Recomiendo:
0

Elecciones presidenciales, hegemonía estadounidense e interpretaciones periodísticas del ascenso de Trump

Fuentes: Rebelión

Las recientes elecciones estadounidenses representaron en cierto sentido una encrucijada respecto a cómo ha decidido enfrentar la élite de ese país la contracción de su poder mundial. Immanuel Wallerstein afirma en el prólogo al libro EEUU la crisis sistémica y las nuevas condiciones de legitimación, que fue coordinado por Marco A Gandasegui y Dídimo Castillo […]

Las recientes elecciones estadounidenses representaron en cierto sentido una encrucijada respecto a cómo ha decidido enfrentar la élite de ese país la contracción de su poder mundial. Immanuel Wallerstein afirma en el prólogo al libro EEUU la crisis sistémica y las nuevas condiciones de legitimación, que fue coordinado por Marco A Gandasegui y Dídimo Castillo Fernández, que durante el período 1945-1970, Estados Unidos contó con dos factores de poder que le permitieron detentar la hegemónica mundial: un pseudomonopolio industrial, para ganar utilidades muy por encima de los costos de producción y un poder militar avocado a garantizar el orden mundial (americano). Su monopolio económico y su supremacía militar terminaron al ocurrir la ofensiva del Tet, en Vietnam y la revolución mundial de 1968, que anunciaron el fin de una fase A del ciclo de Kondratieff (crecimiento económico, aumento del empleo, luchas sociales) y precipitaron el inicio de la fase B (sobreproducción, crédito, endeudamiento y conservadurismo). A ello podemos agregar que al inicio del siglo XXI, la emergencia de nuevas potencias desbancó a EEUU, y su propia sobreexpansión militar dejó exhaustas sus finanzas. La decadencia imperial ha generado muchas zonas de inestabilidad en el mundo. A partir de ese momento, cabe preguntarnos ¿cómo enfrentará el gigante esa contracción de su poder? En el marco de las elecciones presidenciales estadounidenses ¿están chocando dos maneras de afrontar la decadencia? ¿Es un choque entre liberales y supremacistas? ¿Es una lucha entre facciones de la élite? Veamos como interpretaron algunos periódicos del mundo la posibilidad del arribo de Trump en la víspera de las elecciones estadounidenses, un poco antes de que la pesadilla se volviera realidad.

Liberation : el neoliberalismo ha creado un monstruo

Jean Quatremer planteó en «Au Parlement européen, «on espère tous la défaite de Trump», (Libertation, 7/nov/16), que la izquierda representada en el Parlamento europeo pensaba que Clinton estaba demasiado ligada al mundo empresarial y a los grandes especuladores financieros, pero esperaba que derrotara a Trump. Por primera vez en una elección, la derecha democratacristiana no apoyó al candidato republicano, porque éste los había rebasado por la derecha. De ganar Trump, afirma la nota publicada en vísperas de los comicios, sería como un Brexit pero a lo bestia. Cuatro quintas partes de los 751 eurodiputados votarían por Clinton, solo apoyaban a Trump Marie Le Pen y Nigel Farage. El ascenso del trumpismo se explica por la inseguridad que siente la clase media tras la crisis iniciada en 2008. La gente ha perdido todo, sus empleos, sus hogares, y no tiene redes de seguridad social, está aterrada, por eso reacciona así. Existen muchos Trumps en Europa, por ejemplo, el Primer Ministro Húngaro Viktor Orban. De acuerdo Ernst Urtasun, parlamentario catalan verde, el ascenso de Trump es resultado de una crisis política ocasionada porque en términos sociales: el neoliberalismo parió una bestia.

Il Manifesto: La fascistización de Estados Unidos

Para Luca Celada, señaló en «Elezione USA: Neodestra, nascita de una fazione» (Il manifesto, 6/nov/16) las brigadas de la ira recorren Estados Unidos pregonando el gobierno mínimo. Su discurso se salió de control y ha desbordado incluso al partido republicano. La globalización ha concentrado la riqueza en las élites financieras, ha golpeado tan severamente a los trabajadores, y ha provocado un terremoto en el que a derecha desbordó a las democracias formales de occidente. Los sectores expulsados por el sistema, tanto en Estados Unidos como en Rusia, han sido hipnotizados por un discurso nacionalista y xenófobo, que los hace entonar loas a la personalidad del salvador autoritario. La presencia de un afroamericano en la Casa Blanca sacó del sarcófago los odios racistas. Los seguidores de Trump están dispuestos a reanudar la Guerra Civil. Haríamos mal en menospreciar el hecho de que el racismo haya dejado de ser una mala palabra y ahora, se exprese en horario estelar, en cadena nacional. La dislocación de la producción y el control sindical pulverizaron a la clase obrera. En el terreno cultural, la «nueva» derecha promovió una auténtica contra-revolución en las universidades y los medios de comunicación, espacios en los que proscribió la categorías marxistas. La tradición de la derecha en Estados Unidos tiene su abolengo de Mc Carthy a New Gringrich. Los neonazis ven con admiración a Trump, porque es representante de un supremacismo y supermachismo que salieron del clóset. El huevo de la serpiente fue puesto porque el sistema neoliberal ha sido incapaz de producir una sociedad convivencial y con lazos humanos.

Der Spiegel: Estamos viviendo en un cuadro de Munch

La redacción de Der Spiegel afirmó (en «Clinton Versus Trump The Script of a Real-Life Tragedy», 4/nov/16) que las elecciones estadounidenses se han convertido en un reality show en el que el Jefe del FBI aparece como un títere movido desde las sombras por alguna fuerza maléfica; la esposa de Trump parece asesora de Clinton; y el propio Donad Trump es un personaje increíble. Uno se siente dentro de «El grito» de Edward Munch, con ganas de gritar: Ya basta. El epicentro económico y político del mundo se ha convertido en un set, las mentiras se han convertido en verdades, los argumentos se desvanecen en el aire, y las infamias se celebran como un gag, la democracia ha dejado de existir, y eso pueden creernos, dice a nota, tendrá sus consecuencias. La mayoría de los medios de comunicación han contribuido a una cobertura histérica que convirtió la campaña en una serie televisiva clase b.

The Washington Post : México pagará el muro con sus propias remesas

En el libro Trump Revealed, Michael Kranish y Marc Fisher afirmaron que la esposa y el hijo de Trump le han dicho todo el tiempo que muestre su lado tranquilo. Trump podría destruir a Trump, pero no ha sido así, él ha insistido en su lado estridente y ha conectado con millones de estadounidenses abotargados por Los Simpsons. Ahora, señalaba el libro a unas semanas de las elecciones, está a un paso de ser presidente, está en el ombligo de la bestia. Es un forastero que se ha colado al mainstream. Ha contado con contactos en la Casa Blanca que la hacen de soplones y le dan información crucial. Ha pronunciado discursos audaces en el poderoso Comité de Asuntos Públicos la poderosa Asociación Israeli-estadounidense. Ha convencido a muchos electores de ser la persona que mejor entiende sus frustraciones y enojos. Ha ofrecido sacar a mexicanos y musulmanes de Estados Unidos. Bam. Ha dicho que

América Latina en Movimiento: el Estado profundo apoya a Trump

Walter Formento y Wim Dierckxsens plantearon en «Elecciones en EE.UU: Hillary vs Trump», que el establishment financiero estaba dividido. El 28 de octubre James Comey director del FBI informó a 8 presidentes de comisiones del Congreso que Hillary estaba bajo investigación y permitió reflotar a Trump. El día 31 The Independent corrió el runrun de que la Fundación Clinton recibía dinero de Arabia Saudita, que a su vez patrocinaba a los terroristas de ISIS. Hillary será el caballo perdedor de Wall Street, aseguró la nota. La élite financiera de EEUU puso en jaque a Hillary y le despejó el camino a Trump. Es una conspiración del Estado Profundo, del poder estructural, del gobierno no elegido pero efectivo, solo ellos tienen la fuerza para manipular la elección. En los medios se expresa también la colisión entre dos facciones de la burguesía estadounidense, en el choque entre el grupo News Corp de Murdoch (WSJ y Fox News) pro-Trump y el megaconsorcio Time Warner-CNN porrista de Clinton» . En el interior de las Fuerzas Armadas, también hay fricciones entre la estrategia actual de peleas hormiga y los que desean una confrontación directa con Rusia.

El triunfo de Trump nuestro principio de realidad se movió aún más hacia la derecha. Ahora tenemos la urgencia de hacer hermenéutica de lo ocurrido para tratar de comprender como se volvió posible esta versión de fascismo americano y sobre todo como podremos enfrentarlo y desactivar su discurso de odio.

Alberto Betancour Posada es historiador y profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, donde coordina el seminario Periodismo para historiadores, un espacio crítico para analizar la dinámica geoplítica. Es integrante del Seminario Permanente de Estudios Chicanos y de Fronteras.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.