocer a las FARC y al Ejército de Liberación Nacional (ELN) como «fuerzas beligerantes» y no grupos irregulares o terroristas. Se debe apoyar una solución política, ya iniciada por las FARC y Chávez. Esto no significa un apoyo para todos los actos de las FARC, como los secuestros que violan derechos humanos.
El intento imperialista es destruir las FARC y el ELN y usar Colombia como se utiliza Israel en el Oriente Medio hasta que el proceso revolucionario está derrotado en Venezuela y procesos parecidos en la región sufren el mismo destino. Por eso, Colombia sigue recibiendo más ayuda militar estadounidense luego de Israel y Egipto. El Pentágono entrena y arma soldados y fuerzas especiales colombianos, operando desde cinco nuevos bases militares con casi mil soldados estadounidenses y cantidades de mercenarios o «contratados.» Utiliza Colombia también para facilitar el control de la rica biodiversidad de las zonas amazónica y centroamericana y sus recursos naturales.
Colombia es un narco-Estado disfrazada como una democracia. Más de 40 senadores y diputados uribistas, incluso un primo del presidente, están procesados por crímenes y asociación con narcotraficantes. Según un reporte en 1991 de La Agencia de Inteligencia de Defensa estadounidense, el entonces senador y ahora presidente Uribe fue un amigo personal de Pablo Escobar y otros narco-asesinos. Uribe fue «dedicado a la colaboración con el Cartel Medellín a niveles altos gubernamentales.» (5) Hay más sindicalistas y luchadores en defensa de derechos humanos asesinados en Colombia que en cualquier otro país del mundo. Estados Unidos y sus grandes corporaciones y bancos transnacionales temen también que si se liberara a Betancourt, ella podría ser otra vez candidata a la Presidencia, posiblemente en alianza con el Polo Democrático, la gran coalición de grupos de la izquierda y del centro que ya ha ganado la elección para la alcaldía de Bogotá y promete negociaciones de paz y un nuevo rumbo económico para la justicia social en vez del enriquecimiento de los millonarios. El líder del Polo Democrático, Carlos Gaviria, en abril de 2008 llamó por una asamblea constituyente y condenó Uribe como un presidente «ilegítimo» elegido en un fraude.
Mientras tanto, el Presidente Correa después del bombardeo ha denunciado el control estadounidense de altos oficiales de las fuerzas de seguridad e inteligencia en Ecuador y ha echado líderes de las fuerzas armadas, la policía, y su propio Ministro de Defensa. Por su parte, cuando asumió la presidencia, Evo Morales había eliminado el escritorio que la CIA mantenía dentro del Palacio Presidencial de Bolivia.
En 2008 el Congreso estadounidense postergó el TLC con Colombia, una derrota grave para Bush y su «mejor amigo de EE.UU. en América Latina» Uribe. Washington ha tenido que aceptar la creación del Consejo de Seguridad de Sudamérica, patrocinado por Venezuela y Brasil, que incorpora una decena de países de la región pero no EE.UU.
En la última semana de abril, el Pentágono anunció que por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial se activaría la Cuarta Flota de la Marina, ya modernizada con la más avanzada tecnología y armas nucleares, para enviarlo a las costas de América Latina y el Caribe. En ese mismo momento barcos de guerra estadounidenses estaban haciendo maniobras junto con otras marinas de las Américas en la bahía de Río de Janeiro, Brasil. También fue nombrado jefe de los jefes de las Fuerzas Armadas estadounidenses el comandante responsable para la última fase más sangrienta de la guerra en Irak, el llamado «surgimiento» («surge» en inglés), otra señal del poder de los halcones en Washington en el proceso de «golpe de estado por etapas.»
Para defender su «patio trasero» el imperio patrocina una intensificación del uso de militares o policías para reprimir, y si fuera necesario entrar en gobiernos con o sin golpes de Estado. En partes de Perú, por ejemplo, el impopular Presidente Alan García ha dado completa libertad a la Policía para matar con impunidad. Además hay guerras sucias que se han intensificado, sobre todo en Colombia, donde hay más de 4 millones de personas desplazadas, en Chiapas y el sur de México, y en partes de Venezuela y otros países. Siguen las guerras no declaradas contra los pueblos originarios.
En 2007, poco después de la amenaza de Bush de lanzar La Tercera Guerra Mundial sobre la política de energía nuclear de Irán, el Secretario de Defensa Robert Gates visitó a El Salvador, Colombia, Chile, Perú y Surinam para consolidar planes para la modernización y profesionalización de las Fuerzas Armadas y crear programas de entrenamiento para guerras irregulares contra insurgencias populares. Es una apuesta similar a lo que se está tratando de implementar en el Ejercito de Estados Unidos, aprendiendo de las derrotas estadounidenses en Irak. (6)
Otro arma militarista e imperialista es la Alianza para la Prosperidad y Seguridad de América del Norte (ASPAN) organizada por los gobiernos de Estados Unidos, Canadá, y México. Expandida hacia el sur por la Iniciativa Mérida y el Plan Puebla Panamá, ASPAN se unen las tres naciones para conseguir la seguridad energética y utilizar sus fuerzas contra no solamente amenazas externas sino también amenazas internas, o sea una nueva etapa de la militarización y coordinación internacional en la lucha supuestamente contra terroristas o narcotraficantes pero en realidad contra la disidencia política, inmigrantes, pueblos originarios, o cualquier elemento que bloquea el avance del gran capital y sus proyectos.
Es igual en el caso de la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA), que nació en Brasilia como un proyecto del Banco Interamericano de Desarrollo (BID.) La IIRSA sigue el modelo de liberalización de mercados con su énfasis en la exportación de recursos naturales y productos primarios y tiene la adhesión de los gobiernos de Venezuela, Ecuador, Bolivia, Perú, Brasil y otros países suramericanas. Desde el punto de vista de las corporaciones transnacionales, la IIRSA es un tipo de Plan Puebla Panamá ya extendido al sur. Desde el punto de vista de los pueblos originarios, que no fueron consultados, es una violación de sus territorios y culturas.
Simultáneamente Washington implementa una política sofisticada para dividir las izquierdas o infiltrar partidos, como en Venezuela donde doble agentes entran el nuevo Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV.) Venezuela, la tercera nación del mundo en reservas de petróleo, es el principal blanco de la incursión militar colombiana-estadounidense en Ecuador.
Sigue funcionando la «Operación Tenaza,» revelada en noviembre de 2007 poco antes del referéndum del 2 de diciembre en una carta al jefe de la CIA escrita por un alto oficial de la Embajada estadounidense en Caracas. A través de este complot Washington ha entregado millones de dólares a la oposición derechista, incluso líderes de manifestaciones estudiantiles y soldados potencialmente disidentes o golpistas a la manera del General Raúl Isaías Baduel. La carta a la CIA menciona un plan de usar paramilitares y las bases militares con tropas yanquis en Colombia y Curaçao para preparar el terreno de una rebelión militar. Aboga por un fomento de escasez de alimentos, de materiales para la construcción de viviendas, y de repuestos, para estimular acaparamiento, hambre, y violencia. La carta también menciona la utilidad de asesinar alguna gente para promover «la ingobernabilidad.» Describe el uso exitoso de la jerarquía de la iglesia católica y los medios de comunicación en Venezuela y todas partes del mundo para describir Chávez como un «dictador» o un «fascista.»
En abril Chávez nacionalizó con compensación las industrias de cemento y siderurgia. Creó la Misión 13 de Abril para ayudar económicamente a los más pobres y fortalecer los miles de consejos comunales, o sea la democracia participativa y protagónica desde abajo, un elemento fundamental para desarrollar «un nuevo socialismo para el siglo XXI.»
El gobierno estadounidense ha incrementado el dinero que su Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) envía a Venezuela, Bolivia, y otros países. Varios ONGs locales, como «Liderazgo y Visión» en Venezuela, reciben el dinero bajo la condición de usarlo para crear líderes y activistas en la oposición contrarrevolucionaria, especialmente en las filas de los más pauperizados. Algunos dolaritos pueden comprar mucho apoyo de una persona hambrienta. En 2006, USAID entregó aproximadamente 4,5 millones de dólares a los gobiernos departamentales de Bolivia. En el caso venezolano, el presupuesto de USAID para 2008 es tres mil 600 millones de dólares, que ayuda campañas antichavistas en lugares como Petare, un distrito pobre del área metropolitana de Caracas poblado por un millón de personas. Otra táctica es aumentar el paramilitarismo, incluyendo asesinatos o simplemente violencia física contra gente en las calles para crear la impresión de una ola de crimen fuera de control del gobierno. El intento imperialista es crear la «ingobernabilidad» y descomponer los logros chavistas a favor de los de abajo.
Una táctica mejor conocida es la amenaza de separar cada país para dejar la parte pobre en manos de la izquierda y la parte rica en manos de la oligarquía. En Ecuador, la región de Guayaquil piensa separarse de los Andes. En Venezuela, es Zulia, donde hay amplios campos de petróleo. En Bolivia, es la parte oriental, Santa Cruz y otros departamentos conocidas como «la media luna.»
En Ecuador y Bolivia las asambleas constituyentes han acordado que el Estado es plurinacional e intercultural. Bolivia es el primer Estado del mundo que ha adoptado por ley la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas pronunciada por la ONU, mientras Ecuador es el primero en toda la historia de la humanidad de incorporar a su constitución el reconocimiento de los derechos de la naturaleza.
En Bolivia, el plan del imperialismo de desestabilización del gobierno de Evo Morales parece ser más avanzado que en otros países. El embajador Philip Goldberg trae a Bolivia su experiencia diplomática de Yugoslavia y Kosóvo de desmembrar países. Golberg encuentra en el Departamento de Santa Cruz públicamente con los líderes racistas y derechistas del movimiento separatista e ilegal, incluso narcotraficantes colombianos amigos de Uribe. Un miembro de la Embajada estadounidense con el nombre de «Cooper» fue declarado persona non grata por Evo porque fue descubierto en febrero de 2008 que él había pedido miembros del Cuerpo de Paz y un becado Fulbright espiar en Bolivia. El gobierno de EE.UU. no ha negado que un pariente de un alto consejero militar en la embajada quien fue detenido en el aeropuerto de La Paz con cantidades de balas de calibre 44 los llevaba para un oficial de la Embajada. Ni ha negado que la Embajada financia grupos irregulares de inteligencia como la Organización de Estudios Policiales (ODEP), anteriormente conocida como Comando de Operaciones Especiales.
Evo ha aceptado la oferta de Brasil y otros gobiernos de América Latina y la Iglesia Católica de intermediar el conflicto con la oposición de Santa Cruz porque siempre ha dicho que está abierto al diálogo. Sin embargo, la oposición no está abierta a un diálogo que no resulta en el fin de la presidencia de «un indio.» Y Evo lo sabe bien.
En Bolivia y Ecuador, los militares son menos leales que los de Venezuela, pero es muy difícil lograr un golpe de estado militar hoy día en Nuestra América, porque la gente ha perdido el miedo y se da cuenta de que es una cuestión de vida o muerte. Además, los pueblos se preparan para defenderse, y hay alianzas informales de apoyo mutuo entre Venezuela y Cuba y otras naciones en caso de incursiones militares o golpes patrocinadas por la derecha y el imperialismo.
Pero la parte clave de la lucha en Ecuador y Bolivia, como en Perú, Guatemala, y otras partes de lo que el brillante Marxista peruano José Carlos Mariátegui llamó «Indo-América,» es la lucha de los pueblos originarios. Entonces hay que seguir estudiando los problemas de los indígenas, incluso sus divisiones entre sí, y todas sus demandas, que son por lo general muy progresistas en términos del internacionalismo y de una nueva economía para el pueblo, sea socialismo o cualquier otra palabra que se quiera usar. Hay muchas palabras indígenas que describen una economía de solidaridad internacional, comunal, colectiva, lo que otra gente de las izquierdas entiende como el verdadero socialismo.
En los planes imperialistas para América Latina, Venezuela y Cuba son los blancos más obvios, pero otras naciones con recursos naturales importantes, incluso mano de obra barata, como Bolivia, Ecuador, Perú, y México, no son excluidos. Es importante acordar que EE UU frecuentemente a enviado tropas a México. Hay más de 6000 tropas yanquis ahora mismo en la frontera. Los medios en Estados Unidos no dicen nada o dicen calumnias acerca del masivo levantamiento popular actual en México contra el intento del presidente espurio Felipe Calderón de privatizar la industria petrolera que Lázaro Cárdenas nacionalizó en 1938. El gobierno estadounidense tiene en la mira la creciente oposición mexicana.
Los presidentes estadounidenses de ambos partidos nunca han podido tolerar cualquier intento de crear una alternativa a su sistema capitalista. Ya que se ha confirmado un nuevo yacimiento petrolífero en territorio marítimo cubano, las grandes compañías industriales y financieras atrás del imperialismo quisieran derrumbar la Revolución Cubano más que nunca. E insistirán que Brasil, con su nuevo descubrimiento de petróleo, siga la línea económica del neoliberalismo y no acepte todas las demandas de movimientos importantísimos con influencia internacional como el MST.
Conclusión y Propuestas
Sin duda, Hugo Chávez tiene razón: «socialismo o muerte», o sea, ‘Vida o Muerte’, «porque el capitalismo está acabándonos». Cómo dijo Rosa Luxemburgo, «O el socialismo o la barbarie.»
Como otras veces en la época actual, los movimientos sociales tendrán la última palabra. Durante muchos años las rebeliones populares y los movimientos sociales han determinado los avances sociales en Venezuela, Bolivia, Ecuador y otros países del mundo. Los pueblos originarios siguen en lucha en todas partes, incluyendo Chile. Hay muchos grupos involucrados en los grandes movimientos sociales, pero los más visibles hasta ahora son las mujeres, la juventud, y los pueblos originarios.
Además, hay una internacionalización de estos movimientos, no solamente en los Foros Sociales Mundiales, ya en relativo declive, sino en muchas Cumbres Sociales de los Pueblos incluyendo la reciente Primera Cumbre Interregional de la Amazonía, pulmón del planeta. Sin hacer el error de ser romántico acerca de los pueblos originarios, es fundamental escuchar y reconocer sus demandas, ideas, y visiones cósmicas para lo que José Martí llamó y ellos llaman «el equilibrio del mundo.»
Martí también dijo que sin la participación de los indígenas no es posible la liberación de Nuestra América. Actualmente, antes de Martí muchas comunidades indígenas ya creían — en las palabras de Martí — «patria es humanidad.» Históricamente, los primeros internacionalistas fueron los pueblos originarios, ni Marx ni Engles ni Martí ni Bolívar.
Hoy, el gobierno de Estados Unidos es la encarnación de Muerte, mientras los movimientos sociales son la encarnación de Vida. Podríamos parafrasear al Libertador: «Estados Unidos parece estar destinado por la Providencia para atormentar al mundo con miseria en nombre de la libertad».
En términos de propuestas actuales, vale mucho leer el Pronunciamiento Político del Encuentro Abya Yala, Caracas, Venezuela, Enero de 2008. La primera frase refiere a «Nuestra Abya Yala, Nuestra América sin fronteras.» La declaración sigue con un análisis bastante «marxista.» Sus demandas incluyen todas las demandas de los muchos otros encuentros internacionales en Nuestra América, por ejemplo lo de los Intelectuales y Artistas por la Paz y la Soberanía de América Latina y el Caribe reunidos en Caracas el 12 y 13 de abril de 2008, cuya lectura también vale. El Pronunciamiento Político del Encuentro Abya Yala condena no solamente el narcotráfico sino también «los mercados de cuerpos» y «la prostitución obligada de niños y adultos,» otra gran fuente de capital líquido tal vez mayor que lo de las drogas porque un cuerpo es utilizable más de una vez. Sin mencionar la Comuna de Paris, el Pronunciamiento termina: «Somos los comunes, los que nada tenemos pero todo hacemos, capaces de construir una y mil veces si es necesario el mundo que vive en nuestros sueños. El grito sigue siendo el mismo ¡Hasta la Victoria Siempre, Venceremos!»
NOTAS:
(1) Nildo Domingos Ouriques, «La modernización capitalista en Brasil de FHC a Luis Inacio Lula da Silva,» IELA, 19 de marzo de 2008, http://www.iela.ufsc.br/?page=latino_americano_artigo&id=292
(2) La incapacidad de comprar comida ha llegado no solamente a Haití pero a países no tan pobres, incluso Egipto e Italia. El Programa Mundial de Alimentación de la ONU estima que 100 millones de personas estarán sufriendo hambruna debido al precio alto de la canasta básica. El presidente del Banco Mundial Robert Zoellick, un ex-oficial de Washington quien fue el representativo principal para las negociaciones de los TLCs, atribuye una parte del problema al creciente uso de las tierras agrícolas para producir biocombustibles en vez de alimentos. Pero la causa principal es el neoliberalismo y sus instituciones internacionales como el World Bank y el FMI que favorecen a las grandes agroindustrias de Estados Unidos y Europa y eliminan la capacidad campesina de competir, o sea otra vez la monopolización de capital, el imperialismo. Expertos de la ONU han advertido que es urgente cambiar las políticas de las principales naciones en la producción agraria y los precios de alimentos para evitar una explosión social – y se debe agregar para evitar más intervenciones militares y matanzas como hemos visto en Haití. Debemos apoyar la demanda de muchas coaliciones de intelectuales y activistas del mundo que se retire de Haití la llamada Misión de Estabilización de Naciones Unidas (Minustah.)
(3) Según un sondeo del New York Times/CBS en los primeros días de abril, 81 por ciento de la población cree que la nación va en una dirección mala.
(4) Las 5 corporaciones son Time Warner, Disney, News Corporation (de Rupert Murdoch), Bertelsmann (de Alemania), y Viacom (ex-CBS).
(5) The National Security Archive, August 2, 2004, http://www.gwu.edu/~nsarchiv/NSAEBB/NSAEBB131/index.htm .
(6) En realidad, Washington ya había lanzado durante la primera administración bushiana una nueva guerra sangrienta contra los pueblos con una serie de intervenciones relativamente clandestinas bajo el mando de las operaciones secretas del SOCOM (Mando Secreto de Operaciones Especiales), famoso por haber dirigido la desestabilización e invasión de Irak. Se destaca la militarización de la frontera colombiana-venezolana, resultando en matanzas de sindicalistas y ciudadanos venezolanos llevadas a cabo por militares y paramilitares colombianos; el secuestro del representante de relaciones exteriores de FARC Rodrigo Granda en Caracas, en la manera de la Operación Cóndor; y un intento frustrado de golpe de estado en las afueras de Caracas por las mismas fuerzas de Colombia disfrazadas como militares venezolanos. Cómo una parte del Pentágono, SOCOM es la cúspide de las operaciones militares imperialistas, arriba del Comando Sur y del Comando Norte (que unifica las fuerzas armadas de Méjico, Canadá y Estados Unidos bajo el mando de oficiales estadounidenses.) El SOCOM y sus Fuerzas Especiales no tienen controles jurídicos y están financiadas para hacer lo que quieren en cualquier parte del mundo bajo el pretexto de una guerra «contra el terrorismo». Véanse el artículo por Seymour Hersh en New Yorker, 24 y 31 de enero de 2005, y Thierry Meyssan, «Ojo del Pentágono,» Entorno, 17 de febrero de 2005.
DR. JAMES COCKCROFT es autor galardonado de 40 libros sobre Estados Unidos, América Latina y asuntos internacionales. Es poeta bilingüe. Como inmigrante canadiense, es miembro del Consejo Mundial del Proyecto José Martí de Solidaridad Mundial y Redactor Honorario de Latin American Perspectives. Participa en la Coordinadora Internacional de Redes en Defensa de la Humanidad; el Comité Internacional por la Libertad de los Cinco Héroes Cubanos; la Coalición Venezuela Estamos Contigo; y la Table de Concertation de Solidarité Québec-Cuba. Su página multilingüe es www.jamescockcroft.com .